Visitando los santuarios sintoístas
Santuario Kanasana: un vestigio del antiguo culto a las montañas
Guíade Japón
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El sagrado monte Mitake
El santuario Kanasana (noroeste de la prefectura de Saitama) se encuentra en las faldas del monte Mitake (343 metros de altitud), que se erige en la ribera este del río Kannagawa, en la frontera entre las prefecturas de Saitama y Gunma. Según la leyenda, el origen de este santuario está íntimamente ligado con Yamato Takeru, un personaje de la mitología del antiguo Japón. En el camino para conquistar las tierras lejanas del este, el legendario héroe habría enterrado en el monte Mitake un utensilio para prender fuego (hikirikane) como un objeto sagrado, consagrando así la montaña a las distinguidas deidades Susanoo y Amaterasu.
El nombre Kanasana hace referencia a la arena dorada o arena de hierro. En los alrededores del río Kannagawa es posible encontrar arena de hierro de buena calidad, un material básico para la manufactura de espadas japonesas katana. Según la sabiduría popular, del monte Mitake se extraía hierro y cobre. Las excavaciones han dejado al descubierto vestigios con una antigüedad de entre 15.000 y 20.000 años en la zona, por lo que se trata de una región poblada por largo tiempo. Esto, a su vez, nos revela que la sacralidad de este lugar podría estar más relacionada con la importancia de los metales que se podían extraer que con el relato legendario de Yamato Takeru, que se inventaría más tarde.
El santuario Kanasana no cuenta con un pabellón principal en el que se consagra una deidad. En la capilla de adoración se venera al dios de la montaña, encarnado en el pico Mimurogatake del monte Mitake. En Japón existen otros pocos santuarios sin pabellones principales en los que se consagran elementos naturales como las montañas o los árboles. Destacan, por ejemplo, el santuario Suwa (prefectura de Nagano) o el santuario Ōmiwa (prefectura de Nara), y representan un valioso vestigio del culto a las montañas de los antiguos habitantes del archipiélago japonés.
La pagoda tahōtō, Bien de Importancia Cultural de Japón
En el recinto del santuario también se encuentra una pagoda tahōtō, una construcción donada por la familia Abo, un importante clan de la edad media japonesa. El pilar principal de la pagoda tiene escrito en el frente, con tinta china, datos relevantes como la fecha de su construcción, agosto de 1534, y el nombre del donador, lo que la convierte en una edificación de madera especialmente valiosa. Por ello ha sido designada Bien de Importancia Cultural de Japón.
Además, a unos 400 metros del santuario, aproximadamente a la mitad de la ladera, se encuentra una pendiente rocosa conocida como Mitake no Kagami-iwa, o la roca espejo del monte Mitake, que tiene unos 5 metros de ancho por 9 de alto y una pendiente de 30 grados. Se cree que el particular brillo, semejante al de un espejo, de esta particular formación rocosa lisa es resultado de la fuerte fricción ejercida por la falla tectónica de Hachiōji hace unos 90 millones de años. En 1956 fue designada Monumento Natural Especial del país debido a su importancia geológica.
Desde el mirador del pico Mimurogatake se puede disfrutar de una magnífica vista de los montes Akagi (1.828 metros de altitud) y Haruna (1.449 metros de altitud), ambos en la prefectura de Gunma, así como de los ríos Kannagawa y Tonegawa, que se extienden sobre la planicie de Kantō.
Acceso: viaje en tren hasta la estación Honjō de la línea JR Takasaki o la estación Shinshō de la línea JR Hachikō, y de ahí, tome un autobús con destino a Shinsen Sōgōshisho-mae y baje en la parada Shinshuku, desde donde deberá caminar por aproximadamente 20 minutos.
Texto: Toya Manabu
Fotografías: Nakano Haruo
Fotografía del encabezado: el tercer pórtico, torii.