Un día como hoy en Japón: 28 de marzo
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1959, abre el Cementerio Nacional de Chidorigafuchi
Se inaugura el Cementerio Nacional de Chidorigafuchi (Sanbanchō, distrito de Chiyoda, Tokio), construido por el Gobierno japonés. El cementerio se construye para albergar los restos de aquellos que murieron en el extranjero durante la guerra sino-japonesa y la Guerra del Pacífico y cuyas identidades eran desconocidas o cuyos cuerpos no habían sido reclamados. El cementerio no es solo la tumba para los soldados desconocidos, sino también una instalación para la conmemoración de todos los caídos en la guerra. El día de la apertura los emperadores de Shōwa asisten a la primera ceremonia para rendir homenaje a los difuntos. En la actualidad, los restos de 370.069 personas, entre militares, personal civil vinculado al ejército y ciudadanos de a pie, están consagrados allí. De acuerdo con el principio de separación de la religión y el Estado, la instalación no está afiliada a ninguna secta o religión en particular, y los eventos como los actos conmemorativos y las ceremonias celebradas por el Gobierno se llevan a cabo sin participación religiosa.
Otros hechos históricos
1920, Hiratsuka Raichō, Ichikawa Fusae y otras activistas forman la Nueva Asociación de Mujeres para mejorar la situación social y política femenina. En la ceremonia de inauguración se reúnen 70 personas y asisten también Shimanaka Yūsaku, redactor jefe de Fujin kōron, y Sakai Toshihiko, socialista. Llevan a cabo actividades de petición relativas a la modificación del artículo 5 de la Ley de la Policía de Seguridad (una cláusula que prohibía las actividades políticas de las mujeres), la reivindicación del sufragio femenino y la restricción del matrimonio para los hombres con enfermedades de transmisión sexual. Se disolverá en diciembre de 1922.
1960, el arzobispo católico de Tokio, Doi Tatsuo, es nombrado primer cardenal japonés. Los cardenales son el segundo clero de mayor rango en la iglesia católica después del Papa. Basándose en la política del Vaticano de japonización del personal de la Iglesia japonesa, fue nombrado arzobispo de Tokio en 1938. Durante la Guerra del Pacífico, se esforzó por proteger a la débil Iglesia católica japonesa de la presión militar.