La cortesía tradicional de Japón

La costumbre de quitarse los zapatos antes de entrar en casa

Cultura Vida

Esta serie va más allá de los simples procedimientos para descubrir la esencia de varios usos y costumbres japoneses desde sus orígenes. En esta entrega presentamos costumbres relacionadas con la entrada de la casa, como la prohibición de entrar con zapatos de calle.

Las características de las casas japonesas, dictadas por el clima

La costumbre japonesa de descalzarse antes de entrar en edificios como viviendas, posadas o templos, además de las salas con tatami de algunos restaurantes, es de sobra conocida en el extranjero. Sentarse en el suelo para comer, o dormir sobre un futon, un tipo de colchón sin somier, son prácticas arraigadas desde antaño.

En otros países también existe la costumbre de quitarse los zapatos en el interior de las casas. El suelo de tierra o piedra de la entrada (genkan doma o tataki), donde se descalza quien entra es, no obstante, algo único de las casas japonesas, así como el escalón que separa esa parte del resto de la casa.

Los nombres de las partes de la entrada

Genkan de una casa. (PIXTA)
Genkan de una casa. (PIXTA)

  1. Genkan doma / tataki: espacio para calzarse y descalzarse.
  2. Agarikamachi: escalón que separa el interior de la casa del exterior. También se usa para sentarse al calzarse o descalzarse, y también evita que entre polvo o tierra.
  3. Shikidai: sirve de escalón si la diferencia de altura entre las partes 1 y 2 es demasiado grande.
  4. Genkan hōru: suelo del interior. Los visitantes suelen ponerse las zapatillas en esta sección.

En Japón los veranos son muy húmedos y los inviernos secos, por lo que desde hace mucho las viviendas se fabrican de madera, material que ayuda a controlar la humedad. Para poder construir la casa con un suelo elevado, de modo que la madera del suelo no se vea dañada por la humedad de la tierra, se construye en el genkan una parte a diferente altura. Este escalón se denomina agarikamachi, y a menudo cuenta con un revestimiento de madera decorativa.

Incluso en los complejos de viviendas donde la estructura hace que no sea necesario elevar el suelo, la instalación del agarikamachi como lugar indicado para quitarse los zapatos expresa un claro sentido de limpieza, de no querer que las impurezas del exterior entren en la casa. El genkan, la entrada misma, demarca también un límite psicológico entre lo que está dentro y lo que está fuera, al igual que hace un pórtico torii en un santuario.

Si el visitante no es una persona muy cercana a los habitantes de la casa y el asunto que lo trae no requiere mucho tiempo es normal recibirlo en el propio genkan. En algunas casas este se convierte incluso en un sencillo recibidor, con cuadros, fotografías o flores de adorno sobre el armario de los zapatos.

Se suele usar el armario de los zapatos para colocar adornos. (PIXTA)
Se suele usar el armario de los zapatos para colocar adornos. (PIXTA)

Tener cuidado para no ensuciar

Se debe evitar subir descalzo al hogar que se visita, para no llevar suciedad del exterior. En verano, por ejemplo, resulta muy común llevar sandalias y otros tipos de calzado parecido, así que se pueden llevar calcetines o medias en una bolsa para ponérselos en caso necesario al entrar, y no cometer una descortesía. Hasta cierta época de la era Meiji (1868-1912), cuando era aún habitual llevar sandalias de paja o esterilla, los visitantes se lavaban los pies al llegar, en el doma, y ya limpios se ponían unos tabi (calcetines con el pulgar separado) limpios.

También debemos quitarnos el abrigo en el genkan para evitar esa suciedad del exterior. Por esa misma razón, los regalos que llevemos deben sacarse del furoshiki o del bolso y entregarse después de saludar formalmente, ya en el interior de la vivienda. Las plantas y productos frescos que queramos regalar deben entregarse en la entrada, para evitar que la tierra y los olores entren en el salón.

Es importante utilizar solo las manos al quitarse y alinear los zapatos, y tener cuidado de no girar el trasero hacia el anfitrión.

Cómo quitarse el calzado en una visita

Ilustración: Satō Tadashi.
Ilustración: Satō Tadashi.

  • Nos quitamos el calzado del pie del lado más alejado de la persona que nos ha recibido, y subimos (así, si tropezamos, es menos probable que haya contacto con la otra persona).
  • Al descalzarnos no debemos apoyar el talón; nos ponemos en cuclillas y utilizamos las manos si es necesario. No debemos girarnos hacia el anfitrión.
  • Si nos resulta difícil ponernos en cuclillas, nos disculpamos y nos sentamos en el agarikamachi. Al hacerlo, inclinamos el cuerpo para que el trasero no mire hacia el anfitrión.
  • Cuando ambos pies estén colocados sobre el agarikamachi, nos arrodillamos de modo que nuestro trasero no de al anfitrión. Con una mano colocamos los zapatos mirando hacia fuera, en el extremo más alejado del anfitrión o en el lateral del armario de zapatos.
  • Si han preparado zapatillas para nuestro uso, nos las ponemos.

Al salir

  • Nos quitamos las zapatillas y nos ponemos los zapatos mirando hacia el genkan.
  • Cuando nos hayamos calzado, colocamos las zapatillas mirando hacia el interior de la casa, alejadas del anfitrión.

Las puertas que se abren hacia fuera, posible sinónimo de seguridad

Las puertas orientadas hacia el exterior están diseñadas estructuralmente de forma que las bisagras quedan en el lado exterior, y pueden romperse para entrar. Por lo tanto la apertura hacia dentro se suele elegir en todo el mundo, por razones de seguridad, ya que es más fácil detener a un posible intruso bloqueando la puerta con el cuerpo o con un objeto pesado. En Japón la puerta principal debe abrirse hacia fuera para dejar espacio en el que quitarse y ponerse los zapatos, pero por suerte esto también es señal de que la seguridad es tan alta que abrir la puerta hacia fuera no supone ningún problema.

Quizá no sea buena idea abrir hacia fuera. (PIXTA)
Quizá no sea buena idea abrir hacia fuera. (PIXTA)

Aunque pueda parecer aún más imprudente, la mayoría de las entradas a las casas japonesas son, para empezar, de puerta corredera. Hasta hace poco las relaciones de vecindad eran muy estrechas, y en muchas casas se salía a hacer recados sin cerrar la puerta, tras avisar al vecino. Tampoco era infrecuente dejar ventanas y puertas abiertas para ventilar.

Es parte de la curiosa mentalidad japonesa separar claramente el exterior del hogar, en la entrada, mientras que “las tres casas de enfrente y las dos a ambos lados” se consideran parte del círculo social interno.

Antes las casas japonesas tenían puertas correderas de madera o papel, para ventilar. (PIXTA)
Antes las casas japonesas tenían puertas correderas de madera o papel, para ventilar. (PIXTA)

Superivisón: Shibazaki Naoto

Profesor asociado de la Escuela de Graduados de la Universidad de Gifu. Especializado en investigaciones sobre sistemas educativos de etiqueta desde una perspectiva psicológica; trabaja también por brindar orientación a educadores de etiqueta. Participa en la formación de instructores como maestro general de etiqueta Ogasawara-ryū.

Texto: redacción de nippon.com.

(Artículo traducido al español del original en japonés. Imagen del encabezado: PIXTA.)

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