El monte Fuji
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El Fuji, la montaña número uno de Japón
El monte Fuji es un impresionante volcán activo que se encuentra más o menos en el centro de Japón, entre las prefecturas de Shizuoka y Yamanashi. Mide 3.776 metros de altura, lo cual lo convierte en el monte más alto de Japón. Sus suaves laderas se extienden trazando curvas en diagonal, y alcanzando una gran extensión en derredor. Su altura y belleza han atraído a las gentes desde siempre. Es por ello que existen innumerables muestras artísticas en honor del Fuji: canciones, haikus, grabados ukiyo-e y pinturas que retratan el monte... Además no solo se trata de un monte alto y hermoso; no deja de ser un aterrador volcán activo, que a veces entra en erupción, lo cual lo ha convertido en montaña sagrada, objeto de culto. La erupción más reciente del Fuji fue la llamada Gran Erupción Hōei, en el periodo Edo, en 1707; se dice que duró cerca de dos semanas.
También en el periodo Edo (1603-1868) comenzó a cobrar fuerza un culto conocido como Fujikō. Dado que subir al monte Fuji no es tarea fácil, el culto construyó réplicas a escala de la montaña por todas partes del país. Además, en la cima del monte existen estaciones meteorológicas desde hace más de ochenta años. Hoy día continúan funcionando como instalaciones automáticas, sin personal, para la observación del tiempo atmosférico en la cima.
El Fuji fue registrado en junio de 2013 como Patrimonio Cultural Mundial por la UNESCO bajo el título “Monte Fuji: objeto de culto y fuente de arte”, por haber inspirado fe y dado origen a numerosas muestras artísticas, ejerciendo así una gran influencia en la cultura japonesa.
Subir al Fuji
El periodo en el que se puede subir a la montaña va aproximadamente del 1 de julio, la apertura del monte, a finales de agosto. Se dan variaciones según la ruta, por lo que hay que comprobarlo de antemano. En esos dos meses unas 300.000 personas tratan de llegar a la cumbre. Existen cuatro rutas para hacerlo, y para llegar a cualquiera de ellas se puede acceder al quinto nivel de la montaña en coche o autobús. El tiempo necesario para llegar hasta la cima varía según la ruta, pero como regla general se tardan entre seis y nueve horas para subir, y cuatro o cinco para bajar.
Dado que el monte Fuji es una elevación que supera los 3.000 metros, incluso en verano su cima puede presentar fuertes vientos, con temperaturas bajo cero tan bajas como para crear carámbanos de hielo.
La ruta más popular entre los montañeros es la de Yoshida (lago Kawaguchi). Cuenta con cabañas y otras instalaciones, pero el camino suele presentar atascos. La siguiente en cantidad de montañeros es la ruta Fujinomiya, la de menor distancia hasta la cumbre. La ruta Subashiri es la que prefieren quienes conocen mejor la montaña. El número de montañeros es relativamente reducido, y hay buenas vistas. Para los montañeros más experimentados está la ruta Gotemba, la de mayor distancia hasta la cima.
Las cabañas cuentan solo con las instalaciones mínimas. En la sala común se puede echar una siesta vestido. No hay lugar para recargar el móvil, no hay bañeras y son pocos los lugares en los que puede usarse agua para lavarse. Dentro de los edificios está prohibido fumar.
* Página web oficial del monte Fuji (versiones en inglés, chino y coreano)
Disfrutar la variada naturaleza
Muchos de los montañeros que suben a la cima del Fuji lo hacen para ver con sus propios ojos el sol naciente, denominado goraikō.
El monte Fuji y el sol naciente
En el centro de la cima del monte Fuji hay un cráter, y rodeándolo se encuentran el Kengamine y otros siete picos. Se puede hacer un circuito por los ocho en una hora y media. Las vistas del cráter y las montañas cercanas, los lagos y el mar son espléndidas.
Además, al pie del monte Fuji se extienden terrenos muy distintivos, con accidentes como la zona boscosa de Aokigahara, o los Cinco Lagos del Fuji. De entre esos lagos, el Yamanaka y el Kawaguchi cuentan con numerosas instalaciones hoteleras de esparcimiento.