El Japón histórico entusiasma en el extranjero: ¿habrá un segundo ‘Shōgun’?
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La presencia de Japón en el mercado mundial del entretenimiento
2024 está a punto de terminar, y al recordar el mundo del entretenimiento en estos doce meses podemos decir que ha sido un año en que Japón ha mostrado una presencia sin precedentes en las pantallas del mercado global. Algunas de esas obras se crearon en Japón, otras las produjeron creadores extranjeros que daban vida a un Japón visto desde sus propias perspectivas únicas, y otras eran producciones extranjeras en las que ciertos artistas japoneses desempeñaron algún papel importante.
En primer lugar está el éxito de taquilla de Godzilla-1.0 (producida por Tōhō), estrenada en Norteamérica en diciembre de 2023; la película recibió grandes elogios por parte de la industria y de la crítica, entre los que se incluye un Óscar a los Efectos Visuales en los Premios de la Academia de Estados Unidos, en marzo de 2024; fue también la tercera película en lengua extranjera más taquillera de la historia en Norteamérica. Logró esta hazaña a pesar de no contar con mucha publicidad.
En esos premios de la Academia, Kimitachi wa dō ikiru ka (El chico y la garza), de Miyazaki Hayao (producida por Studio Ghibli), ganó el premio a la Mejor Película de Animación, mientras que Perfect Days, protagonizada por Yakusho Kōji y dirigida por Wim Wenders, quedó nominada en la categoría de Mejor Largometraje Internacional.
Al mismo tiempo la serie televisiva Shōgun, producida por FX Productions (propiedad de Disney), batió en su estreno el récord como serie dramática de mayor duración en la historia de Disney General Entertainment, la rama de producción televisiva de la empresa. Causó también una verdadera conmoción en la industria al ganar 18 premios Primetime Emmy en la temporada de otoño; Shōgun seguirá sin duda recibiendo premios en la temporada que está a punto de comenzar.
Godzilla: la coincidencia de éxitos simultáneos
Mientras que estas noticias han sido ampliamente difundidas en Japón, dado que resido en Los Ángeles desde hace mucho a veces los medios de comunicación japoneses me preguntan si acaso la cultura japonesa interesa ahora en el extranjero. La respuesta es a la vez sí y no. En lo que respecta a ejemplos como Godzilla - 1.0, la respuesta se acerca más al “no”.
Esto se debe a que tanto Godzilla mismo como el cine de Miyazaki existen desde hace mucho tiempo; no han aparecido de pronto. Llevan mucho tiempo siendo populares y no han hecho sino ampliar su base de fans; ahora ha aparecido una nueva película aún más impresionante, para regocijo de todos. En el caso de las películas de Ghibli, la reciente firma de un contrato con Max, una plataforma de distribución de vídeo bajo el paraguas de Warner Bros Discovery, y el hecho de que haya entrado así en muchos hogares estadounidenses probablemente haya ayudado a aumentar su público.
Shōgun no es diferente: a Hollywood no se le ocurrió de repente la idea de rehacer el exitoso drama de 1980. Hace mucho que se hablaba de reinventar la novela original de James Clavell, publicada en 1975. Varios creadores han intentado producir una película basada en esa obra; en 2017 se volvió de nuevo al punto de partida, justo antes de comenzar el rodaje. En una época en la que los estudios de producción cinematográfica y dramática dan más importancia que nunca a las propiedades intelectuales, los máximos responsables de FX no escatimaron tiempo para asegurarse de que Shōgun no se echaría a perder (el anuncio de Disney de que compraría 21st Century Fox, la empresa matriz de FX, se produjo a finales de 2017, y la adquisición no se completó hasta finales de 2019, por lo que Disney no tomó parte en esa producción).
Cuando Justin Marks, conocido por su trabajo en Top Gun: Maverick, fue elegido como showrunner (responsable de una serie) para Shōgun en 2018, ofreció al actor principal, Sanada Hiroyuki, un puesto como productor. La serie, un nuevo comienzo para esta propiedad intelectual, en este sentido, tardó mucho en rodarse y casi dos años en montarse y quedar ultimada, tras la posproducción.
Dicho de otro modo, el hecho de que Godzilla - 1.0, Kimitachi wa dō ikiru ka y Shōgun tuvieran éxito en todo el mundo al mismo tiempo no es más que una coincidencia.
Los creadores audiovisuales empatizan con la novela de un extranjero intelectual
Si nos fijamos en el resto de obras, sin embargo, la respuesta a la pregunta de si crece el interés por la cultura japonesa se acerca a un rotundo “sí”.
Sunny, por ejemplo, empezó a emitirse en Apple TV+ en julio de 2024 y recibió grandes elogios, incluida una puntuación del 90 % en la página web de críticas Rotten Tomatoes. La serie está protagonizada por Rashida Jones, Nishijima Hidetoshi, Judy Ongg y Kunimura Jun. Su creadora es la guionista estadounidense Katie Robbins, y parte de una novela original publicada en 2006 por Colin O’Sullivan, un escritor irlandés afincado en Japón.
