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Los colores del otoño en Kioto: el templo Tōfuku y sus puentes

Cultura

El templo Tōfuku es uno de los mayores complejos budistas de Japón, con cerca de dos mil árboles cuyas hojas tornan de color en otoño. Además, se trata del lugar de Kioto donde se puede contemplar el enrojecimiento de las hojas hasta el final de la temporada. Alberga multitud de puntos de interés, como la Puerta Sanmon, designada Tesoro Nacional, y un jardín de musgo.

Los colores vivos de dos mil árboles

Tōfuku-ji, el principal templo de la homónima escuela perteneciente a la secta budista Rinzai, se encuentra en la ciudad de Kioto, concretamente, en el distrito de Higashiyama. Además, es uno de los mejores lugares de la localidad para contemplar los colores del otoño. Entre estos, gozan de fama especial las vistas del valle Sengyokukan, que se pueden admirar desde dos puentes cubiertos: Tsūtenkyō y Gaunkyō.

Colores de otoño vivos en Sengyokukan.

Vista de Tsūtenkyō desde Sengyokukan. Los colores del otoño “tiñen” el puente.

El templo budista Tōfuku data del año 1236 y lo construyó Kujō Michiie, un noble del período Kamakura. Al parecer, su nombre se creó combinando el primer y segundo carácter de Tōdai-ji y Kōfuku-ji —afamados templos budistas de Nara—, respectivamente. El primer monje en hacerse cargo de él fue Enni Ben’en (llamado Shōichi a título póstumo), primera persona de Japón a la que un emperador le concedió el título de kokushi, esto es, máximo religioso de la nación.

El complejo budista alberga un arce del tipo tsūten momiji, cuyas hojas tienen tres puntas, traído desde China supuestamente por el monje tras un viaje espiritual. En total, hay cerca de dos mil árboles, principalmente en Sengyokukan, entre los cuales se encuentran especies como el arce japonés palmeado (Acer palmatum o irohakaede) y el Acer palmatum var. matsumurae (yamamomiji). Todos ellos cambian de color en otoño.

El pabellón principal de Tōfuku-ji, la mayor construcción de madera de la era Shōwa, tiene una fachada de 41,4 metros de ancho. A la izquierda, la entrada a Tsūtenkyō.

Sengyokukan se extiende del oeste al este, en el lado norte del edificio de los aposentos monacales, y tiene tres puentes: Gaunkyō, Tsūtenkyō y Engetsukyō; van desde el oeste en este orden. Por la primera de estas estructuras, situada a la entrada del templo, se puede pasar sin coste alguno. Desde ahí se admira el segundo puente rodeado de hojas enrojecidas, una de las vistas más destacadas del otoño en Tōfuku-ji.

Vista del mirador de Tsūtenkyō desde Gaunkyō, el primero de los tres puentes.

Tsūtenkyō se utiliza para desplazarse desde el pabellón principal hasta Jōrakuan, en la zona norte del complejo budista. Allí se encuentran edificios como el Kaisandō, donde se custodia una estatua de Enni Ben’en, el Kyakuden o Sala de recepciones, y el Fumon-in, residencia del monje principal del templo. Para entrar a este puente, es preciso pagar; desde su parte central, que alberga un mirador, es posible contemplar Gaunkyō, que sobresale entre las copas enrojecidas de los árboles; estas se convierten en “nubes de otoño”.

Vista de Gaunkyō desde Tsūtenkyō. Durante la temporada del enrojecimiento de las hojas, está prohibido pararse a hacer fotografías desde el puente debido a las aglomeraciones.

Uno de los mayores complejos budistas de Japón y un jardín de musgo

Otros lugares del complejo budista en los que se puede disfrutar de preciosas estampas de otoño son el monumento conmemorativo situado delante de Tsūtenkyō, las inmediaciones de Kyōzō (Sala de los sutras) y el jardín de musgo. El enrojecimiento de las hojas en Tōfuku-ji se puede admirar en todo su esplendor desde noviembre hasta principios de diciembre, esto es, durante un largo período. De hecho, se cree que es el de mayor duración de todo Kioto, de ahí que sea el lugar elegido por quienes lamentan la llegada del invierno y desean despedirse del otoño por todo lo alto.

Los colores del otoño en el monumento conmemorativo situado delante de Tsūtenkyō. En la piedra está grabado un poema obra de Nyokū, otro de los nombres por los que se conocía al monje budista Kūkai.

Hojas enrojecidas delante de Kyōzō (Sala de los sutras). La vista es desde Sengyokukan.

El jardín de Tōfuku-ji es famoso por su musgo. El de la foto es musgo capilar, y sobre él vemos varias hojas de arce.

Este inmenso complejo budista (200.000 m2) alberga otros muchos lugares de interés que merece la pena visitar en otras épocas también: la puerta Sanmon, Tesoro Nacional; el jardín Honbō, diseñado por Shigemori Mirei y designado Lugar Nacional Pintoresco, y el Kaisandō, templo que alberga Dennekaku, una de las cinco torres más importantes de Kioto. En cualquier caso, es recomendable visitar Tōfuku-ji en otoño al menos una vez.

La Puerta Sanmon, denominada Tesoro Nacional y reconstruida en 1425.

El jardín Honbō tiene en su zona septentrional una parte en la que el musgo y las piedras están diseñados a imagen y semejanza de los escaques de un tablero de ajedrez.

El Kaisandō es una torre de dos pisos cuyo diseño es poco común.

Información práctica sobre la entrada a Tōfuku-ji durante el enrojecimiento de las hojas

  • Horario: de 8:30 a 16:30 (última admisión a las 16:00)
  • Entrada: la entrada al complejo es gratuita. El acceso a Tsūtenkyō y Kaisandō cuesta 400 yenes (300 yenes para estudiantes de primaria y de secundaria básica), al igual que la entrada al jardín Honbō. La entrada a Ryōgin-an tiene un precio de 500 (300 yenes para estudiantes de primaria y de secundaria básica)

Cómo llegar

  • Desde la estación de Kioto se tarda unos tres minutos en la línea Nara de JR. La parada es Tōfuku-ji, desde donde hay que caminar diez minutos.
  • Quienes quieran llegar desde Osaka deberán tomar un tren de la línea Keihan, bajarse en la estación Tobakaidō y caminar unos ocho minutos, o en Tōfuku-ji y hacerlo durante diez.
  • En la época del enrojecimiento de las hojas, el aparcamiento del templo permanece cerrado.

Texto e imágenes: Kuroiwa Masakazu

(Traducción al español del original en japonés)

Turismo Kioto Kōyō Higashiyama