Fragmentos de Japón

Los billetes de Japón

Sociedad

Aunque las tarjetas de crédito y el dinero electrónico se van imponiendo en todo el mundo, en Japón siguen predominando los billetes y las monedas, sobre todo en las provincias. Les ofrecemos algunos detalles sobre la historia del papel moneda japonés.

El papel moneda, shihei, en japonés, suele denominarse popularmente “osatsu”, vocablo que equivaldría a nuestro “billete”, aunque su nombre oficial es Nippon Ginkōken, esto es, billetes del Banco de Japón. El primero de ellos se imprimó en 1877 en la Oficina Nacional de Impresiones, que más de 140 años después continúa encargándose de esta labor. En el Japón actual, existen billetes de cuatro valores faciales distintos: 10.000, 5.000, 2.000 y 1.000 yenes. A lo largo de un año, la Oficina Nacional de Impresiones suministra unos tres mil millones de billetes al Banco de Japón. Si los colocáramos todos juntos, uno encima de otro, llegaría a una altitud de unos 300 kilómetros, el equivalente a la altura del monte Fuji ochenta veces. La vida media de un billete es de unos cuatro o cinco años para los de 10.000 yenes, mientras que los de 5.000 y los de 1.000 suelen “vivir” uno o dos años. El papel moneda sucio se corta en el Banco de Japón y se utiliza para elaborar productos reciclados como papel higiénico.

Los billetes emitidos en 2024

Los tres nuevos billetes, emitidos en julio de 2024, muestran los retratos de personajes históricos importantes en la modernización del país desde finales del siglo XIX en adelante. En el reverso, el billete de 1.000 yenes, en azul, usa además la imagen de La gran ola de Kanagawa, la icónica obra de arte de Katsushika Hokusai (1760-1849). Conocida en todo el mundo, la obra de Hokusai muestra una enorme ola levantándose en la que hoy se conoce como la bahía de Tokio, curvándose alrededor del monte Fuji, en el fondo.

Muestra del reverso del billete de 1.000 yenes. (Cortesía de la Oficina Nacional de Impresiones)
Muestra del reverso del billete de 1.000 yenes. (Cortesía de la Oficina Nacional de Impresiones)

Entre los tres modernizadores, el empresario Shibusawa Eiichi, que aparece en los billetes de 10.000 yenes, nació en 1840, cuando Hokusai aún vivía. Shibusawa vivió hasta bien entrado el siglo XX y falleció en 1931, pero nació en el mundo del shogunato Tokugawa, durante el período Edo (1603-1868). Su familia elaboraba y vendía tinte añil, mientras que entre sus numerosas actividades estuvo la de ayudar a establecer un sistema monetario moderno y construir las industrias de la producción de papel e imprenta.

Los nuevos billetes incluyen asimismo nuevos elementos contra la falsificación y de diseño universal. Los números arábigos con fuentes ampliadas facilitan la lectura del valor de cada billete, y un mayor énfasis en los diferentes temas de color –marrón para el billete de 10.000 yenes, morado para el de 5.000 yenes y azul para el de 1.000 yenes— también ayuda a distinguirlos.

El billete de 10.000 yenes

El empresario Shibusawa Eiichi (1840-1931) aparece en el anverso del billete de 10.000 yenes. Después de la Restauración Meiji de 1868, contribuyó a la modernización de Japón trabajando para actualizar el sistema monetario con iniciativas como el establecimiento del Primer Banco Nacional. Durante su vida se involucró en la creación de unas 500 empresas y llegó a ser conocido como el “padre del capitalismo” en Japón. En el reverso del billete se puede ver la estación de Tokio, el emblemático edificio de ladrillo rojo construido en 1914.

