Zōjōji, el templo familiar del clan Tokugawa en el centro de Tokio

Turismo

El templo Zōjōji, en pleno centro de Tokio, es guardián del sepulcro de los shogunes del clan Tokugawa. También es la sede de la secta Jōdo y, por lo tanto, es un lugar de prácticas budistas. Al mismo tiempo, es un paraje muy popular para fotos de Instagram ya que tiene de fondo la torre de Tokio.

El templo San’enzan Kōdo-in Zōjōji (parque de Shiba, distrito de Minato) es uno de esos lugares que las personas reconocen perfectamente, pero que nunca han visitado.

Su ubicación, muy cercana a la torre de Tokio, y su imponente portal principal de color bermellón que da a la avenida Hibiya, son muy conocidos, pero pocos se han adentrado en su recinto.

El portal Sangedatsumon, conocido coloquialmente como Sanmon, mide 19,5 metros de ancho y 21 metros de alto. Fue construido en 1622 y es patrimonio cultural de importancia de Japón.
El portal Sangedatsumon, conocido coloquialmente como Sanmon, mide 19,5 metros de ancho y 21 metros de alto. Fue construido en 1622 y es patrimonio cultural de importancia de Japón.

Al otro lado del portal se extiende el recinto repleto de naturaleza. El gran pino Grant, al centro, fue plantado en 1879 para conmemorar la visita al templo del comandante general Ulysses Grant, decimoctavo presidente de Estados Unidos.
Al otro lado del portal se extiende el recinto repleto de naturaleza. El gran pino Grant, al centro, fue plantado en 1879 para conmemorar la visita al templo del comandante general Ulysses Grant, decimoctavo presidente de Estados Unidos.

El monje Matsunaga Hakuchō, director del departamento de visitas religiosas del Zōjōji, comenta humildemente que no considera que su templo sea precisamente el mejor lugar para hacer turismo ya que, desgraciadamente, la mayoría de los edificios históricos fueron consumidos por el fuego durante la Segunda Guerra Mundial. No obstante, es uno de los templos más conocidos de Tokio por ser sede de la secta Jōdo y por ser el templo familiar del clan Tokugawa. El Zōjōji cuenta con majestuosos pabellones, los sepulcros de seis shogunes Tokugawa, así como los de Gō, esposa de Hidetada, segundo shogun Tokugawa, y de Chikako, princesa Kazu, esposa del decimocuarto shogun Tokugawa Iemochi, entre muchos otros tesoros. Pero, sobre todo, este templo es un remanso de paz, algo poco común en pleno centro de Tokio.

Gracias a las redes sociales, más personas se han acercado al Zōjōji ya que desde su recinto se puede capturar una imagen coprotagonizada por un edificio de arquitectura budista y la torre de Tokio, símbolo de la capital japonesa. A pesar de esto, son pocos los que hacen una visita formal al templo. El monje Matsunaga desea que la gente visite el templo de manera casual, pero sin olvidar ciertas formalidades. Para esto nos recomienda que antes de pasear y tomar fotos en el recinto y como muestra de respeto, recite la invocación “namu Amida butsu” frente a la imagen de Amitabha en la capilla principal.

Desde el amplio recinto del Zōjōji se puede disfrutar en un mismo plano de la vista del pabellón principal y de la torre de Tokio.
Desde el amplio recinto del Zōjōji se puede disfrutar en un mismo plano de la vista del pabellón principal y de la torre de Tokio.

El monje Matsunaga, nuestro guía dentro del Zōjōji.
El monje Matsunaga, nuestro guía dentro del Zōjōji.

La relación con el clan Tokugawa hizo florecer el templo Zōjōji

Según los preceptos de la secta Jōdo, cualquier persona que recite la invocación “namu Amida butsu” tendrá asegurada la entrada al paraíso, conocido como la Tierra Pura en dicha escuela. Esta secta fue fundada en el año 1175 por el monje Hōnen, inspirado por las ideas del monje chino Zendō.

En el centro de la capilla de adoración del pabellón principal del Zōjōji se encuentra una estatua de madera de Amitabha, a quien está dedicado el pabellón. A ambos lados de esta, están consagradas sendas estatuas de los grandes maestros Hōnen y Zendō.

El majestuoso pabellón principal con la torre de Tokio al fondo. Recientemente, este dio que hablar ya que se convirtió en el escenario de la pasarela en línea de la colección primavera verano 2021 del diseñador de moda Atsushi Nakashima.
El majestuoso pabellón principal con la torre de Tokio al fondo. Recientemente, este dio que hablar ya que se convirtió en el escenario de la pasarela en línea de la colección primavera verano 2021 del diseñador de moda Atsushi Nakashima.

