Yugeta Mariko, una maratonista veterana que continúa rompiendo récords mundiales
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Correr un maratón en menos de tres horas, un sueño que postergó por el matrimonio y la crianza
Para los corredores amateurs competitivos, uno de los logros más anhelados es el sub3, es decir, correr un maratón en menos de tres horas. Según la Clasificación de Maratones de Japón, publicada por el sitio especializado RUNNET, que incluye las estadísticas de las carreras reconocidas por la Asociación de Atletismo de Japón que se celebraron entre abril de 2018 y marzo de 2019, el porcentaje de participantes que consiguieron un sub3 fue del 3,1 % para los hombres y tan solo del 0,4 % para las mujeres.
De estas, hay una sola mujer mayor de 60 años en el mundo. Se trata de Yugeta Mariko, residente de la prefectura de Saitama.
A los 61 años rompió el récord mundial en la categoría de Atletismo Máster Femenino de 60 a 64 años con un tiempo de 2 horas 59 minutos y 15 segundos. Al cumplir los 62 años, redujo su tiempo de forma considerable a 2 horas 52 minutos y 13 segundos en el Maratón Internacional Femenino de Osaka, celebrado en enero de 2021. A pesar de haber superado los 60 años, Yugeta sigue superando sus récords. ¿De dónde surge su energía inagotable?
Yugeta era aficionada a correr desde pequeña y para su época de estudiante de instituto se había convertido en una atleta que participó en los 800 metros en el Campeonato Interinstitucional de Japón. Más tarde se sintió atraída por las largas distancias y a los 24 años participó por primera vez en un maratón. Su tiempo fue de 3 horas 9 minutos y 21 segundos. Al igual que muchos otros corredores con resultados similares, ella también comenzó a aspirar al sub3.
Sin embargo, el camino hacia su materialización fue largo y accidentado. Su matrimonio, alumbramiento de los hijos y la crianza de los mismos la alejaron de los entrenamientos plenos.
Yugeta contrajo matrimonio a los 25 años, tan solo un año después de haber participado por primera vez en un maratón. A los 26, dio a luz a la primera de sus cuatro hijos y, al último, a los 37. Sin embargo, no abandonó el deporte por completo. Ya que originalmente era profesora de instituto y estaba a cargo del club de atletismo, tenía oportunidad de correr con los estudiantes, así como de ejercitar brazos y músculos abdominales. Sus ojos estaban puestos en el sub3, así que era consciente de que tenía que seguir entrenando de alguna manera.
Poco antes de cumplir 40 años volvió por completo a las carreras.
En 2009, a los 51 años, participó en el Maratón Internacional Femenino de Nagoya, donde registró un tiempo de aproximadamente 3 horas y 5 minutos. Cuando su hijo más pequeño ingresó al instituto, ella se integró a un club de entrenamiento especial para atletismo en Tokio y comenzó a practicar en la pista, gracias a lo cual consiguió mejorar su tiempo a 3 horas, 1 minuto y algunos segundos. Por fin, a los 58 años, logró su anhelado sub3.
Al enterarse de este resultado, uno de sus estudiantes le preguntó si un sub3 a esa edad era un récord mundial. Después de investigar, Yugeta se dio cuenta de que ninguna mujer mayor de 60 años lo había conseguido. Si ella lograba mantener su tiempo dos años más podría establecer un nuevo récord mundial. Cumplir ese sueño se convirtió en su motivación.
Corre de promedio entre 600 y 700 kilómetros al mes
Además de los tres grandes maratones femeninos de Tokio, Osaka y Nagoya, ha participado en muchas otras carreras locales a nivel nacional. Con un historial de más de 100 maratones completados, no es exagerado decir que correr es parte de su vida diaria.
Tres veces por semana, trabaja como profesora de educación física en el Instituto Femenino de Kawagoe, donde ella misma estudió, y en total corre entre 600 y 700, a veces hasta 800 kilómetros al mes.
Yugeta nos dice que, en los tres días que da clases, corre junto con las estudiantes del club de atletismo después del horario escolar, pero que eso solo representa unos 15 kilómetros. El maratón es una carrera de larga distancia, así que después del entrenamiento con sus estudiantes corre sola en la pista para completar 25 kilómetros al día. Los cuatro días restantes de la semana entrena en una montaña en las cercanías y al atardecer se reúne con las estudiantes del club. Aunque en algunas ocasiones, nos dice, llega a correr más de 30 kilómetros diarios.