Muchas historias ambientadas en Japón se ruedan en realidad en exteriores diferentes a los de la ambientación (Shōgun se rodó en Canadá; Silence, de Martin Scorsese, en Taiwán); pero Robbins, una gran amante de Japón, quería rodar Sunny en el país de su narración. La creadora tuvo la suerte de que no hubiera turistas durante la pandemia del nuevo coronavirus, así que decidió rodar todos los exteriores en la localización real, incluso en pleno Kioto. Nishijima Hidetoshi declaró que era la primera vez en su larga carrera que rodaba en las calles de Kioto.
Por su parte la película islandesa Touch (que se estrenará en Japón el 24 de enero de 2025), candidata a la 25.ª edición de los Óscar en la categoría de Mejor Largometraje Internacional, se basa en una novela escrita por el escritor islandés Olaf Olafsson durante la pandemia. La película se desarrolla en Islandia, Londres y Japón, y está protagonizada por Kōki, Motoki Masahiro y Nakamura Masatoshi.
Olafsson, exdirector de la división de videojuegos de Sony en Estados Unidos que participara en el lanzamiento de la videoconsola PlayStation original, visitó Japón con frecuencia en los ochenta y noventa; fue entonces cuando conoció las experiencias de los hibakusha (supervivientes de las bombas atómicas), el tema de esta historia. Cuando por fin escribió sobre ello su libro llamó la atención del también director y actor de Hollywood Balthazar Kormałkul (autor de películas como Everest o Beast), y pronto fue llevado al cine.
Se trata de obras escritas recientemente por extranjeros que conocen bien Japón desde hace ya tiempo, y que impactaron a otro creador o artista extranjero, y calaron en el público más allá de cualquier frontera.
La nueva película de El señor de los anillos, dirigida por un experto en animación
Otra película de Hollywood influida por el cine japonés es The Lord of the Rings: The War of the Rohirrim (El Señor de los Anillos: la batalla de los rohirrim), que se estrena en casi todo el mundo el 13 de diciembre (en Japón el 27 de diciembre).
Producida por New Line Cinema, propiedad de Warner, y escrita por Philippa Bowen, guionista de la trilogía de El señor de los anillos y de El Hobbit, de Peter Jackson, esta película de animación fue dirigida por Kamiyama Kenji, quien trabajara en Ghost in the Shell S.A.C. y Higashi no Eden (Edén del Este); Kamiyama aceptó un verdadero reto al dirigir una obra de ese calado al estilo japonés de animación.
Bowen reveló que se le había ocurrido la historia después de oír a varias personas decir que querían hacer una versión en anime de El Señor de los Anillos, en lugar de tener primero una historia y luego convertirla al formato del anime. También dijo que la historia “encaja perfectamente en la gran tradición de anime que tiene Japón”.
La animación es, sin duda, el mayor orgullo de la cultura japonesa contemporánea, y cuenta con muchos seguidores en todo el mundo. Si en el futuro se dan más colaboraciones como esta los creadores japoneses tendrán aún más oportunidades para ampliar el alcance de sus actividades.
Una obra ambientada en Japón que continuará en 2025
Por suerte es muy probable que en 2025 veamos Japón en películas de directores extranjeros. Una de ellas es The Smashing Machine, protagonizada por Dwayne Johnson, alias The Rock, y dirigida por Benny Safdie. También está Marty Supreme, protagonizada por Timothée Chalamet y dirigida por Josh Safdie (hermano de Benny).
The Smashing Machine ya ha terminado de rodarse, y un alto ejecutivo de su productora, A24, afirma: “Las imágenes de Dwayne Johnson caminando por las calles de Japón resultan muy nuevas. Estoy impaciente por que el público las vea”. (Nota: al entrevistar a A24 para obtener comentarios de directivos de la empresa, la norma es no mencionar el nombre de la persona en concreto; yo también acepté esta condición al hacer la entrevista).
“En ambas películas los directores insistieron en rodar en Japón. Es imposible recrear Japón por completo en otro lugar. Resulta caro, por supuesto, pero no se trata de imágenes que aparezcan en muchas películas estadounidenses de grandes presupuestos, y merece la pena hacerlo”, afirmó también el ejecutivo.
Yo opino que en el futuro aumentará sin duda el número de productores y estudios extranjeros interesados en rodar localmente películas ambientadas en Japón, como ha sido el caso con A24; 2024 podría ser solo el comienzo de esta tendencia. Queda por ver si de entre esos proyectos surgirá un segundo Shōgun.
(Artículo traducido al español del original en japonés. Imagen del encabezado: Sawai Anna, a la izquierda, ganadora del premio a la mejor actriz dramática en la 76 edición de los premios Primetime Emmy por su trabajo en Shogun, junto a Sanada Hiroyuki, que se llevó el premio al mejor actor; 15 de septiembre de 2024, Los Ángeles, EE. UU. – Reuters.)