Seita Akihiro, director de Salud de UNRWA: “No aparten la mirada de la violencia sin sentido de Gaza”

Mundo Política

El 7 de octubre de 2023 comenzaron los combates entre las fuerzas israelíes y Hamás. Seita Akihiro, director del Departamento de Salud de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), hizo un llamamiento para que no se ignore el sufrimiento que se vive en Gaza.

Seita Akihiro SEITA Akihiro

Médico, director de Salud de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo. Nacido en 1961. Licenciado en la Universidad de Medicina de Kōchi (ahora Facultad de Medicina de la Universidad de Kōchi), trabajó para la Organización Mundial de la Salud durante unos 15 años desde 1995, luchando contra la tuberculosis y las enfermedades infecciosas. En su puesto actual desde 2010. Actualmente trabaja en la sede de Ammán, la capital de Jordania. Es autor de Tenjō no nai kangoku Gaza no koe o kike! (Una prisión sin techo: ¡escuchad la voz de Gaza!; Shūeisha shinsho), entre otros.

Los refugios están abarrotados

Entré en Gaza el 29 de agosto desde Ammán, la capital de Jordania, donde se encuentra la sede de la UNRWA. Es la tercera vez que entro en Gaza desde que comenzaron los combates, pero la situación es cada vez peor. La llamada zona humanitaria, en la que el bando israelí nunca ha emitido ninguna exhortación de evacuación, abarca menos del 10 % de la superficie de Gaza y muchos de los 1,8 millones de habitantes del sur de Gaza se han refugiado en ella. Se han levantado tiendas de campaña incluso en las playas a lo largo de la costa, de modo que no sobra espacio.

Franja de Gaza

Según las autoridades sanitarias de Gaza, el número de muertos en el lado gazatí desde el inicio de los combates hasta el 26 de agosto de 2024 fue de 40.435; la UNRWA calcula que el número de desplazados asciende a 1,9 millones, lo que equivale al 90 % de la población de Gaza.

Los refugios de la UNRWA han llegado al punto de no poder acoger a más personas, con una media de un retrete por cada 470 personas y una ducha por cada 2.700 personas. Los principales refugios son las escuelas, pero solo las mujeres y los niños pueden dormir en las aulas, mientras que los hombres viven en tiendas de campaña en los alrededores.

Además de la falta de infraestructuras funcionales para empezar, la afluencia de personas ha provocado una escasez de suministros y el deterioro de las condiciones sanitarias, dejando a la gente cansada y sin esperanzas sobre el futuro.

Medicamentos escasos y deterioro de las condiciones sanitarias

Los ataques también han afectado al funcionamiento de las instalaciones de la UNRWA: a finales de agosto, solo funcionaban cinco de los 22 centros de salud gestionados por la UNRWA en Gaza. Desde el comienzo de los combates, la UNRWA ha abierto cuatro nuevas clínicas y ha creado 54 clínicas temporales en centros de evacuación. Aunque hay muchas ONGs médicas de diferentes países en Gaza, la UNRWA es la mayor plataforma de atención primaria, y aunque se han conseguido algunos médicos para la atención primaria, hay escasez de especialistas locales porque han sido evacuados fuera de Gaza.

Situación humanitaria en Gaza

Evacuados 1,9 millones (90 % de la población)
Centros de salud de la UNRWA Cinco de las 22 instalaciones están operativas
Alimentos Faltan provisiones para 2,1 millones de personas
Educación Más de 600.000 niños sin escolarizar

*A finales de agosto de 2024. Fuente: UNRWA y otros.

La UNRWA fue creada por una resolución de la Asamblea General de la ONU adoptada en diciembre de 1949, tras el Frente del Oriente Próximo de la Primera Guerra Mundial, para proporcionar ayuda a los refugiados palestinos, y comenzó a funcionar en mayo de 1950. Ha seguido prestando asistencia a largo plazo a este grupo concreto de refugiados, los palestinos, lo que la convierte en una de las agencias más características de la ONU. Sus actividades abarcan muchos ámbitos, como la educación, la sanidad y el desarrollo de infraestructuras en los campos de refugiados. Más de 200 miembros del personal han muerto en los combates desde octubre del año pasado.

