La inoculaciones contra la COVID-19 avanzan con lentitud en Japón debido a la escasez de vacunas y jeringas
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Por Rocky Swift
TOKIO (Reuters) - La campaña japonesa de inoculación contra la COVID-19 está desarrollándose con gran lentitud debido a la falta de suministro y a la escasez de jeringas especiales, algo que subraya el enorme reto al que el país hace frente con su objetivo de vacunar a todos los adultos de aquí al final del presente año.
Desde que la campaña comenzase hace tres semanas, solo han sido administradas unas 46.500 dosis (a viernes 6 de marzo) a los trabajadores de la sanidad en la primera línea.
Al ritmo actual, Japón tardará 126 años en vacunar a toda su población de 126 millones de personas. No obstante, se espera que el suministro aumente en los próximos meses.
En contraste, Corea del Sur, que comenzó su campaña de vacunación una semana más tarde que Japón, había administrado cerca de siete veces más vacunas el domingo.
Al contrario que muchos otros países, en Japón se requieren ensayos clínicos con pacientes japoneses para los nuevos fármacos, entre ellos las vacunas, lo que retrasa el proceso de autorización para su uso.
Hasta el momento, solo la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech ha sido aprobada. Los ensayos clínicos en Japón para las vacunas de AstraZeneca y Moderna se han llevado a cabo y se espera que las vacunas sean aprobadas por los órganos reguladores.
“El sentido de emergencia del Gobierno no es, creo, similar al de otros países del G7”, dijo Sakamoto Haruka, doctora e investigadora de la Universidad Keio, destacando la baja incidencia y mortalidad del virus en Japón en comparación con otras naciones.
Japón ha registrado uno 438.000 casos confirmados de la COVID-19 y 8.251 fallecidos. Los casos en Tokio, que permanece bajo el estado de emergencia, cayeron de un máximo histórico de 2.520 el 7 de enero a 237 el 7 de marzo.
Sakamoto explicó que la postura conservadora del Ministerio de Salud se debe a anteriores ejemplos en los que un nuevo medicamento obtuvo la autorización con relativa rapidez, provocando una ola de críticas entre la sociedad y los medios por la excesiva premura y por poner en riesgo la seguridad de los japoneses.
El Ministerio de Salud no contestó inmediatamente sobre el ritmo de la campaña de inoculación.
Japón se está centrando en vacunar a unos 4,8 millones de trabajadores de la sanidad antes de empezar a inocular a la población de edad avanzada, unos 36 millones. El ministro a cargo de la vacunación, Kōno Tarō, dijo que aunque la vacunación de las personas mayores de 65 años comenzará el mes próximo, el suministro será extremadamente limitado.
Al contrario que Corea del Sur, que ha utilizado jeringas de volumen muerto bajo para extraer seis e incluso siete dosis por vial de la vacuna de Pfizer en lugar de cinco, y 12 dosis de la vacuna de AstraZeneca por vial en lugar de 10, Japón no ha preparado suficiente suministro de jeringas especiales.
Kōno explicó el viernes que esta escasez significa que algunas dosis se desperdiciarán cuando comience la vacunación de las personas de edad avanzada.
Kōno explicó que Japón continúa negociando con Pfizer sobre el suministro y se espera que las importaciones se cuadrupliquen en abril respecto a marzo hasta 1,7 millones de viales. Cada remesa debe ser aprobada por la Unión Europea, que introdujo un mecanismo a finales de enero para vigilar las exportaciones de vacunas después de que las farmacéuticas anunciaran retrasos en el suministro al bloque.
Japón ha asegurado al menos 564 millones de dosis de las vacunas contra la COVID-19, el mayor volumen de Asia, y el primer ministro Suga Yoshihide ha prometido contar con suficientes para toda la población para el mes de junio, antes del comienzo de los Juegos de Tokio el 23 de julio.
(Reportaje de Rocky Swift; Información adicional de Miyoung Kim en Singapur; Editado por Edwina Gibbs. Traducido al español por nippon.com)