París 2024: el inicio de una nueva era para el deporte paralímpico
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Un encuentro de nivel incomparable
Andrew Parsons, presidente del Comité Paralímpico Internacional (CPI) declaró en una rueda de prensa previa a la clausura de los Juegos Paralímpicos de París que esta edición se convertirá en la piedra angular de los próximos encuentros. Además, se mostró satisfecho por el nivel superior de gestión que hubo en todos los aspectos de los juegos. Ochi Takao coincide con su percepción, pues también cree que fueron unos Juegos Paralímpicos incomparables con los anteriores.
Algo que sorprendió a Ochi fue que, mientras que en las tres ediciones de los Juegos Paralímpicos de Londres a Tokio había una pantalla de grandes dimensiones en la que se explicaba cuidadosamente el tipo de discapacidad de los deportistas para la comprensión de los espectadores, en París no se ofrecía ninguna aclaración y solo se presenciaban las competiciones. Comparando esta situación con una pintura expuesta, sería como si una obra se exhibiera sin el nombre del autor ni ninguna otra explicación, para disfrutarla tal cual es.
Ochi no sintió que el público aplaudiera para festejar los “esfuerzos de las personas con discapacidad”. La mayoría de los espectadores solo gozaba de las competiciones y se respiraba un ambiente en el que los deportistas eran respetados como “intérpretes”. Los Juegos Paralímpicos y los Olímpicos no son iguales, pero algo de esa diferencia está basada en nuestros prejuicios a la hora de dividir a las “personas sin discapacidad” de las “personas con discapacidad”. Fue evidente que los organizadores de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París se esforzaron por eliminar, en la medida de lo posible, dichas diferencias.
Lo percibido a través de los incontables surcos
Las competiciones de tenis en silla de ruedas se llevaron a cabo en el complejo Roland Garros, el mismo que aloja el abierto de tenis francés. Son las únicas canchas de los cuatro torneos de Grand Slam con suelo de polvo de ladrillo o arcilla. Ochi esperaba emocionado cómo quedarían plasmados en sus fotografías los surcos de las sillas de ruedas en las canchas .
En la final se enfrentaron el japonés Oda Tokito, de 18 años, y el inglés Alfie Hewett. Ochi abandonó su butaca preferencial de fotógrafo, una de las más cercanas a la cancha, y subió hasta las gradas más altas para fotografiar desde esa posición. Desde las gradas se conseguía una mejor vista de los surcos que dejaban en el suelo las sillas de ruedas.
Oda estaba a punto de perder, Hewett había llegado al match point, pero en una remontada milagrosa el japonés consiguió la medalla de oro. En ese instante, Oda se dejó llevar por la emoción y se tiró sobre la cancha de tierra. Ochi fotografió absorto ese momento que aspiraba a capturar mirándolo a través del visor.
Tras el partido, Ochi revisó las fotografías que había tomado y se dio cuenta de que tenía una concepción equivocada.
El fotógrafo nos dice que, con los surcos de las sillas en la cancha de tierra, él quería representar de forma abstracta la trayectoria de los deportistas con discapacidad que no se rinden a pesar de las dificultades. Sin embargo, lo que realmente fotografió fueron las huellas de la feroz batalla entre dos deportistas.
Es decir, las marcas en el suelo de arcilla no ilustran las dificultades de los “deportistas con discapacidad”, sino simplemente la trayectoria del encuentro entre dos tenistas. Podría parecer algo obvio si se piensa simplemente al respecto, pero Ochi, al ver sus fotografías, se dio cuenta de que, fascinado, había presenciado un partido maravilloso.
Además, está convencido de que no fue el único y que, al igual que él, el público que abarrotaba el estadio no pensaba que estaba viendo un “deporte de discapacitados”. Solo así se explica la emoción que inundaba el lugar. Ochi confía en que estamos entrando a una época en la que no se harán diferencias entre los deportistas olímpicos y los paralímpicos.
Sídney: preocupaciones superadas
Ochi también comprendió, al reflexionar sobre sus experiencias en los Juegos Paralímpicos anteriores, cuál fue la trayectoria para llegar al nivel de París.
Su primera experiencia en unos Juegos Paralímpicos fue en Sídney 2000. Todo comenzó cuando un periódico le solicitó cubrir de emergencia los Juegos Paralímpicos, después de trabajar en los Juegos Olímpicos.
En Sídney, se sorprendió al ver cómo los espectadores apoyaban a los deportistas. Nos dice que este sentimiento surgió de la imagen que tenía de las personas con discapacidad.
Confiesa que creía que daban lástima, que necesitaban la ayuda de otras personas y que observarlos y fotografiarlos era algo de mala educación e impensable. Pero esas preocupaciones, afortunadamente, desaparecieron.
