El yacimiento arqueológico de Sannai-Maruyama: las ruinas que han volcado la imagen de la era Jōmon
Guíade Japón
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El 30.º aniversario de una investigación que convirtió este sitio en Patrimonio de la Humanidad
El período de la cultura Jōmon de Japón tuvo una duración de más de 10.000 años, desde el 13.000 a.C. hasta el periodo Yayoi (del siglo III a.C. al siglo III d.C), cuando se comenzó a extender el cultivo de arroz. Mientras que en otras partes del mundo los humanos comenzaban a vivir sedentariamente al desarrollar la agricultura y la ganadería, en Japón se establecían aldeas sustentadas en la caza, pesca y recolección. Los humanos Jōmon utilizaban objetos de barro, flechas y arcos y establecían negociaciones con asentamientos lejanos. Además, compartían una espiritualidad a través de rituales y ceremonias.
En julio de 2021, la UNESCO designó como Patrimonio de la Humanidad a un conjunto de ruinas de asentamientos y cementerios, reflejo de una cultura exclusiva de Japón, bajo la denominación Sitios prehistóricos de Jōmon en el norte de Japón. De los 17 complejos que incluye el conjunto, el más conocido es el de Sannai-Maruyama en Aomori (Ōaza Sannai aza Maruyama, ciudad de Aomori). Se trata de un amplio yacimiento arqueológico con una extensión de 42 hectáreas localizado en una meseta a las orillas del río Okidate. Se cree que desde hace unos 5.900 años hasta hace 4.200 existían asentamientos sedentarios en la zona.
En la actualidad hay reproducciones de viviendas semisubterráneas y de un gran edificio sostenido con pilares. Además, está el complejo Jōmon Jiyūkan, un centro para visitantes en el que se encuentra el Museo Sanmaru, una sala de restauración de objetos excavados, una tienda y un restaurante. Debido a su conveniente acceso desde la estación de tren de Aomori, a unos 3 km al suroeste, se ha convertido en un sitio turístico representativo de la prefectura a pesar de su relativamente corta historia que data de 1992, cuando comenzaron las excavaciones plenas en la zona. Lo más sorprendente es que estaba previsto que al terminar las investigaciones estos terrenos se convirtieran en un estadio de béisbol administrado por la prefectura.
Una serie de descubrimientos que transformó la imagen de la cultura Jōmon
Desde la antigüedad se sabía que en esta zona había restos de asentamientos antiguos. En el registro Eiroku Nikki (Tateno Koshibon), que data de comienzos del periodo Edo (1603-1868), queda asentado que se habían encontrado objetos de cerámica de varios tamaños en Sannai-Maruyama, sin embargo, no se les dio mayor importancia. Para finales del siglo XX, se pensaba incluir estos terrenos en la ampliación del complejo deportivo de la prefectura de Aomori.
Los objetos y ruinas que fueron encontrados durante las excavaciones transformaron de manera importante la imagen que se tenía de la cultura Jōmon. Se descubrió que los humanos de entonces no se sometían por completo a ciertos aspectos de la naturaleza, como el estado del tiempo o la caza, sino que la utilizaban a su favor para llevar una vida sedentaria. Se encontraron pruebas de que cultivaban castañas, preparaban licores frutales, así como restos de huesos de besugo, serviola o caballa, entre otros pescados.
Se encontraron restos de cerca de 650 casas semisubterráneas. Una de las de mayores dimensiones habría tenido una longitud de 32 metros y un ancho de 9,8 metros. Existe la teoría de que llegaron a vivir hasta 500 personas en el asentamiento al mismo tiempo. El camino principal de la aldea tenía un ancho de 12 metros y una longitud de más de 420 metros. Se cree que esta avenida llegaba hasta la costa y que en los cementerios en ambos lados del camino se enterraban puntas de lanza y pendientes, entre otros objetos.
Entre las piezas desenterradas se encontraron obsidiana de Hokkaidō o Tosa, jade de Itoigawa (Niigata), o ámbar de Kuji (Iwate), lo que nos hace pensar que el comercio se extendía por amplias regiones.
El mayor descubrimiento fueron seis fosos de pilares de dos metros de diámetro y dos de profundidad. Estaban situados en dos filas paralelas con una distancia de 4,2 metros entre los dos juntos, por lo que puede considerarse una prueba de que se contaba con una técnica de medición.
Del interior de los fosos se rescató parte de un pilar de madera de castaño de un metro de diámetro. La superficie y la base se habrían quemado para evitar la descomposición, lo que hizo posible que se conservaran a pesar del paso del tiempo. Se cree que se trataba de una edificación de grandes dimensiones sostenida con pilares de unos 20 metros de altura que pudo haber sido utilizada como un altar, entre otras teorías. Esta es una evidencia de que desde entonces existía una alta técnica arquitectónica.