(Cortesía de la Oficina Nacional de Impresiones)
(Cortesía de la Oficina Nacional de Impresiones)

El billete de 5.000 yenes

Tsuda Umeko (1864-1929), conocida por sus contribuciones a la educación femenina, es el rostro de los billetes de 5.000 yenes. A los seis años, Tsuda fue una de las primeras estudiantes japonesas en el extranjero al viajar a los Estados Unidos como parte de la misión Iwakura. Entre sus numerosas actividades, promovió la educación femenina y fundó una institución educativa para las mujeres que más tarde se convertiría en la Universidad Tsuda. El reverso del billete cuenta con una ilustración de flores de glicina, apreciadas desde la antigüedad en el arte y la literatura de Japón.

(Cortesía de la Oficina Nacional de Impresiones)
(Cortesía de la Oficina Nacional de Impresiones)

El billete de 1.000 yenes

El anverso del billete de 1.000 yenes muestra la imagen del bacteriólogo Kitasato Shibasaburō (1853-1931). El científico japonés estudió en Alemania entre 1885 y 1892, época en la que trabajó bajo las órdenes de Robert Koch (1843-1910). Kitasato descubrió los bacilos responsables del tétanos y de la peste, desarrolló un tratamiento para el primero, y fundó instituciones para combatir las enfermedades infecciosas. La gran ola de Kanagawa, de Hokusai, que aparece en el reverso, es la obra más conocida del xilógrafo japonés y tuvo una gran influencia en artistas de todo el mundo.

(Cortesía de la Oficina Nacional de Impresiones)
(Cortesía de la Oficina Nacional de Impresiones)

Nuevas medidas contra las falsificaciones

Una de las razones por las que se han emitido estos nuevos billetes es mejorar la tecnología contra la falsificación. Ahora cuentan con los primeros hologramas tridimensionales del mundo que hacen que los retratos parezcan girar al inclinarlos.

Los anteriores billetes, aún en circulación

El billete de 10.000 yenes

Anverso:  Fukuzawa Yukichi (1835-1901), ilustre filósofo y educador que contribuyó a la modernización de Japón a finales del shogunato de los Tokugawa y durante la era Meiji. Se interesó por Holanda y por el idioma inglés, y a los 25 años se presentó como candidato para formar parte de una misión diplomática del sogún a Estados Unidos, candidatura que acabó siendo aceptada. Visitó diversos países y regresó a Japón con una gran cantidad de vivencias que contar. Fundó la Universidad Keiō. Destaca su obra Gakumon no Susume (El fomento del aprendizaje), famosa por su comienzo: “El cielo no ha creado a ningún hombre superior o inferior a otro”.

Reverso: ave fénix del homónimo salón del templo Byōdō-in, situado en la ciudad de Uji (prefectura de Kioto) y cuya construcción terminó en 1053. Esta ave es símbolo de buena suerte.

(Cortesía de la Oficina Nacional de Impresiones)
(Cortesía de la Oficina Nacional de Impresiones)

El billete de 5.000 yenes

Anverso: Higuchi Ichiyō (1872-1896), novelista. Entre sus obras, destacan Takekurabe (Comparación de estaturas) y Nigorie (Riachuelo de agua turbia). Falleció de tuberculosis pulmonar a los 24 años. Es la primera mujer en aparecer en los billetes japoneses.

Reverso: dado que una fémina ocupaba el anverso, se pensó que unas flores serían más adecuadas que un edificio o un animal, de ahí que se empleara una parte de Kakitsubata-zu, un biombo decorado con motivos de iris japoneses del pintor del período Edo Ōgata Kōrin y considerado Tesoro Nacional.

(Cortesía de la Oficina Nacional de Impresiones)
(Cortesía de la Oficina Nacional de Impresiones)

El billete de 1.000 yenes

Anverso: Noguchi Hideyo (1876-1928), médico y bacteriólogo natural de la prefectura de Fukushima. Viajó a Estados Unidos como investigador médico, labor que centró en las bacterias. Se lo conoce por sus hallazgos sobre la fiebre amarilla y la sífilis. Durante su labor investigadora en África sobre la primera de estas enfermedades, la contrajo y falleció a los 51 años en la colonia británica que a día de hoy es Ghana.