Cuando le preguntamos si descansa algunos días, contestó sin dudar: ninguno.
Yugeta corre bajo la lluvia o la nieve, ya que los maratones no se cancelan por estos fenómenos meteorológicos. Nos dice que la única vez que faltó a un entrenamiento fue cuando se acercaba un gran tifón. Aunque ella quería salir a correr, su familia la convenció de lo contrario.
Su entrenamiento no se limita a correr. También es primordial el sueño y la alimentación.
Esta corredora nos dice que lo más importante es respetar las rutinas. Yugeta siempre duerme 8 horas. Consume proteínas como pollo, sashimi de atún, soja fermentada nattō, huevos, leche y, por supuesto, muchas verduras. Los días que no asiste al instituto se prepara un caldo kenchin jiru con las verduras que le regalan sus vecinos. Con respecto al alcohol, nos cuenta que de joven era aficionada a la cerveza, pero con cada embarazo suspendía su consumo, hasta que decidió dejarlo definitivamente cuando tuvo a su cuarto hijo.
Correr mucho, dormir y comer bien. Ese es el secreto que se esconde detrás del sub3 de esta mujer de más de 60 años.
Dios aprieta, pero no ahoga
Yugeta también acepta que la edad hace sus estragos. Nos dice que después de cumplir 55 su cuerpo, poco a poco, ha comenzado a protestar. Ha sufrido de dolores de ciática, inflamación del talón de Aquiles y fascitis plantar, además de que su apetito ha disminuido.
A pesar de todo esto, dice, no se lamenta.
Es consciente de que a su edad las lesiones y las heridas son algo normal y que no le queda otra opción más que intentar superarlo si quiere mejorar sus resultados. Por esa razón, acude a fisioterapia, echa mano de la medicina oriental y pone de su parte para recuperarse. Nos dice que está convencida de que dios aprieta, pero no ahoga.
Su actitud convencida nos remite a una atleta estoica, como si estuviera en un estricto entrenamiento budista.
Pero el rostro de Yugeta solo emana felicidad. Es evidente que correr la llena de alegría. A sabiendas de que podría sonar ofensivo, le preguntamos si no le fastidiaba correr diario. Por supuesto, ella contestó alegremente que no.
Agrega que correr ya es una parte de su vida y que ni siquiera sabe a ciencia cierta por qué la satisface tanto, pero, lo que es un hecho, es que si no está en movimiento no se siente bien. Cada Año Nuevo sigue la carrera Hakone Ekiden y, contagiada por la pasión de los estudiantes que participan, ella también sale a correr. Nos comenta que en la zona donde reside, hay algunas universidades que participan en la Hakone Ekiden, por lo que muchos jóvenes entrenan con la ilusión de poder competir. Ellos se han convertido en un estímulo y fuente de energía para Yugeta, al igual que las estudiantes del instituto donde trabaja. Nada la hace más feliz.
Correr hasta el fin de sus días
Consiguió ser la primera mujer mayor de 60 años con un tiempo sub3, su siguiente objetivo es conseguir un tiempo menor a las 2 horas 50 minutos. Sin embargo, su meta máxima es poder seguir corriendo hasta el final de sus días.
Yugeta le ha entregado su vida entera a los maratones y está decidida de que al momento de su muerte les dirá a sus hijos que su madre disfrutó de la vida al máximo. De cualquier manera, su gran deseo es seguir corriendo hasta el día de su muerte. Aunque la edad ha traído consigo menoscabos en la dentadura y el sentido del oído, ella está segura de que existen puntos que puede seguir mejorando. Por ejemplo, nos comenta que ha comenzado a entrenar los músculos del tronco, algo que en el pasado no le gustaba nada.
Yugeta continuará abriendo caminos inexplorados mientras experimenta con todo su ser la felicidad a través de las carreras, agradeciendo a todas las personas que la apoyan.
(Traducido al español del original en japonés. Fotografía del encabezado: Yamamoto Raita.)