El interior del pabellón principal también es imponente. A los lados de la estatua de Amitabha, a quien está consagrado este pabellón, están los grandes maestros Hōnen y Zendō (izquierda y derecha, respectivamente).
El interior del pabellón principal también es imponente. A los lados de la estatua de Amitabha, a quien está consagrado este pabellón, están los grandes maestros Hōnen y Zendō (izquierda y derecha, respectivamente).

La estatua de madera de Amitabha es patrimonio cultural de Tokio. Se dice que fue tallada durante el periodo Muromachi (1336-1573).
La estatua de madera de Amitabha es patrimonio cultural de Tokio. Se dice que fue tallada durante el periodo Muromachi (1336-1573).

El templo Zōjōji fue establecido en el año 1393 por Shōsō, gran maestro y monje de octava generación de la secta Jōdo. Eligió como ubicación el área de Kaizuka, provincia de Musashi (actualmente zona de Kioichō, distrito de Chiyoda), al oeste del castillo de Edo. Desde su fundación, el templo era la sede de la secta Jōdo en la zona este de Japón, pero su florecimiento real se dio a partir de 1590, cuando Tokugawa Ieyasu se trasladó a Edo.

La relación de los Tokugawa con la secta Jōdo se remonta a los tiempos del clan Matsudaira (establecido en Mikawa, este de la prefectura de Aichi), su linaje ascendente, cuyos miembros ya eran fervorosos creyentes de esta escuela. De acuerdo con el monje Matsunaga, antes de trasladarse a Edo, Ieyasu solicitó consejo al Daijuji (ciudad de Okazaki, prefectura de Aichi), templo familiar de los Matsudaira, donde le dieron referencias del Zōjōji. El templo Daijuji fue establecido por Gutei, uno de los discípulos nieto del gran maestro Shōsō, quien después se convertiría en el monje mayor de vigésimo tercera generación a cargo del Chion-in de Kioto, templo hermano del Zōjōji. El Zōjōji se encontraba muy cerca del castillo de Edo, residencia de Ieyasu. El shogun quedó fascinado con Zonnō, el monje titular, y decidió hacer del Zōjōji su templo familiar.

Al centro se puede apreciar un retrato de Tokugawa Ieyasu dentro de sala de exhibiciones del Zōjōji. A la izquierda, una carta de Ieyasu en la que expresa su alegría porque el monje Zonnō recibió el título de kokushi por parte del emperador (las piezas de la exposición varían según la temporada).
Al centro se puede apreciar un retrato de Tokugawa Ieyasu dentro de sala de exhibiciones del Zōjōji. A la izquierda, una carta de Ieyasu en la que expresa su alegría porque el monje Zonnō recibió el título de kokushi por parte del emperador (las piezas de la exposición varían según la temporada).

El templo fue trasladado a su ubicación actual en la zona de Shiba en 1598, antes de que Ieyasu se convirtiera en shogun. Se dice que para proteger el castillo de Edo de la entrada de espíritus malignos, el Gobierno de Tokugawa estableció el Zōjōji en dirección suroeste y, en 1625, el templo Kan’eiji en dirección noreste, ambas consideradas localizaciones no auspiciosas.

Tras su muerte, Ieyasu fue consagrado como deidad en el santuario de Nikkō Tōshō-gū (prefectura de Tochigi), por lo que el mausoleo de Taitoku-in, dedicado al shogun Hidetada, fue el primer sepulcro del clan Tokugawa del que el Zōjōji estuvo a cargo.  Iemitsu, tercer shogun Tokugawa, tiene su tumba en el templo Rinnōji de Nikkō, y algunos otros shogunes Tokugawa fueron enterrados en el templo Kan’eiji, por lo que en el Zōjōji descansan los restos de Ienobu, Ietsugu, Ieshige, Ieyoshi e Iemochi; sexto, séptimo, noveno, decimosegundo y decimocuarto shogunes Tokugawa, respectivamente. Cada uno de ellos contaba con un imponente sepulcro. Desgraciadamente, todos se perdieron en incendios durante la Segunda Guerra Mundial y posteriormente fueron enterrados en conjunto en el sepulcro de los shogunes Tokugawa.

Además de seis shogunes, en el Zōjōji también están las tumbas de algunas de las consortes del clan Tokugawa, como Gō o la princesa Kazu.
Además de seis shogunes, en el Zōjōji también están las tumbas de algunas de las consortes del clan Tokugawa, como Gō o la princesa Kazu.

