¿Por qué triunfa el 'city pop' en todo el mundo?
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Sugar Babe y Yuming, el inicio del city pop en la década de 1970
Un sonido refinado y elegante; una melodía delicada inspirada en la música occidental; letras sobre historias de amor de adultos que viven en la ciudad. Así era el city pop, un género del pop japonés que ha resurgido y está ganando terreno en el panorama musical actual, tanto en Japón como en otros países. Los apasionados de la música en todo el mundo buscan discos del city pop nipón, y son cada vez más los músicos y pinchadiscos que citan temas de este género en sus listas de favoritos. ¿A qué se debe esta tendencia?
Existen varias teorías sobre el nacimiento del city pop, pero la más extendida es la que afirma que el género lo creó el grupo Sugar Babe. Esta banda de rock es conocida por dos de sus integrantes: Yamashita Tatsurō y Ōnuki Taeko. Sus canciones eran una fusión que incluía elementos de la música oldies, el pop de cantautores y el soul y no tenía nada que ver con lo que hacían grupos de subgéneros del rock como el hard rock y el blues rock. Por este motivo, en 1973, año en el que irrumpieron en el panorama musical, se los consideraba un grupo alternativo. No gozaron del reconocimiento del público general hasta después de 1976, cuando se separaron. En los tres años en los que el grupo estuvo en activo, los miembros de Sugar Babe, con Yamashita a la cabeza, así como otros músicos de su entorno, crearon el pop y el rock que servirían de germen del city pop.
Posteriormente, esta tendencia seguiría adelante de la mano de Matsutōya Yumi o Yuming (de soltera, Arai Yumi). Cuando debutó, en 1972, era una de tantas cantautoras que tocaban el piano, pero, cuando comenzó a cantar con Caramel Mama, un grupo creado en 1973, sus temas fueron adquiriendo tintes del city pop. Sus letras, que reflejaban una visión del mundo sumamente refinada, y el sonido espeso y colorido de su música la convirtieron en todo un icono del pop. Caramel Mama estaba integrado también por Matsutōya Masataka, marido de Yuming y teclista del grupo; Suzuki Shigeru a la guitarra; el bajista Hosono Haruomi y Hayashi Tatsuo, batería. Todos ellos fueron los encargados de consolidar el city pop japonés, una afirmación nada exagerada.
Un tiempo después, pasaron a llamarse Tin Pan Alley. Aunque sacaron sus propias canciones, centraron su actividad en colaborar con diferentes músicos. Los temas que crearon en la década de 1970 artistas representativos del city pop como Kosaka Chū, Yoshida Minako, Ōnuki Taeko, Yano Akiko, Minami Yoshitaka y Yamashita Tatsurō están estrechamente relacionados con las amistades de Caramel Mama/Tin Pan Alley. Además, estos últimos fueron músicos de Minami Saori e Ishida Ayumi, de ahí que el sonido característico del city pop se fuera mezclando gradualmente con la canción popular y colándose en los hogares japoneses.
La edad dorada, a partir de 1980
Sin embargo, el verdadero éxito del city pop no llegaría hasta el comienzo de la década de 1980. En ese año, Ride on Time, de Yamashita Tatsurō, cosechó mucho éxito, al igual que Fushigi na Pīchipai, de Takeuchi Mariya. Un año después, temas como Pegasasu no Asa, de Igarashi Hiroaki, y Surō na Bugi ni shite kure (I want you), de Minami Yoshitaka, subieron en las listas de éxitos, pero es posible decir que el reconocimiento verdadero llegó con Rubī no Yubiwa, de Terao Akira. Esta canción, que representaba en gran medida el dandismo de los hombres solitarios que viven en la ciudad, logró vender 1.600.000 copias de su sencillo; su éxito fue tal que caló hondo en todas las franjas de edad, desde niños hasta mayores. Además, gracias a todo esto, el city pop se colocó en las filas de la música de masas.
Se puede considerar, por lo tanto, que el city pop llegó a su edad de oro en la década de 1980, después del gran éxito de Terao Akira. Comenzaron a aparecer en televisión artistas como Kisugi Takao, Sugiyama Kiyotaka y Omega Tribe, Nakahara Meiko y el grupo Anzen Chitai, con un aspecto más maduro. Además, esto se tradujo en que cantantes consideradas idols como Matsuda Seiko, Yakushimaru Hiroko y Kikuchi Momoko incluyeran sonidos del city pop en su repertorio. Ellas no fueron las únicas, ya que estrellas consolidadas del rock y del folk como Yazawa Eikichi e Inoue Yōsui también lanzaron éxitos en la línea de este género. Esta fue la época de desarrollo de artistas con gran potencial: Kadomatsu Toshiki, Sugi Masamichi, Inagaki Jun'ichi, Stardust Revue...