En el desfile de inauguración, un deportista sin piernas hacía el pino con un brazo y saludaba con una mano. Era evidente que otros deportistas también estaban orgullosos de participar en este encuentro. Ochi tenía la impresión de que los deportes para personas con discapacidad daban una sensación de compasión, pero en un espacio festivo como los Juegos Paralímpicos las diferencias entre personas con y sin discapacidad desaparecieron.
Todos los deportistas eran impresionantes: aquellos que saltaban con prótesis, los atletas con discapacidad visual y los jugadores de baloncesto o rugbi en silla de ruedas que sacaban chispas al chocar.
En las calles había carteles comerciales con la imagen de deportistas con discapacidad y en las sedes de las competiciones de atletismo eran vitoreados por el público. Esta sensación de sorpresa solo la podrían entender quienes estuvieron presentes.
Ochi cree que, al igual que él, muchas personas tendrían una visión diferente a la de ahora de las personas con discapacidad que hacen deporte. Las secciones deportivas en los periódicos japoneses casi no cubrían nada sobre los Juegos Paralímpicos. Los entrenamientos eran vistos no como deportes, sino como parte del proceso de rehabilitación.
Al siguiente año de Sídney, Ochi organizó en Tokio la exposición Tamashii no shunkan (El momento del alma) en la que presentaba fotografías que había tomado en los Juegos Paralímpicos. Muchas personas fueron a verla, pero también escuchó comentarios de lástima sobre los deportistas. En esa época, ese era el límite.
En cambio, durante su trabajo en los Juegos Paralímpicos de París pensaba en las sensaciones y circunstancias de las personas con discapacidad y se daba cuenta de que estaba en un mundo totalmente diferente. En París no se apreciaron los viejos valores sobre las personas con discapacidad ya que toda la ciudad estaba inmersa en una atmósfera de disfrute de los Juegos Paralímpicos.
Pekín: la olimpización acelerada de los Juegos Paralímpicos
Para Ochi, hubo un importante cambio a partir de los Juegos Paralímpicos de Pekín 2008.
Todas las sedes estaban llenas. Quizás algunos fueron movilizados, pero la emoción de los espectadores era real. Los estadios repletos de personas apoyando a los deportistas creaba una atmósfera muy diferente a la de ediciones anteriores. La idea de llevar a la gente a los estadios para que comprendiera el atractivo de los deportes de personas con discapacidad se llevó a la práctica.
En 2001 se firmó el acuerdo de integración entre el Comité Olímpico Internacional y el Comité Paralímpico Internacional, según el cual, a partir de Pekín 2008, ambas organizaciones se unirían para llevar a cabo los juegos conjuntamente. Esto hizo posible la unificación de la mayoría de los aspectos y que los Juegos Paralímpicos recibieran apoyo financiero de los Juegos Olímpicos, lo que aceleró el proceso de olimpización de los paralímpicos.
La integración volvió a avanzar de forma importante en París. Gracias al mayor apoyo que recibían los deportistas con discapacidad mejoró el equipamiento que utilizaban y aumentó el nivel de competitividad. Los emblemas de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos se usan en conjunto, así que los aros olímpicos y los tres agitos, símbolos paralímpicos, se imprimieron en todas las identificaciones de los deportistas, el personal y medios que participaron. Los chalecos que usaron los fotógrafos y camarógrafos también fueron iguales para ambos encuentros. Incluso los detalles más pequeños fueron uniformados, por lo que la transición de los Juegos Olímpicos a los Paralímpicos fue más cómoda.
Londres: la transformación a unos juegos para disfrutar
En la edición 2012 en Londres, los deportistas paralímpicos, que pasaron por un duro entrenamiento al igual que los olímpicos, aparecían continuamente en el Canal 4 de la televisión pública británica. También se hicieron muchas transmisiones en vivo de las competiciones paralímpicas y aumentó su valor como entretenimiento deportivo en el lugar de origen. Incluso era difícil conseguir entradas para los encuentros.
En Río de Janeiro 2016 también hubo un gran ambiente. En Japón, como parte de los preparativos para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020, las competiciones paralímpicas se transmitían diariamente y se hablaba habitualmente de los deportistas con discapacidad en las secciones deportivas de los periódicos. Se hablaba de ellos no como personas con discapacidad, sino como deportistas. Esta tendencia se ha enraizado y continuó en 2024.
En París, todas las competiciones estuvieron repletas de espectadores y se vendieron 2.500.000 entradas. La venta total de entradas para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en conjunto fue de 12.000.000, un máximo histórico para ambos encuentros.