El portal Sōmon del antiguo mausoleo Taitoku-in (nombre póstumo del shogun Hidetada) sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial. Se localiza dentro del parque Shiba, a la entrada del hotel The Prince Tower Tokyo y es administrado por el Tokyo Prince Hotel.
El portal Sōmon del antiguo mausoleo Taitoku-in (nombre póstumo del shogun Hidetada) sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial. Se localiza dentro del parque Shiba, a la entrada del hotel The Prince Tower Tokyo y es administrado por el Tokyo Prince Hotel.

El Zōjōji llegó a ocupar 82 hectáreas durante el periodo Edo

La extensión del templo Zōjōji aumentaba con cada nuevo mausoleo para un shogun Tokugawa. El portal Sangedatsumon, que ahora es la puerta principal, era originalmente un portal en el centro del recinto. El antiguo portal principal, Daimon, se encuentra en las inmediaciones de la estación de metro del mismo nombre de las líneas Toei Asakusa y Ōedo. La distancia que separaba el portal Sangedatsumon del Daimon, en dirección este, era de 108 ken (unos 195 metros), la misma cifra que los 108 pensamientos mundanos según la tradición budista. En ese trecho se encontraban muchos subtemplos.

A principios del periodo Meiji, parte de los terrenos del templo fueron expropiados por el Gobierno y el portal Daimon fue cedido a la entonces prefectura de Tokio. El portal fue devuelto por el Gobierno metropolitano de Tokio al Zōjōji en el año 2016.
A principios del periodo Meiji, parte de los terrenos del templo fueron expropiados por el Gobierno y el portal Daimon fue cedido a la entonces prefectura de Tokio. El portal fue devuelto por el Gobierno metropolitano de Tokio al Zōjōji en el año 2016.

Hacia el norte, el templo se extendía hasta la avenida del portal Onarimon, donde ahora se ubica el estacionamiento del Tokyo Prince Hotel. Este portal es conocido porque también comparte nombre con una estación del metro de la línea Toei Mita y porque originalmente era la entrada exclusiva de los shogunes. Hacia el sur, el Zōjōji se extendía hasta lo que ahora es el parque de Shiba y los terrenos del The Prince Park Tower Tokyo y, al oeste, hasta los pies de la torre de Tokio. En total, el templo ocupaba más de 82 hectáreas. En su interior había 48 subtemplos y 100 dormitorios para 3.000 monjes ascetas que se encontraban permanentemente ahí. Además, el templo poseía propiedades en lugares como Komagome, Meguro y Kawasaki, donde producían más de 10.000 koku de arroz.

El portal Nitenmon del mausoleo Yūsō-in, dedicado a Ietsugu, séptimo shogun Tokugawa, da a la avenida Hibiya y es patrimonio cultural de importancia de Japón (actualmente es administrado por el Tokyo Prince Hotel).
El portal Nitenmon del mausoleo Yūsō-in, dedicado a Ietsugu, séptimo shogun Tokugawa, da a la avenida Hibiya y es patrimonio cultural de importancia de Japón (actualmente es administrado por el Tokyo Prince Hotel).

El parque Shiba fue uno de los primeros parques designados, junto al de Ueno y otros, por el Gobierno de Japón. El parque Shiba era parte del recinto del Zōjōji, pero ahora es un oasis dentro de la metrópolis. A la izquierda, el hotel The Prince Park Tower Tokyo.
El parque Shiba fue uno de los primeros parques designados, junto al de Ueno y otros, por el Gobierno de Japón. El parque Shiba era parte del recinto del Zōjōji, pero ahora es un oasis dentro de la metrópolis. A la izquierda, el hotel The Prince Park Tower Tokyo.

Encontrar las malvas de tres hojas en el Zōjōji

El recinto del templo está repleto de encuentros y descubrimientos que le harán perder la noción del tiempo. Para su visita proponemos la siguiente ruta: primero, purifique sus manos, cuerpo y espíritu en el pabellón de abluciones, que es parte del mausoleo Seiyō-in, en honor de Tsunashige, tercer hijo de Iemitsu y señor feudal de Kōfu. Enfrente encontrará un monumental campanario que alberga una campana acuñada en 1673, una de las más grandes del este de Japón.

Entre otras construcciones que sobrevivieron a la destrucción de la Segunda Guerra Mundial se pueden mencionar el portal Kuromon, construido entre los años 1648 y 1652, y el repositorio de sutras que fue construido en 1613 y reconstruido en 1799.

El pabellón de abluciones es una relevante construcción que nos permite imaginar el estilo arquitectónico que tenían los mausoleos de los shogunes Tokugawa.
El pabellón de abluciones es una relevante construcción que nos permite imaginar el estilo arquitectónico que tenían los mausoleos de los shogunes Tokugawa.

