La Nochevieja en Japón
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Las 108 campanadas de Fin de Año, todo un símbolo de la Nochevieja
En Japón, el 31 de diciembre, el último día del año, se conoce como ōmisoka. Cuando falta poco para la medianoche, se rompe el silencio y comienzan a oírse desde los distintos templos budistas de todo el país las campanadas que anuncian la llegada de un nuevo año. En todos y cada uno de ellos suenan 108 veces, una costumbre denominada joyano kane (las campanas de Nochevieja). Según esta práctica budista, el ser humano se purifica de las 108 pasiones mundanas, entre las que se incluyen la ira y la envidia, con cada campanada. Las 107 primeras campanadas se dan en el año que se está despidiendo, mientras que la última suena cuando el reloj ya ha marcado las doce, para que en el año entrante no nos cieguen esas pasiones. Existen templos que incluso permiten tocar las campanas a aquellos que acudan al recinto.
La llegada del Año Nuevo da paso a otra costumbre, el hatsumōde, que consiste en acudir a un templo budista o un santuario sintoísta para rezar por que los próximos doce meses estén repletos de buena suerte. Todo el mundo espera con ansias este día y muchas personas deciden realizar la visita durante las primeras horas del 1 de enero, motivo por el cual los trenes, cuyo servicio se interrumpe normalmente a altas horas de la noche, continúan funcionando. Algunos templos y santuarios reciben más de tres millones de visitantes durante los tres primeros días del año.
Ōsōji, la limpieza general de Fin de Año para recibir a Toshigami-sama
En el archipiélago nipón, el Año Nuevo, shōgatsu en japonés, se celebra del 1 al 7 de enero, aunque las fechas varían en función del lugar. Durante esos días, se realizan diferentes actos religiosos con el objetivo de dar la bienvenida a Toshigami-sama, el dios del Año Nuevo. Sin embargo, los preparativos comienzan en diciembre.
En los hogares japoneses se suele realizar una limpieza general u ōsōji, una costumbre denominada susuharai, que tiene por objeto deshacerse de las impurezas acumuladas a lo largo del año. La tradición dicta que empiece el día 13 de diciembre, pero en la actualidad son muchas las personas para las que esto no es posible debido a otras obligaciones personales o profesionales. En cualquier caso, se realiza por lo menos el 31, antes de que caiga la tarde. Después llega el toshino yu, un baño de agua caliente, también para limpiar las impurezas acumuladas a lo largo del año.
Una vez se ha limpiado la casa, se coloca a la puerta el kadomatsu, un adorno de bambú y pino que da la bienvenida a Toshigami-sama. Sin embargo, se recomienda ponerlo unos días antes, ya que se considera que hacerlo el 31, práctica conocida como ichiyakazari (adorno de una sola noche), es precipitado y trae mala suerte.
Otro elemento imprescindible de las celebraciones de Año Nuevo en Japón son las tarjetas postales que se envían para felicitar las fiestas, y que suelen escribirse durante los últimos días de diciembre. Sin embargo, recientemente son cada vez más las personas que deciden recurrir al correo electrónico o las redes sociales en lugar de la forma tradicional. No obstante, si uno echa sus postales de Año Nuevo a un buzón de Correos antes del 26 de diciembre, los carteros garantizarán que los destinatarios en el territorio japonés las reciban el 1 de enero.
Fideos de trigo sarraceno o alforfón para el último día del año
En Nochevieja es frecuente tomar un plato especial de fideos de trigo sarraceno o alforfón denominado toshikoshi-soba. Estos fideos finos, cuya masa se elabora mezclando un poco de harina de trigo con agua y harina de alforfón, se sirven en un caldo que se prepara con salsa de soja y bonito seco, entre otros ingredientes. El 31 de diciembre los japoneses cenan toshikoshi-soba para rezar por una vida larga como los fideos que se llevan a la boca.
La comida típica de Año Nuevo en Japón se denomina osechi. Tradicionalmente, son las mujeres de la casa quienes se encargan de prepararla, por lo que estas fechas son una época de mucho ajetreo para ellas. Su elaboración lleva tiempo, de ahí que haya quienes deciden encargar el toshikoshi-soba a algún restaurante que lo reparta a domicilio. En esta época los supermercados y los grandes almacenes ofrecen una amplia selección de toshikoshi-soba y osechi. Productos como el soba y el tempura se agotan pasado el mediodía del 31 de diciembre, por lo que es necesario comprarlos cuanto antes. Además, los precios se disparan durante los últimos días del año.
Kōhaku Uta Gassen, un programa con más de seis décadas de historia líder de audiencia en Nochevieja
Cada 31 de diciembre el canal de televisión NHK emite de 19:15 a 23:45 el programa Kōhaku Uta Gassen. En este espacio, en antena desde 1951, artistas que hayan tenido éxito a lo largo del año compiten divididos en dos equipos –el rojo, integrado por mujeres, y el blanco, formado por hombres–. Los espectadores y varios invitados que ejercen de jurado votan para decidir el conjunto ganador. Con más de seis décadas de historia, es uno de los programas más representativos de la televisión japonesa. Recientemente han surgido algunos problemas a la hora de dividir los equipos debido a cuestiones relacionadas con el género. No obstante, los noticiarios de los últimos días del año siempre tienen un espacio reservado para hablar de quiénes cantarán o presentarán en el Kōhaku, acortamiento por el que es más conocido. Otro elemento musical que no puede faltar en la televisión en Nochevieja es la Sinfonía n.º 9 en re menor, op. 125 de Beethoven, un clásico en Japón desde la segunda mitad de la década de 1940, cuando las distintas orquestas del país comenzaron a ofrecer conciertos de esta pieza en diciembre.
En Nochevieja se celebran también diferentes actos para realizar la cuenta atrás previa al Año Nuevo a lo largo y ancho del archipiélago nipón, una costumbre muy popular entre los jóvenes. Tienen lugar en parques de atracciones como Universal Studios Japan (USJ), enclaves turísticos como la torre Tokyo Skytree e incluso zonas famosas por sus aguas termales; el ambiente allí durante la última noche del año es muy animado. En Tokio, la multitud abarrota el famoso cruce del barrio de Shibuya, razón por la cual centenares de miembros de la unidad antidisturbios de la policía y otros agentes se encargan de controlar el número de personas que cruzan de una vez.
El primer amanecer del año
Desde tiempos antiguos existe en Japón la costumbre de permanecer despierto toda la noche el 31 de diciembre para recibir a Toshigami-sama. Suele decirse que el dios del Año Nuevo hace su aparición al salir el sol el día 1 de enero, razón por la cual muchas personas se dirigen a lugares con buenas vistas, como el monte Fuji o la costa, para contemplar el primer amanecer del año y rezar por que los próximos 365 días pasen sin problemas. Según el Observatorio Astronómico Nacional, la cima de este volcán es el lugar de las cinco islas principales que forman el archipiélago nipón –Hokkaidō, Honshū, Shikoku, Kyūshū y Okinawa– donde más pronto se puede observar la salida del sol.
Ahora que ya conocemos las principales costumbres y tradiciones de Fin de Año y Año Nuevo en Japón solo queda una cosa por decir... ¡Feliz Año Nuevo! Yoi otoshi wo!
Imagen de la cabecera cortesía de Kentaro Ohno: las 108 campanadas de Nochevieja
(Traducción al español del original en japonés)▼Otros artículos de interés
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