
Donde habitan los dioses: la roca Kameishi del santuario Udo
Guíade Japón
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Una cueva arqueológica sagrada que representa el amor de una madre
Viajando 40 minutos en coche por la costa de Nichinan desde Aoshima (prefectura de Miyazaki), escenario del mito de Hoori (nieto de la diosa Amaterasu, también llamado Yamasachihiko), llegamos a Udozaki, donde se desarrolla la continuación de su historia. El accidentado paisaje natural, con sus numerosas rocas gigantes de formas extrañas, ha sido objeto de veneración desde la antigüedad. Entre sus acantilados se halla el santuario Udo.
El pabellón principal del santuario de Udo está dentro de una cueva, protegido por un pórtico torii (izquierda). Fotografía: Ōsaka Hiroshi.
El pabellón principal está dentro de una cueva excavada en el acantilado. Está dedicado a Ugayafukiaezu, hijo de Hoori y Toyotama-hime, hija del dios del mar. Decorado con abigarradas pinturas y esculturas, el edificio aparece entre las sombras al entrar en la cueva.
El santuario recibe constantemente la visita de devotos que acuden a rezar por un parto seguro y el buen desarrollo de sus hijos, como marca la tradición. Fotografía: Ōsaka Hiroshi.
Del techo de la cueva sobresalen unas protuberancias redondeadas. Dice la leyenda que Toyotama-hime, al separarse de su hijo recién nacido para marcharse al palacio del dios del mar, dejó allí sus dos pechos. Cuando uno se acerca, puede ver una gotera como una bolita que lagrimea lentamente sin hacer ruido.
Vistas al mar desde el interior de la cueva. Fotografía: Ōsaka Hiroshi.
Kameishi, una roca que concede deseos
Al salir de la penumbra de la cueva, la deslumbrante luz del sol sureño se reflejaba en el mar haciéndolo brillar. Una ristra de rocas peculiares flanqueaba la costa. Una de ellas era la gigantesca Kameishi (‘roca de la tortuga’), de la que se cuenta que era una gran tortuga que Toyotama-hime trajo del palacio del dios del mar cuando fue a dar a luz.
ocas de forma peculiar frente al pabellón principal del santuario. La del medio, coronada por una cuerda shimenawa, es Kameishi. Fotografía: Ōsaka Hiroshi.
En el lomo de Kameishi hay un agujero cuadrado rodeado de una cuerda shimenawa. Se dice que, si se tira un undama sin esmaltar con una mano ―los hombres con la izquierda, las mujeres con la derecha― desde el acantilado y se acierta en la cavidad, se cumple un deseo. Los undama los elaboran a mano los estudiantes de primaria de la zona y el dinero que pagan quienes los lanzan como ofrenda se invierte en gastos escolares, por lo que son un recurso de apoyo a su educación.
En la continuación del mito, Ugayafukiaezu llega a la edad adulta y tiene cuatro hijos. Uno de ellos es Kamuyamato Iwarebiko, que más tarde se convierte en el primer emperador de Japón según la leyenda, el emperador Jinmu. Existen varias teorías sobre dónde lo enterraron, pero su mausoleo se halla en el monte Ahirayama, que ha sido objeto de plegaria en Udozaki desde tiempos antiguos.
Los undama se crearon a mediados de la era Shōwa (1926-1989) para sustituir las monedas que se lanzaban para pedir deseos. Fotografía: Ōsaka Hiroshi.
Los undama se lanzan desde el acantilado a un agujero cuadrado de unos 60 centímetros de lado que está a 12 metros de distancia. Fotografía: Ōsaka Hiroshi.
Santuario Udo
- Divinidades a las que se consagra: Hikonagisatake Ugayafukiaezu no Mikoto
- Dirección: Miyaura 3232, Nichinan-shi, Miyazaki-ken
Aunque se desconoce el origen del santuario, toda la zona de Udosaki se ha considerado sagrada desde tiempos inmemoriales. En el año 782, el emperador Kanmu le puso el nombre de Udosan Daigongen Ahirayama Ninnō Gokoku-ji reconociéndolo como templo budista y se convirtió en un lugar sagrado de sincretismo entre el sintoísmo y el budismo. El nombre actual se adoptó a principios de la era Meiji (1868-1912), con el decreto de separación del budismo y el sintoísmo. En 2017, toda la zona con el recinto del santuario incluido fue designada como enclave nacional de belleza paisajística.
Reportaje, texto y edición: Kitasaki Jirō.
Fotografía del encabezado: La roca Kameishi del santuario Udo. Fotografía: Ōsaka Hiroshi.
(Traducido al español del original en japonés.)