La gran campana, una de las tres más famosas de Edo.
La gran campana, una de las tres más famosas de Edo.

El portal Kuromon, una donación de Iemitsu, tercer shogun Tokugawa, se encuentra al sur del portal Sangedatsumon.
El portal Kuromon, una donación de Iemitsu, tercer shogun Tokugawa, se encuentra al sur del portal Sangedatsumon.

El repositorio de sutras también fue una donación del clan Tokugawa y ahora es patrimonio cultural material de Tokio.
El repositorio de sutras también fue una donación del clan Tokugawa y ahora es patrimonio cultural material de Tokio.

Además del pabellón principal, también debe visitar el pabellón Ankoku que toma su denominación del nombre póstumo de Ieyasu, Ankoku-in. En el centro se encuentra una estatua negra secreta de Bodhisatva que se exhibe al público en contadas ocasiones. La estatua es una obra del monje Genshin (942-1047), quien estableció los principios de la secta Jōdo. Ieyasu sentía especial fervor por esta, su buda de cabecera.

Tanto en las tejas del pabellón Ankoku como en el portal Inuki del sepulcro de los shogunes Tokugawa, entre otros lugares, están grabadas malvas de tres hojas. Uno de los atractivos de visitar el Zōjōji es buscar el blasón de los Tokugawa en su templo familiar.

En el pabellón Ankoku, que se utiliza en ceremonias fúnebres y otros servicios religiosos, también podrá adquirir amuletos y tablillas sagradas.
En el pabellón Ankoku, que se utiliza en ceremonias fúnebres y otros servicios religiosos, también podrá adquirir amuletos y tablillas sagradas.

La estatua que resguarda la imagen del Bodhisatva secreto. Se exhibe al público solo tres veces al año, el día 15 de los meses de enero, mayo y septiembre.
La estatua que resguarda la imagen del Bodhisatva secreto. Se exhibe al público solo tres veces al año, el día 15 de los meses de enero, mayo y septiembre.

Debajo de la teja de ogro del techo del pabellón Ankoku se encuentra una malva de tres hojas, blasón del clan Tokugawa.
Debajo de la teja de ogro del techo del pabellón Ankoku se encuentra una malva de tres hojas, blasón del clan Tokugawa.

La puerta de bronce Inukimon, entrada al sepulcro de los shogunes Tokugawa. Fue trasladada desde el interior del mausoleo Bunshō-in , en honor de Ienobu, sexto shogun Tokugawa.
La puerta de bronce Inukimon, entrada al sepulcro de los shogunes Tokugawa. Fue trasladada desde el interior del mausoleo Bunshō-in , en honor de Ienobu, sexto shogun Tokugawa.

Vislumbrar el pasado del Zōjōji a través de sus tesoros

El Zōjōji es un paraíso para los amantes de la historia. En su recinto encontrará, entre otras cosas, pagodas, monumentos de piedra, una casa de té relacionada de la princesa Kazu, el santuario Yuya y un monumento para los miembros de la división “me” de la brigada de bomberos que fallecieron en el desempeño de sus labores.

El monje Matsunaga comenta que las mil estatuas de los kosodate jizō son especialmente populares entre los extranjeros. Se trata de 1.300 estatuas de Ksitigarbha ofrendadas para pedir por el la salud de los niños y por el descanso eterno de los fetos muertos.

El santuario Yuya, que sirve como protección para el Zōjōji, fue construido en 1624.
El santuario Yuya, que sirve como protección para el Zōjōji, fue construido en 1624.

El monumento en honor de los miembros de la división “me” fallecidos en el desempeño de su labor, fue construido en 1716. Esta división formaba parte de la brigada de bomberos de la ciudad y gozaba de una fama sobresaliente por un episodio en el que sus miembros se enfrentaron con luchadores de sumo. Este hecho fue adaptado a obras de teatro e historias de trovadores.
El monumento en honor de los miembros de la división “me” fallecidos en el desempeño de su labor, fue construido en 1716. Esta división formaba parte de la brigada de bomberos de la ciudad y gozaba de una fama sobresaliente por un episodio en el que sus miembros se enfrentaron con luchadores de sumo. Este hecho fue adaptado a obras de teatro e historias de trovadores.

Las estatuas kosodate jizō empezaron a colocarse en 1975. Cuando el viento hace girar al unísono sus molinillos nos regalan una imagen espectacular.
Las estatuas kosodate jizō empezaron a colocarse en 1975. Cuando el viento hace girar al unísono sus molinillos nos regalan una imagen espectacular.

