El peligro al que se enfrenta el anime japonés

Cultura Cine Anime

La industria de la animación está en la cresta de la ola, como demuestran grandes éxitos de la talla de Kimi no na wa (Tu nombre), de Shinkai Makoto. Sin embargo, las productoras de animación en sí presentan condiciones laborales muy difíciles, y si las cosas no mejoran el futuro de la animación japonesa está en grave peligro.

La dependencia del extranjero: una espiral descendente

Irie señala que los jóvenes ya no se benefician de la experiencia con vídeo debido a que las empresas dependen ahora del extranjero para sus producciones. Estima que en la actualidad se confía a países como China y Corea del Sur entre un 80 % y un 90 % de los vídeos.

“Una razón es que el número de producciones de animación para televisión ha aumentado, así como el número de producciones trimestrales. Antes había muchas series que duraban todo un año, pero ahora casi todas son de tres meses de duración. Volver a empezar de cero cada tres meses afecta negativamente a la productividad. Se pierde fuerza, y hay que compensar la insuficiente mano de obra con talento extranjero”.

“Hay muchos jóvenes que abandonan la animación porque los sueldos son demasiado bajos y no pueden subsistir con ellos. Quienes quedan en la industria son aquellos que pueden vivir mantenidos por sus padres. Seguramente habrá muchos que, pese a tener mucho talento, se rindan por no contar con esa ayuda. Y dado que cada vez hay menos jóvenes que se dedican a las labores de vídeo, hay que encargar esos trabajos al extranjero; como resultado se crea una espiral descendente en la que no se puede formar debidamente a los jóvenes japoneses”.

“Hay personas que se gradúan en institutos, escuelas de formación profesional o universidades, o quienes tratan de abrirse camino en el mundo de la animación desde otros trabajos. Esos primeros dos años son importantes. Si pueden ganarse la vida únicamente trabajando con el vídeo, muchos más como ellos podrán ser entrenados”.

La formación de animadores jóvenes a nivel nacional

Recientemente Irie ha tenido oportunidad de explicar la situación actual de la industria del anime ante el Comité Estratégico de Promoción Cool Japan, del Partido Liberal Democrático, y en una reunión general de la multipartidista Unión de Parlamentarios para el Manga, el Anime y los Videojuegos.

En dichas ocasiones, algunos de los presentes le plantearon, en referencia a la dependencia de la animación japonesa hacia el extranjero, si no sería mejor encargar fuera lo que hubiera que encargar, como hacen otras industrias.

Irie sintió una crisis oculta en esa forma de pensar del parlamentario, y trató de explicarles la situación para lograr su comprensión. “Son China y Corea del Sur los países que están formando ahora a los nuevos gengaman, a base de las excelentes ilustraciones originales japonesas. Es como si el propio Japón estuviera fomentando la preparación de animadores en el extranjero. Por otro lado, a nivel nacional cada vez es más difícil formarse porque no se puede conseguir la oportunidad de trabajar con vídeo a partir de esos fantásticos originales. Si seguimos así, terminaremos dependiendo del extranjero para producir también los originales. Aunque se siga llamando japanimation (animación japonesa), la triste realidad será que ningún japonés tendrá parte en la producción de esas obras”.

Concretamente, las medidas de apoyo que JAniCA solicita consisten en un tratamiento preferencial para las productoras de animación en términos fiscales, subsidios para los dōgaman, ayudas monetarias, etc. Al mismo tiempo el concepto denominado “Centro General Nacional de Medios de Comunicación y Bellas Artes”, que apareció durante la época en que Asō Tarō era primer ministro y que fue tachado de simple “tienda pública de manga”, está siendo revisado bajo una nueva luz, como posible Centro Nacional de Manga. No se tratará simplemente de una caja vacía, sino de “Una institución educativa capaz de formar a los nuevos responsables de vídeo para que puedan adquirir todo tipo de habilidades (mediante clases sistemáticas a cargo de profesores invitados, estudio en grupo para aprender sobre los trabajos de otros departamentos, como fotografía, acabados, música, etc.), y que funcionar como un pilar formativo”, dice Irie.

Siguiente: La criba de las productoras

Etiquetas

anime cine Miyazaki Hayao

Otros artículos de esta serie