El problema más grave es la falta de medicamentos: cuando las fuerzas israelíes invadieron Ráfah, en el sur de Gaza, en mayo, nuestro personal tuvo que ser evacuado y las multitudes saquearon el gran almacén de medicamentos de la UNRWA, que tenía medicinas por valor de cuatro millones de dólares; se llevaron aproximadamente la mitad. Debido a las restricciones israelíes a la entrega de suministros y a los daños causados por los grupos de saqueadores organizados, desde entonces solo se han podido suministrar medicamentos de un camión nada más. Dentro de un mes, los productos farmacéuticos se agotarán.

Un niño recibe una vacuna contra la polio en Deir al-Balah, Gaza, 2 de septiembre de 2024. (Cortesía del director de Salud de la UNRWA Seita Akihiro)
Un niño recibe una vacuna contra la polio en Deir al-Balah, Gaza, 2 de septiembre de 2024. (Cortesía del director de Salud de la UNRWA Seita Akihiro)

En Gaza se confirmaron casos de polio en agosto en bebés sin antecedentes de vacunación. La enfermedad aparecía en la zona por primera vez en 25 años. El 1 de septiembre, la ONU empezó a vacunar a los niños para detener la propagación de la enfermedad, y UNRWA publicó en X (antigua Twitter): “Debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para salvar a los niños”.

La falta de sistemas de suministro de agua y alcantarillado en funcionamiento suscitó preocupación por el poliovirus, que puede propagarse a través de las heces humanas. Un saneamiento deficiente, que incluye la contaminación de las aguas subterráneas por los excrementos, y una escasez absoluta de productos de higiene, como jabón y champú, ha propagado también otras enfermedades infecciosas, como la hepatitis A.

Las catástrofes creadas por los humanos destruyen los cimientos de su sociedad

Gaza no es una tierra rica, pero antes de que comenzaran los combates su población vivía tranquila, y la seguridad no era mala. Al igual que en el Japón rural, existía un tejido social en el que la gente se ayudaba y apoyaba mutuamente en tiempos de penuria, pero esto se ha derrumbado a medida que la gente se ha visto obligada a huir una vez tras otra. En Gaza, antes de que empezaran los combates, nunca vi a ninguna persona sin hogar.

Todo parte de un fracaso de la política internacional, y de la incapacidad del marco de la ONU, anegado por las diversas formas de pensar de los diferentes países. Es una “catástrofe provocada por el ser humano”. Si vamos a alguno de los países vecinos abundan los suministros, pero aquí no se consiguen. Debería ser posible resolver este problema a través de la política, pero no lo es. Aquí se condensan los sinsentidos del mundo.

Según la ONU, 2,1 millones de personas en Gaza necesitan ayuda alimentaria, pero a julio de 2024 solo algo más de 1,1 millones habían recibido asistencia.

Las organizaciones de la ONU y las ONG estamos trabajando duro, pero no podemos mantener el ritmo del acelerado deterioro de la situación, lo cual resulta muy frustrante. La población de Gaza empieza a sentirse abandonada por la comunidad internacional, y la situación es crítica.

El director de Salud de la UNRWA, Seita Akihiro (esquina derecha), inspecciona la situación de la vacunación contra la polio en Nuseirat, Gaza, 1 de septiembre de 2024. (Por cortesía de Seita)
El director de Salud de la UNRWA, Seita Akihiro (esquina derecha), inspecciona la situación de la vacunación contra la polio en Nuseirat, Gaza, 1 de septiembre de 2024. (Por cortesía de Seita)

Nunca olvidaré lo que dijo un amigo mío que fue evacuado de Ráfah: “¿Cuándo nos tratará la comunidad internacional como seres humanos?”

Para poder responder a esta pregunta no vamos a rendirnos; seguiremos prestando todo nuestro apoyo. Los pueblos del mundo no deben dar la espalda a esta tragedia.

(Artículo traducido al español del original en japonés. Imagen del encabezado: el director de Salud de la UNRWA, Seita Akihiro, rodeado de niños que muestran la marca de haber completado la vacunación contra la polio en sus dedos, Deir al-Balah, Gaza, territorio palestino, 3 de septiembre de 2024 - cortesía de Seita.)

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