Los preparativos ante catástrofes, parte de la vida diaria en Japón

Cultura

La palabra japonesa bōsai tiene un amplio significado que abarca desde cómo prepararse para una catástrofe hasta cómo reaccionar cuando se produce. En Japón los niños comienzan a aprender este tema desde temprana edad y se celebran campañas y simulacros de concienciación pública regularmente, sobre todo alrededor del 1 de septiembre, aniversario del Gran Terremoto de Kantō de 1923 que devastó Tokio y mató a más de 100.000 personas. Como parte de las actuaciones para aumentar la preparación ante catástrofes, el Gobierno de Tokio acaba de publicar un nuevo manual.

Productos para emergencias

Los productos bōsai especializados para mitigar los efectos de una catástrofe están al alcance de todo el mundo, y algunos establecimientos disponen de secciones completamente dedicadas a ellos. Muchos de estos artículos son provisiones de emergencia, como agua embotellada de larga caducidad y varios tipos de comida, como las galletas kanpan, pan enlatado y alimentos que se calientan solos. También podemos encontrar camas enrollables o hinchables, las “mantas espaciales” térmicas reflectantes para abrigarse y artículos de aseo personal para cuando no se dispone de agua corriente.

Expositor de un establecimiento donde se anima a los clientes a adquirir productos bōsai.

El derrumbe de muebles es una importante causa de muerte o lesiones durante los terremotos, y por ello existen artículos bōsai para mantenerlos en su lugar. Parches adhesivos por ambas caras mantienen a los televisores fijos en su base, mientras que soportes y correas impiden que armarios y otros grandes muebles puedan desplomarse. Cascos o capuchas especiales pueden proteger contra pequeños escombros desprendidos de edificios, como tejas y cristales rotos, cuando se huye hacia el refugio más cercano.

Radio/linterna de cuerda.

Entre los artículos más innovadores a la venta encontramos radios de cuerda con linternas incorporadas. Algunos de los nuevos modelos pueder ser utilizados también para recargar teléfonos móviles, aunque es necesario dar cuerda durante varios minutos para obtener una carga de batería muy escasa. Otro ingenioso producto para cuando las fuentes de energía son limitadas es la linterna LED que funciona con agua salada y que da luz durante ocho horas seguidas antes de tener que cambiar el agua.

Consejos prácticos

En septiembre de 2015 el Gobierno Metropolitano de Tokio empezó a distribuir un nuevo manual de preparativos ante catástrofes denominado Tokyo Bōsai. Su atractivo diseño captó la atención de los medios de comunicación, ya que contrasta con el serio pero funcional enfoque típico de la infomación bōsai que comparten las autoridades locales. Este manual incluye relatos en primera persona de supervivientes de catástrofes, una gráfica presentación en manga de un terremoto imaginario en Tokio, y un rinoceronte mascota (sai en japonés) en un juego de palabras con la segunda parte de la palabra bōsai.

La utilidad del nuevo manual puede ser su aspecto más significativo. Por ejemplo, en lugar de adquirir las especiales variedades de comida que se venden como productos bōsai, el manual recomienda a los residentes comprar más productos cotidianos para poder tener una reserva constante. Al animar a los ciudadanos a limitarse a tener la despensa llena, el Gobierno pretende evitar la impresión de que preparase para una catástrofe sea particularmente difícil e integrarlo más fácilmente en la vida diaria.

Manual Tokyo Bōsai

Además, el manual presenta consejos sobre cómo utilizar artículos comunes para reemplazar productos de los que no se pueda disponer en ese momento. Los periódicos pueden utilizarse para envolver el cuerpo o los podemos colocar por debajo de la ropa para abrigarnos, rollos de celofán pueden servir para sujetar una tablilla, y las botellas de plástico pueden transformarse en vasos o platos. La guía sugiere asimismo envolver los zapatos con bolsas de plástico y atarlos a tablas con cuerda para proteger los pies de lesiones.

Una iniciativa de parque bōsai que describe el manual demuestra cómo la preparación ante una catástrofe queda incorporada en la infraestructura de la ciudad. En estos parques especiales existen pozos situados directamente sobre las alcantarillas; tras una catástrofe, las tapas podrían ser reemplazadas por sencillas letrinas e instalar tiendas a su alrededor para mantener la privacidad. Los bancos pueden convertirse también en hornillos de cocina quitándoles el asiento, y existen focos de luz generados con energía solar y bombas de agua manuales en caso de que los servicios básicos hayan quedado interrumpidos.

La preparación aumenta las posibilidades de supervivencia

Tokyo Bōsai empieza con la tesis de que existe un 70 % de posibilidades de que un terremoto afecte a Tokio directamente dentro de los próximos 30 años. Aunque resulta difícil llevar a cabo predicciones precisas sobre catástrofes naturales, los mortíferos terremotos de 1995 y 2011 han potenciado las acciones para aumentar los conocimientos generales de bōsai.

Aunque la suerte juega también su papel, estar preparado puede aumentar las posibilidades de supervivencia o disminuir las adversidades posteriores a una catástrofe. El manual de Tokio cita los siguientes artículos que resultaron de utilidad a supervivientes de catástrofes:

Agua, hornillo de cocina de gas portátil y latas, medicamentos comunes, lavabo de emergencia, linterna, pilas, radio (de tipo recargable, etc.), bolsas de plástico, celofán.

La versión inglesa ofrece información de utilidad, en su mayor parte aplicable fuera de Tokio.

Versión inglesa del manual Tokyo Bōsai. (PDF)

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