Sin embargo, el city pop se acabó convirtiendo en un clásico; el movimiento fue pasando de moda poco a poco. En su lugar, hubo un auge de las idols y de los grupos, y cada vez había menos cabida para los artistas dedicados a este género. No obstante, esto no quiere decir que desapareciera por completo: los mejores artistas siguieron haciendo música y algunos, como Yuming y Ohtaki Eiichi, volvieron a gozar de fama como parte del movimiento de mayor repercusión de la década de 1990, el denominado Shibuya-kei(*1). Además, se cree que el auge actual de lo que se ha tildado de neo city pop tiene sus cimientos en grupos como Kirinji y Kinmokusei, que surgieron a finales de la década de 1990, cuando el movimiento del decenio iba tocando a su fin.
(*1) ^ Movimiento en torno a la música pop que surgió en el barrio tokiota de Shibuya en la década de 1990.
De descubrimiento de los DJ a auge
El auge del neo city pop que se vive desde la década de 2010 ha sucedido porque así tenía que ser. Esto se debe a que el panorama musical se ha diversificado y el momento idóneo ha coincidido con la desaparición de las fronteras en lo que a música se refiere. En otros tiempos, existían el rock, el folk y el R&B, géneros claramente definidos, pero esa definición se fue destruyendo y, lógicamente, se reconoció la existencia de músicos que hacían su trabajo sin decantarse por ningún estilo en concreto. Por todo ello, era natural que el city pop volviera a cobrar fuerza.
Cero, Yogee New Waves y Awesome City Club son algunos de los artistas del neo city pop surgido en la década de 2010 que tocaban con su peculiar estilo en los barrios alternativos, principalmente en discotecas. En este sentido, es clave la figura de Cunimondo Takiguchi, creativo que ha trabajado con artistas como Hitomi Toi (Shimomura Hitomi). Stay Tune, del grupo Suchmos, tuvo mucho éxito a raíz de un anuncio publicitario en el que se usó y fue determinante para que se ampliara el alcance de este tipo de música.
El renacer del city pop no habría sido posible sin los pinchadiscos. Desde los tiempos del Shibuya-kei, en la década de 1990, ya había DJ que sampleaban temas de artistas como Yamashita Tatsurō y Yoshida Minako. No obstante, el auge del city pop no se produjo hasta el comienzo de la década de 2010, cuando en todo el mundo se puso de moda el disco boogie(*2) y había artistas de city pop que incluían sonidos del disco propio de la década 1980. Los pinchadiscos fueron "desenterrando" a veteranos del city pop como Kadomatsu Toshiki, Matsubara Miki, Tōyama Hitomi, Mamiya Takako y Aran Tomoko y a convertirlos en protagonistas de sus platos.
El éxito del city pop fuera de Japón
Lo que hacían estos DJ se difundió fuera de las fronteras de Japón. A partir de la década de 2010, comenzó a aumentar el número de coleccionistas de todo el mundo que buscaban discos de city pop únicos. Desde entonces, recurren a las subastas en línea, pero también hay quienes llegan a viajar a Tokio para comprar álbumes. No hace mucho salió en un programa de la televisión japonesa una persona venida desde otro país en busca de Sunshower, de Ōnuki Taeko. Además, muchos de estos contenidos se suben a páginas de internet especializadas en música, como YouTube y Soundcloud. Por ejemplo, Plastic Love, de Takeuchi Mariya, lleva disponible en el primero de estos portales desde julio de 2017, y ya cuenta con más de 20 millones de reproducciones.
Los DJ de todo el mundo que buscan música que pinchar no son los únicos a los que conquista el city pop nipón; la tendencia está llegando también a oídos de los propios músicos. El productor estadounidense Toro y Moi, que tiene, además, experiencia como pinchadiscos, es un buen ejemplo de ello. El cantautor brasileño Ed Motta, que colecciona discos japoneses, hizo su propia versión de Windy Lady, de Yamashita Tatsurō, durante uno de sus conciertos en Japón. Por otra parte, podemos citar al grupo indonesio Ikkubaru y a la banda tailandesa Polycat, ambos con una influencia marcada del city pop y una carrera musical en el mercado japonés.
Entre las generaciones que escucharon el city pop en la época en la que surgió, hay muchas personas que tienen una imagen negativa de este género, que consideran superfluo y propio de una época de luz como fue la de la burbuja. Sin embargo, para los jóvenes de ahora, que no saben nada de aquel entonces, es un estilo innovador que incluye elementos de distintas músicas. Este city pop revalorizado ha traspasado fronteras de forma natural y se propaga por todo el mundo; es un movimiento musical en desarrollo. Muy lejos quedan los días en los que la música japonesa se consideraba cutre y hortera. El city pop nipón es fresco y está de moda.
Imagen del encabezado: Estrellas del city pop en las décadas de 1970 y 1980.
(Traducción al español del original en japonés)(*2) ^ No se trata de la música disco típica, sino de un disco más elegante que les gusta poner a los pinchadiscos en la discoteca.