Tokio: en pandemia avanza el reforzamiento de los deportistas
Debido a la pandemia de la COVID-19, la mayoría de las competiciones de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio en 2021 se llevaron a cabo sin público. La venta previa de entradas avanzaba positivamente y, de no ser por la pandemia, la edición de Tokio se habría convertido en una ocasión perfecta para promocionar los atractivos de los deportes paralímpicos. Es una pena que no se materializara.
Dentro de Japón se dio un avance en el fortalecimiento de los deportistas. En el año 2019, en los terrenos aledaños al Centro de Entrenamiento Nacional, que usaban los deportistas olímpicos, se construyó el edificio este para los deportistas paralímpicos. Se trabajó arduamente para descubrir nuevos talentos del deporte y formar a entrenadores.
Cada vez más deportistas con discapacidad pudieron acceder a apoyo financiero del Gobierno o de empresas privadas, lo que permitió la semiprofesionalización o profesionalización de sus carreras. Gracias a esto se consiguieron 13 medallas de oro en los Juegos Paralímpicos de Tokio y 14 en los de París.
La transformación a un gran evento
Los Juegos Paralímpicos se han convertido en un evento deportivo internacional de gran envergadura, como los Juegos Olímpicos o la Copa Mundial de Fútbol. Esto era algo inimaginable en la época en la que empecé a cubrir estos encuentros.
En los intermedios de las competiciones en los Juegos Paralímpicos de París el público coreaba la canción Les Champs-Élysées. Por la manera en la que el público disfrutaba puramente de las competiciones, al menos en los estadios, parecía que había desaparecido por completo la diferencia entre los Juegos Olímpicos y los Paralímpicos.
Se puede decir que los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París se convirtieron en un escalón más para llegar a una nueva época. Sin hacer distinciones entre las personas con y sin discapacidad, la gente disfrutaba de las competiciones paralímpicas igual que de las olímpicas. Esta tendencia podrá seguir avanzando, y lo que es seguro es que jamás va a retroceder.
El desafío de enraizar y extender esta tendencia
A pesar del éxito de los Juegos Paralímpicos de París quedan muchos desafíos que enfrentar.
Para muchos deportes es necesario equipamiento costoso, como sillas de ruedas o prótesis. En la edición de París, participaron un número récord de 168 países y territorios, incluyendo el equipo de deportistas refugiados, pero muy pocos provenían de países en desarrollo. Esto es evidencia de que los deportes de discapacitados no se han extendido lo suficiente.
En la ciudad de París la transformación de las calles o metros a espacios de fácil acceso avanza lentamente y moverse en silla de ruedas es complicado. Durante los Juegos Paralímpicos, estas dificultades fueron criticadas. A finales de agosto, poco antes de la inauguración de los Juegos Paralímpicos, se presentó un plan en el que se invertirían entre 2 y 3 billones de yenes para que todas las líneas de metro de París sean de fácil acceso. No se conocen detalles de las fechas, pero Ochi cree que se trata de un fruto de la celebración de los Juegos Paralímpicos en París.
En la actualidad, los deportistas japoneses de élite reciben mejores apoyos, pero estos no han llegado suficientemente a escuelas y provincias. Los deportistas en silla de ruedas todavía sufren porque algunas veces se les niega el uso de los gimnasios.
Hacer posible que los deportes sean disfrutados sin importar si quien los ejecuta es una persona con discapacidad. Hacer posible que las personas con discapacidad puedan integrarse a la sociedad a través de los deportes. Ese es el significado primigenio de las posibilidades que abren los Juegos Paralímpicos. Dejando de lado el objetivo de aumentar el número de medallas obtenidas, hay otras muchas cosas que deben hacerse y cambiarse. Esta sensación de crisis también quedó en evidencia en las conferencias de prensa que dieron los deportistas.
Las populares mascotas Phryge fueron las mismas tanto para los Juegos Olímpicos como para los Paralímpicos. Solo hay un pequeño detalle, uno de ellos lleva una prótesis en la pierna derecha. Ambos pertenecen a la misma familia y su lema es “Aunque sea solo se puede llegar rápido. Juntos podemos llegar más lejos”.
Los Juegos Paralímpicos de París 2024 fueron un éxito. Por esa justa razón surgen nuevos desafíos y se seguirán buscando nuevas posibilidades y tareas. Ochi cree que también su trabajo como fotoperiodista de los Juegos Paralímpicos entrará a una nueva etapa.
Fotografía del encabezado: Oda Tokito, deportista japonés ganador del oro en individual masculino de tenis para silla de ruedas en los Juegos Paralímpicos de París 2024. Al conseguir el oro se lanzó al suelo de arcilla para celebrar. En la cancha quedaron marcados los surcos de las sillas de ruedas. Roland Garros en París, Francia. Fotografía de Ochi Takao.
(Traducido al español del original en japonés.)