Para ahondar aun más en la historia del Zōjōji se recomienda visitar la exposición de los tesoros del templo que se encuentra en el sótano del pabellón principal. En el centro de la exposición, que cuenta con un gran número de piezas valiosas, hay una maqueta a escala 10:1 del mausoleo Daitoku-in.

Esta fue hecha por estudiantes del Colegio de Artes de Tokio (actualmente Universidad de Artes de Tokio) en 1910 para la exposición nipobritánica. Se dice que estuvo resguardada por la casa real británica por casi un siglo. La sala de exhibiciones fue inaugurada en el año 2015, en el cuarto centenario de la muerte de Ieyasu, y ahí se exhibió por primera vez la maqueta. El mausoleo, que se dice que sirvió como inspiración para el santuario de Nikkō Tōshō-gū, fue reproducido de una manera tan fidedigna en esta maqueta que nos permite vislumbrar el pasado glorioso del Zōjōji.

A la entrada de la exposición puede admirar la caligrafía del maestro Yanagida Taiun y obras de la artista Shinoda Tōkō.
A la entrada de la exposición puede admirar la caligrafía del maestro Yanagida Taiun y obras de la artista Shinoda Tōkō.

Se exponen de manera secuencial las 100 pinturas gohyakurakan (los 500 discípulos de Buda) de Kanō Kazunobu.
Se exponen de manera secuencial las 100 pinturas gohyakurakan (los 500 discípulos de Buda) de Kanō Kazunobu.

Su papel como centro de prácticas budistas sigue vigente

Aunque se espera que el templo, con todos sus atractivos, se convierta en un lugar turístico por excelencia, el monje Matsunaga recalca que su cometido primordial sigue siendo el de ser sede de la secta Jōdo.

Desde la antigüedad, el Zōjōji es la sede de los 18 distritos de la secta en Kantō y las regiones hacia el norte. Es, junto con el Chion’in, la sede general de la secta en Kioto, un lugar de prácticas budistas. Los monjes aprendices que desean ser ordenados dentro de la secta Jōdo deben cumplir con tres semanas de prácticas finales en alguno de los dos templos. En la actualidad, cerca de 100 personas al año cumplen con su periodo de entrenamiento en el Zōjōji y, posteriormente, son despachados a templos en todo el país.

Como parte de las celebraciones por los 850 años de la fundación de la secta Jōdo se tiene previsto comenzar con la limpieza de las tejas del pabellón principal y la reparación del portal Sangedatsumon.

Nuestro guía reitera su deseo de que el Zōjōji siga cumpliendo con su función como sede de la secta, pero que también sea un lugar que atraiga a un gran número de personas. En el marco del 850.º aniversario de la secta Jōdo, que se celebrará en 2025, el monje Matsunaga espera que más gente se acerque a los preceptos de la escuela. Por último, nos dice que ya que la iluminación de la torre de Tokio cambia según la temporada, no importa cuántas veces visite el Zōjōji, siempre podrá disfrutar de un paisaje distinto.

A la izquierda del pabellón principal se encuentra el pabellón Kōshō, que alberga una sala de prácticas y un auditorio.
A la izquierda del pabellón principal se encuentra el pabellón Kōshō, que alberga una sala de prácticas y un auditorio.

La cambiante iluminación de la torre de Tokio da variedad a las noches en el templo Zōjōji.
La cambiante iluminación de la torre de Tokio da variedad a las noches en el templo Zōjōji.

Templo San’enzan Kōdo-in Zōjōji

  • Dirección: Shiba Kōen 4-7-35, distrito de Minato, Tokio.
  • Horarios: pabellón principal, de 6 a.m. a 5:30 p.m.; pabellón Ankoku, de 9 a.m. a 5 p.m.
  • Sepulcro de los shogunes Tokugawa: de lunes a viernes, de 11 a. m. a 3 p. m.; sábados, domingos y días festivos, de 10 a. m. a 4 p. m.; cerrado los martes (abierto en caso de ser día festivo). Entrada: 500 yenes, adultos.
  • Sala de exposiciones: de lunes a viernes, de 11 a. m. a 3 p. m.; sábados, domingos y días festivos, de 10 a. m. a 4 p. m.; cerrado los martes (abierto en caso de ser día festivo). Entrada: 700 yenes, en general.
  • Cómo llegar: 3 minutos a pie de las estaciones Onarimon o Shibakōen de la línea Mita del metro Toei. 5 minutos a pie desde la estación Daimon de la línea Asakusa o la línea Ōedo del metro Toei. 10 minutos a pie desde la estación Hamamatsuchō de JR o del monorriel de Tokio.

Reportaje, texto y fotos: equipo editorial de nippon.com.

Tokio Templos Torre de Tokio Tokugawa