Reverso: vista del monte Fuji y unas flores de cerezo desde el lago Motosu.

(Cortesía de la Oficina Nacional de Impresiones)
(Cortesía de la Oficina Nacional de Impresiones)

El billete de 2.000 yenes

Anverso: Puerta Shurei, situada en el famoso castillo de Shuri, representativo de la prefectura de Okinawa. Este billete se emitió para conmemorar el cambio de milenio y la cumbre del G8 celebrada en Kyūshū y Okinawa en el año 2000.

Reverso: abajo a la derecha, la escritora Murashaki Shikibu (978-1016) y, a la izquierda, una escena, con leyenda, de La novela de Genji, una de las obras literarias japonesas más famosas en todo el mundo. Los billetes ya no se emiten en la actualidad, por lo que son escasos.

(Cortesía de la Oficina Nacional de Impresiones)
(Cortesía de la Oficina Nacional de Impresiones)

Una tecnología vanguardista contra la falsificación

Las medidas para evitar la falsificación de billetes son uno de los principales problemas derivados de su emisión. El Museo de la Moneda del Banco de Japón, situado en el barrio tokiota de Nihonbashi y de entrada gratuita, incluye una exposición dedicada precisamente a este tema, además de espacios en los que se pueden ver billetes y monedas reales elaborados hasta nuestros días y aprender más sobre la historia de la moneda desde el siglo VII. Las medidas de protección contra la falsificación se remontan a hace varios siglos: ya en el período Edo (1603-1868), los distintos clanes empleaban la técnica de las marcas de agua en los billetes que emitían para cubrir sus déficits.

1. Calcografía

Entre las mejores técnicas del mundo para evitar la falsificación de billetes se encuentra esta, que destaca principalmente por su eficacia para detectar papel moneda falso en cuya elaboración se haya utilizado una impresora o escáner. Este método de impresión se caracteriza por la elevación de tinta empleada. Otro de los puntos fuertes de la calcografía es su uso para imprimir en los billetes marcas que permitan a las personas con algún tipo de discapacidad visual distinguir unos de otros solo con el tacto. Los de 10.000 yenes llevan un diseño con forma de gancho; los de 5.000, un motivo octogonal; los de 1.000, una barra horizontal; y los de 2.000, el carácter “ni” (dos) escrito en braille.

2. Holografía

Los hologramas de los billetes de 10.000 y de 5.000 yenes pueden apreciarse según la posición en que se coloquen.

3. Marcas de agua

Esta técnica se diseñó precisamente para evitar la falsificación de billetes y consiste en incluir un dibujo que se observa al trasluz. Se elaboran cambiando el grosor del papel moneda y así se obtiene la impresión con un claroscuro.

4. Imágenes latentes

No son perceptibles a simple vista. Sin embargo, si se ladea un billete de 10.000 yenes, en la parte inferior izquierda del anverso podrá verse este número, mientras que en la parte superior derecha del reverso aparece la palabra “NIPPON”.

5. Tinta de brillo de perla

Si se ladea un billete, aparece una franja traslúcida de color rosa en los márgenes derecho e izquierdo.

6. Microletras

Las palabras “NIPPON GINKO” aparecen escritas en menor tamaño. Además, se combinan distintos diseños con letras grandes y pequeñas en el fondo de los billetes.

7. Tinta luminiscente

El sello del Banco de Japón, que aparece en el anverso, se torna de color naranja al exponerlo a una luz ultravioleta. Además, una parte de los motivos se ve en amarillo.

Imagen del encabezado: los nuevos billetes en circulación desde 2024. (Cortesía de la página web de la Oficina Nacional de Impresiones, portal del que proceden todas las imágenes y el vídeo)

(Traducción al español del original en japonés)

yen Billetes papel moneda