El ‘Man'yōshū’ y Reiwa, ecos del pasado en una nueva era

El ‘Man’yōshū’ y la era Reiwa: El inicio de una gran amistad

Literatura

Como colofón de esta serie de artículos sobre el antiguo poemario Man’yōshū, el profesor Ueno Makoto ha elegido un poema del emperador Yūryaku sobre un ciervo, animal del que se creía que presagiaba ciertos hechos. Disfrutemos toda su enjundia.

Se explica en el Man’yōshū: “Este poema lo escribió el emperador Ōhatsuse Wakatakeru [Yūryaku], señor de la tierra, en su palacio de Asakura-no-Miya, en Hatsuse.”

Yū sareba
Ogura no yama ni
fusu shika shi
koyoi wa nakazu
inenikerashi mo

Tras el poema, aparece esta nota:

En ciertos libros se dice que este poema fue obra del emperador Okamoto [Jomei]. Lo incluimos aquí como un poema distinto, por no poderse elucidar su autoría.

(Emperador Yūryaku, poema 1664 del Libro IX)

Que en japonés moderno, sería:

Yūgata ni naru to
Ogura no yama ni
yatte kite wa fusu shika...
Sono shika ga konʼya wa nakanai no da,
nete shimatta rashii...

Cae la tarde
y el ciervo que se deja ver
en el monte Ogura
se tumba y no berrea:
debe de haberse dormido.

 

Hace ya un año que comencé a escribir esta serie en línea. ¡Cómo pasa el tiempo! Y ha llegado el momento de despedirse. Podría salir del paso sirviéndome de alguno de los muchos poemas de despedida que hay en el Man’yōshū, pero recurrir a ese método no tendría mucha gracia. No es mi estilo.

¿Y entonces? Pues, por alguna razón, se me ha ocurrido poner fin a la serie con un poema que trata de un ciervo. En la antigua China, se decía que el ciervo berreaba justo antes de que ocurriera un inesperado encuentro entre dos personas justas. Este animal anunciaba a las personas buenas próximas a encontrarse que entre ellos surgiría una amistad sincera, sin reservas ni secretos. El nombre de aquel célebre salón de baile construido en 1883 por el Gobierno Meiji, Rokumeikan, significa precisamente “salón donde berrea el ciervo”, en clara alusión a esta vieja creencia. A la sazón, el principal objetivo del Gobierno era conseguir que se reformasen los lesivos “tratados desiguales” firmados por Japón con las potencias, y se entendía que vistiendo, bailando y comportándose como europeos o americanos en un lujoso local que sirviera de “lugar de inicio de una amistad”, se podría difundir una imagen positiva de apertura y occidentalización.

Yo no tenía ninguna experiencia en esto de ir entregando una serie de escritos para internet. Me ha llamado la atención que en la red las reacciones llegan en tiempo real. Es decir, que he tenido bellos e insospechados encuentros. Ahora pongo fin a la serie con este poema que he elegido haciendo propósito de cuidar esas nuevas amistades aunque el berrido del ciervo deje de oírse. Despedirse es triste, pero ese dolor, veámoslo así, es uno más de los ingredientes que le dan a la vida su complejo sabor.

Todos los días prestaba atento oído al berrido de los ciervos y precisamente por eso lo echaba en falta cuando dejaba de oírse. Los ciervos berrean para encontrar con quién aparearse y el emperador Yūryaku les reserva un pensamiento para congratularse por su elocuente silencio. Es, pues, un poema que nos transmite el compasivo amor de un emperador por estas montaraces bestias.

Entre los poemas misceláneos de otoño comprendidos en el Libro VIII del Man’yōshū aparece otro poema similar a este. Este otro poema se atribuye a otro emperador, Jomei. Por eso el compilador del Libro IX añade esa nota sobre la falta de consenso en cuanto a la autoría.

El ciervo ya no berrea. Congratulémonos de ello. Muy probablemente, ya se haya emparejado. Así lo ve el emperador.

Imaginamos que dejar de escuchar aquellas dramáticas voces sería también motivo de pena para el soberano. Porque eso significaba que ya no habría más “bellos e insospechados encuentros”. 

Fotografía del encabezado: PIXTA.

(Aviso: Este artículo cierra la serie “El Man’yōshū y Reiwa: Ecos del pasado en una nueva era”, que comenzamos a publicar en nuestro sitio en octubre de 2019. Agradecemos a todos nuestros lectores el interés con que la han seguido. Seguiremos publicando ocasionalmente otros escritos del profesor Ueno.)

literatura japonesa Reiwa Manyōshū