En julio de 1994, cuando se dio a conocer el descubrimiento de los restos de una gran edificación sostenida por pilares, el interés por la cultura Jōmon aumentó de manera inmediata. En tan solo un mes, Kitamura Masaya, entonces gobernador de la prefectura de Aomori, decidió suspender la construcción del campo de béisbol y tomó la contundente decisión de conservar y desarrollar el asentamiento.
En el año 2000, el yacimiento arqueológico de Sannai-Maruyama fue designado un sitio histórico especial de Japón. Tres años después, cerca de 2.000 piezas que fueron desenterradas se convirtieron en bienes culturales de importancia y en elementos fundamentales para que el sitio fuera añadido a la lista del Patrimonio de la Humanidad.
Un gran yacimiento que despierta el romanticismo hacia la cultura Jōmon
Para aprovechar al máximo este yacimiento de grandes extensiones, se recomienda participar en una visita guiada gratuita. En aproximadamente una hora, el guía voluntario explica detalladamente cómo era la vida en el periodo Jōmon, así como las condiciones al momento de las excavaciones.
Durante la visita, muchos de los participantes expresan sorpresa porque se había considerado este lugar de gran importancia para construir un campo de béisbol, pero también existe un aspecto favorable de que dicho proyecto haya dado grandes frutos, como el descubrimiento en poco tiempo del yacimiento. En general, las investigaciones arqueológicas se hacen en extensiones limitadas, lo que dificulta cubrir la totalidad de los asentamientos, además de tratarse de un trabajo que toma mucho tiempo. En este caso, al ser un terreno en el que se preparaba la construcción de un gran complejo que incluía un campo de béisbol, fue posible descubrir ruinas de una aldea y numerosos bienes culturales en relativamente poco tiempo.
Las investigaciones arqueológicas en Sannai-Maruyama continúan. Los guías voluntarios nos cuentan que se han seguido haciendo descubrimientos incluso después de que ellos comenzaron a trabajar ahí. Al final de la visita, también recomiendan que las personas vuelvan a visitar el lugar en el futuro, ya que en este asentamiento se sigue despertando el romanticismo hacia el periodo Jōmon.
Después del asentamiento, es recomendable visitar con calma el centro Jōmon Jiyūkan. Ahí se encuentra el Museo Sanmaru en el que se exhiben cerca de 1.700 objetos excavados que incluyen 500 piezas designadas bienes culturales de importancia, como cerámica, figurillas y artefactos de piedra. Los paneles explicativos tienen diseños de alta calidad y, además, hay una zona en la que se recrea la vida en el periodo Jōmon con muñecos de tamaño real, lo que favorece la fácil comprensión incluso para los niños.
La sala de restauraciones está rodeada de paredes de vidrio. Ahí se puede contemplar la restauración y la reproducción de las piezas desenterradas. En la misma zona hay un muro de seis metros llamado Jōmon Big Wall que ofrece una magnífica vista de los restos de 5.120 piezas de cerámica excavadas.
También hay talleres para hacer figurillas y magatama, cuentas con forma de coma, así como una tienda donde comprar recuerdos con diseños Jōmon. En el restaurante Gosen-nen no Hoshi se sirven platos populares que llevan castañas, bellotas y arroz antiguo, alimentos que se cree que formaban parte de la dieta de las personas en el periodo Jōmon.
Si desea profundizar aún más en la historia Jōmon, le recomendamos que visite el asentamiento de Komakino, a unos 20 minutos en coche. Allí encontrará un círculo de piedras, algo que no hay en Sannai-Maruyama, y podrá imaginar cómo era la vida y la cultura en ese tiempo.
Yacimiento arqueológico de Sannai Maruyama
- Dirección: Sannai aza Maruyama 305, ciudad de Aomori, prefectura de Aomori
- Horario: de las 9 a. m. a las 5 p. m., durante el periodo vacacional de Semana Dorada y entre el 1 de junio y el 30 de septiembre el servicio se extiende hasta las 6 p. m.
- Cerrado el cuarto lunes de cada mes y del 30 de diciembre al 1 de enero
- Costo: general, 410 yenes, estudiantes de instituto y universitarios, 200 yenes, estudiantes de secundaria o menores, entrada gratuita
- Cómo llegar: 30 minutos en un autobús municipal con destino a las ruinas de Sannai Maruyama desde la estación JR Aomori, 30 minutos a pie desde la estación JR Shin-Aomori o 15 minutos en el autobús Nebutan-gō
Reportaje, texto y fotografías: equipo editorial de nippon.com
(Traducido al español del original en japonés.)