‘Washi’, el papel tradicional japonés
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Un papel resistente y duradero elaborado a mano
Se conoce como washi el papel elaborado siguiendo el método tradicional japonés. Se caracteriza no solo por su brillo y finura, sino también por su capacidad de absorbencia y resistencia, que lo hacen un material duradero. Es, además, polifacético; prueba de ello es que su uso no se limita a la pintura o la escritura: se emplea en la fabricación de todo tipo de artículos de la vida diaria, desde puertas corredizas, objetos de decoración de interiores como lámparas, linternas, paraguas y sombrillas, paipáis... De hecho, la popularidad de las xilografías ukiyo-e durante el período Edo (1603-1868) se debe también a la difusión de este resistente papel hecho a mano. En los últimos años, se conoce también por las creaciones del diseñador de moda japonés Miyake Issey, que lo ha empleado como material textil.
Fuera de Japón, el pintor holandés Rembrandt (1606-1669) ya lo utilizaba en sus grabados incluso antes de que floreciera el japonismo en torno al año 1650. Artistas como Picasso (1881-1973) o Chagall (1887-1985) también sentían fascinación por el washi, e incluso se dice que la restauración de los frescos del Vaticano no habría sido posible sin este papel.
La técnica de elaboración a mano del papel, conocida como tesuki en japonés, llegó al archipiélago nipón procedente de China junto con el budismo; se extendió por todo el país al mismo tiempo que las enseñanzas budistas del príncipe Shōtoku (574-622). En la era Heian (794-1185) nació el nagashisuki, un método de elaboración auténticamente japonés: consiste en introducir las fibras vegetales –la materia prima del papel– en un utensilio de madera –el sukigeta– y este a su vez en una tina de agua, en la cual se mece de forma que las fibras se vayan enredando y se consiga un papel resistente difícil de romper tanto horizontal como verticalmente. Sin embargo, la modernización de las técnicas ha permitido elaborar el papel a máquina; aunque este washi es adecuado para la escritura con bolígrafo o pluma y para la impresión, es menos resistente y más susceptible de cambiar de color que el elaborado a mano.
Visitando Washi no Sato: cómo se elabora el papel washi (en japonés con subtítulos en inglés)
Programa de televisión sobre el papel washi (en inglés con subtítulos en japonés)
Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Tres son las principales plantas que sirven de materia prima natural del washi: kōzo (Broussonetia kazinoki × B. papyrifera), mitsumata (Edgeworthia chrysantha) y ganpi (Diplomorpha sikokiana). El aspecto del papel varía en función de la planta que se utilice y de dónde se elabore y, si se hace a mano, cada hoja es diferente.
En 2014 la Unesco declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad tres tipos de papel washi elaborados a mano: sekishūbanshi, de la prefectura de Shimane; honminoshi, de la de Gifu; y hosokawashi, de la de Saitama. Todos ellos tienen en común la misma materia prima, el kōzo de cultivo nacional, cuyas fibras son más largas y proporcionan un acabado brillante. Otra característica de la elaboración de estas tres variedades es que no se utilizan productos químicos como la lejía. La ausencia de estas sustancias explica que el papel no se amarille aunque le dé el sol; de hecho, su originalidad reside en que su color blanco se va resaltando gradualmente al estar expuesto a los rayos UV. Estas técnicas tradicionales y la existencia de un sistema que ha permitido que se hayan transmitido a generaciones posteriores son los motivos por los cuales el órgano de Naciones Unidas decidió incluirlos en su listado.
Papiroflexia, cinta de enmascarar decorativa y obras de arte
Por norma general, el washi elaborado a partir de las fibras del kōzo se emplea en grabados, puertas corredizas y rollos para colgar a modo de decoración, si bien existen aplicaciones diferentes. Por ejemplo, se ha desarrollado una variedad reforzada, denominada kyōseishi, para objetos de artesanía y encuadernación de libros; otros tipos son el chiyogami y el yūzengami, que incluyen motivos propios de los kimonos a partir de grabados de madera y se utilizan para envolver regalos o hacer papiroflexia.
El papel tradicional está presente también en la cinta de enmascarar. Recientemente se venden muchos diseños coloridos, además de los convencionales para uso industrial, que no presentan dibujo alguno; gozan de gran popularidad entre los jóvenes como artículo de papelería bonito con el que decorar agendas y tarjetas de felicitación, entre otros objetos. La cinta de enmascarar decorativa de fabricación japonesa, conocida como washi masking tape, se puede comprar también en Europa y Norteamérica.
Por otra parte, la línea Akari, del diseñador Isamu Noguchi, está formada por más de 200 tipos diferentes de lámparas elaboradas con washi y es todo un éxito de ventas. El cineasta estadounidense David Lynch, conocido por la serie de televisión Twin Peaks y el largometraje Mulholland Drive, entre otras muchas obras de éxito, es otro enamorado del papel tradicional japonés; lo pide de encargo para sus litografías.
Las técnicas de elaboración del papel washi tienen una historia ininterrumpida de más de 1.200 años, pero está claro que no habrían podido convertirse en una industria sin la existencia de personas interesadas en usar este material. La Unesco valoró el trabajo y la tradición oral constantes en las provincias para transmitir este legado, a pesar del descenso del número de habitantes y la consecuente despoblación, y decidió incluirlo en su lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La atención se centra ahora en ver si su uso traspasa fronteras y se extiende al otro lado del mar.
(Artículo traducido al español del original en japonés)Tiendas especializadas en papel washi (sitios web en inglés)
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