
El santuario de Kurumazaki: cerezos en flor y buena fortuna
Guíade Japón
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Una temporada larga para contemplar varias especies de cerezos
Situado en el distrito de Ukyō-ku, en Kioto, el santuario de Kurumazaki era conocido antiguamente como el Palacio de los Cerezos. Todos los años en primavera, este lugar sagrado recibe una gran afluencia de visitantes que acuden a contemplar la floración del sakura. La estación Kurumazaki-jinja, en la línea Arashiyama de tranvía Randen, queda a pocos pasos del santuario.
Desde el andén de la estación Kurumazaki-jinja del tranvía Randen se observa el torii del camino trasero del santuario.
El santuario de Kurumazaki está dedicado a Kiyohara no Yorinari, un erudito confucianista de finales del periodo Heian (794-1185) famoso por su sabiduría académica y política. Tras su muerte se le construyó un mausoleo, en cuyo recinto se plantó un gran número de cerezos, árboles que adoraba; allí es donde ahora se erige el santuario. Al principio el santuario recibió el apodo de Palacio de los Cerezos, pero se cuenta que más tarde adoptó el nombre de Kurumazaki (literalmente, ‘carro roto’) porque cuando el emperador Go-Saga (1220-1272) visitó Arashiyama, al pasar por delante del lugar, una de las barras del carro de bueyes en que viajaba se partió.
Las vistosas flores del kanhi-zakura (cerezo de Taiwán), junto a las ruinas del segundo torii que se halla frente al gran torii principal.
El kanhi-zakura florece a mediados de marzo.
Actualmente el santuario cuenta con cuarenta cerezos de quince especies distintas. En un año típico, a principios de marzo florece el kawazu-zakura, luego lo hace el somei-yoshino y cierra la temporada el aromático nioi-zakura, que alcanza el punto álgido de floración a finales de abril. El santuario es un lugar popular para disfrutar de varios tipos de cerezos durante una temporada larga, pero lo que más atrae la atención de los visitantes es el keisen-zakura, cerezo ofrendado por el pintor japonés Tomita Keisen (1879-1936) que florece a finales de marzo.
El elegante keisen-zakura se yergue al este del camino que se extiende tras la entrada intermedia. Se dice que Tomita Keisen, quien donó el árbol, era un buen amigo del gran maestro de la pintura Tomioka Tessai, que en su día dirigió el santuario.
Un cercado de tablas ofrendadas por artistas famosos toma protagonismo
Además del progreso académico, el santuario de Kurumazaki también heredó de Kiyohara no Yorinari el valor de conservar las promesas, inspirado en la honrada trayectoria vital del sabio. Por eso hoy en día mucha gente acude a rogar por la buena fortuna en el amor, el matrimonio o la prosperidad de los negocios. Es famoso el particular ritual de obtener una de las piedras mágicas que se ofrecen en la oficina del santuario, pedirle un deseo, llevársela a casa y, una vez cumplido el deseo, escribir un mensaje de agradecimiento en otra piedra y dejarla delante del pabellón principal como ofrenda.
Frente al pabellón principal del santuario se acumulan las piedras que ofrendan los fieles que vieron cumplido el deseo que habían pedido.
Las piedras llevan escritos mensajes de agradecimiento.
En los últimos años también goza de mucha popularidad el santuario de Geinō, que linda con el de Kurumazaki y está dedicado a la diosa de las artes, Ame no Uzume no Mikoto. Los numerosos tablones que forman el cercado que rodea el santuario son ofrendas votivas donadas por artistas y personajes del mundo de las artes. Algunas tablas llevan el nombre de personas famosas y son un reclamo para muchos aficionados, que acuden a fotografiarse con ellas. Si visitan el santuario para ver los cerezos, pueden entretenerse a buscar tablas donadas por sus artistas favoritos.
En el cercado del santuario de Geinō hay una tabla con el nombre Mugiwara no Ichimi, la banda de piratas que protagoniza el manga One Piece.
El tercer torii, popular en la época del cambio de hoja, también ofrece un bello paisaje durante la floración de los cerezos.
Cómo llegar
Cerca de la estación Kurumazaki-jinja, en la línea Arashiyama de tranvía Randen y también de la parada Kurumazaki-jinjamae de autobuses municipales de Kioto.
Reportaje y redacción: Fujii Kazuyuki (96BOX)
Fotografía: Kuroiwa Masakazu, Fujii Kazuyuki (96BOX)
(Fotografía del encabezado: Cerezos floridos junto al tercer torii del santuario de Kurumazaki)