Dannoura, el campo de batalla donde fue aniquilado el clan Taira
Guíade Japón
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Dannoura, una zona marítima complicada donde la corriente es muy rápida
El escenario final de las guerras Genpei fue Dannoura. Este topónimo se conserva hoy en Dannoura-chō, dentro de la ciudad de Shimonoseki, en la prefectura de Yamaguchi. Se encuentra en concreto en el lado de Honshū del puente Kanmon que conecta la isla principal de Japón con Kyūshū, sobre el estrecho homónimo, y en la orilla norte de la zona conocida como Hayatomo-no-Seto.
Las ruinas del antiguo campo de batalla de Dannoura se encuentran en el parque Mimosusogawa, junto a Dannoura-chō. Entre los puntos de referencia se encuentran las estatuas de Minamoto no Yoshitsune saltando entre ocho barcos y Taira no Tomomori sosteniendo un ancla. Junto a ellas hay un monumento de piedra que marca el lugar desde el que el Emperador Antoku se lanzó al mar. Este monumento tiene inscrito el poema de despedida compuesto por su abuela, la monja Nii (Taira No Tokiko).
Las mareas cambian cuatro veces al día en el estrecho de Kanmon, especialmente en Hayatomo-no-Seto, donde la corriente es rápida, lo que la convierte en una zona marítima complicada. Las Guerras Genpei duraron seis años hasta la batalla de Dannoura en 1185, y los Taira llevaban una racha de pérdidas desde la batalla de Ichinotani del año anterior. Estaban acorralados, pero en Dannoura utilizaron las corrientes de la marea para llevar a cabo una batalla predominante en un principio. Los Minamoto fueron capaces de resistir un feroz ataque y pudieron mantener una larga batalla. Entonces, la marea cambió y la situación se invirtió rápidamente. Los del clan Taira, ahora totalmente derrotados, se terminaron lanzando al mar.
El hermanastro de Kiyomori, Noritsune, intentó llevar al mar al comandante enemigo Yoshitsune, pero éste saltó a un barco aliado que estaba a 6 metros de distancia y escapó. En el Heike Monogatari (Cantar de Heike), escrito en el periodo Kamakura (1185-1333), solo saltó una vez, pero más tarde se exageró a “ocho barcos uno tras otro”, dando lugar a la leyenda del “salto entre ocho barcos”.
El fin del clan Taira a través de las últimas palabras de despedida
La monja Nii fue la esposa de Taira Kiyomori y la abuela del emperador Antoku. Cuentan que abrazó al emperador Antoku, que solo tenía ocho años, y compuso un poema de despedida: “Ahora sabrá que hay una capital imperial bajo las olas para Ud. que tiene el linaje del Mimosusogawa”. El origen del nombre de la aldea, “Mimosusogawa”, es otro de los nombres con los que se conoce al río Isuzu, que fluye a través de la zona sagrada del Santuario de Ise. Los dos entraron juntos en el agua mientras ella le decía a su nieto, descendiente del Emperador y del clan Taira de Ise, que había “una capital imperial en el fondo del mar”.
Las últimas palabras de Tomomori son famosas también. Después de ver cómo su madre, su sobrino, su hermana Kenreimonin (madre del emperador Antoku) y muchos de sus vasallos se arrojaban al mar, se preparó para suicidarse diciendo que ya había visto todo lo que debería ver en vida. Hoy en día, la palabra se ha convertido en un aforismo para expresar la sensación de haber gozado de toda la vida. El Cantar de Heike narra que Tomomori llevaba una pesada armadura de doble capa para evitar que su cuerpo flotara y fuera humillado. Con el tiempo, esto también se ha transformado en una famosa escena en el mundo del teatro nō y del kabuki, donde se hunde con un ancla.
En el parque de Mimosusoga hay unos enormes cañones Chōshū. A finales de la era Edo, se construyó en este lugar la fortaleza de Dannoura, escenario de la Guerra de Shimonoseki que comenzó en 1863. El feudo de Chōshū sucumbió al ser bombardeado por la flota combinada de Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia y Holanda. Este dominio fue testigo del poder de la civilización occidental y cambió su postura de espantar las fuerzas extranjeras a abrir el país, lo que condujo a la Restauración Meiji centrada en la alianza Satchō (entre los dominios feudales de Satsuma y Chōshū). Dannoura fue la escena que abrió el mundo de los samuráis, pero también fue el lugar que tiene una relación estrecha con el fin de este.
Visitando lugares relacionados con la batalla
A 1 kilómetro desde las ruinas del antiguo campo de batalla de Dannoura al oeste de la Ruta Nacional 9, se encuentra el santuario de Akama (Amidaji-chō, ciudad de Shimonoseki) dedicado al emperador Antoku. La Puerta de Suitenmon, que parece sacada del cuento de Urashima Tarō, recuerda a la capital imperial del fondo del mar del poema de despedida de la monja Nii. Dentro del terreno del santuario encontramos Nanamorizuka, una tumba que rinde homenaje al clan Taira. Junto al santuario de Akama está la tumba del Emperador Antoku, el mausoleo de Amida, el único mausoleo imperial de la región de Chūgoku.
Al este de las ruinas de la batalla de Dannoura hay un monumento de piedra en la Ruta Nacional 9 que reza “Heike no Ippaimizu”, y al bajar a la costa hay un pequeño torii y un santuario en la orilla del mar. Un guerrero Taira que consiguió llegar a la orilla encontró un manantial en este lugar. Se cuenta que después de beber con frenesí el primer sorbo de una deliciosa agua dulce, el segundo se convirtió en agua de mar.
En el segundo mirador del Parque Mekari se encuentra un enorme mural llamado “Rollo de pintura de la batalla de Genpei Dannoura”. Por la noche se ilumina y se puede disfrutar de la hermosa vista nocturna del estrecho de Kanmon.
(Traducido al español del original en japonés. Reportaje, artículo y fotografías del Departamento Editorial de nippon.com.)