Un año para Tokio 2020: problemas por resolver
Cómo prevenir los atascos de tráfico en Tokio 2020
Tokio 2020- English
- 日本語
- 简体字
- 繁體字
- Français
- Español
- العربية
- Русский
¿Qué pasará con el tráfico ferroviario y por carretera durante las olimpiadas?
La Oficina para la Preparación de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio ha publicado en su sitio web oficial un mapa que muestra la congestión del tráfico ferroviario y por carretera que se produciría durante la celebración de las olimpiadas si no se toman medidas al respecto.
El mapa de abajo representa el tráfico del 31 de julio de 2020, fecha que se toma como ejemplo típico de la situación durante las olimpiadas. Entre las 9 de la mañana y las 9 de la noche, circulando dentro del límite de velocidad, se tardaría el triple de lo habitual en recorrer el tramo de la zona de Hakozaki de la línea Mukōjima de la autopista metropolitana número 6. En casi todos los dieciséis puntos marcados en el mapa, entre los que se hallan tramos clave como la intersección de Itabashi (línea entrante de Ikebukuro, autopista número 5), o Ikejiri (línea saliente de Shibuya, autopista número 3), los desplazamientos se alargarían entre 1,5 y 3 veces durante el día.
Se prevé que la congestión se extienda también a las carreteras generales. El tráfico en la zona de la bahía de Tokio podría llegar a ser un 30 % más lento de lo normal desde la mañana hasta la noche. El transporte ferroviario se vería también afectado, y las estaciones cercanas al Estadio Olímpico y la línea Yurikamome —que une Shinbashi con la zona de la bahía de Tokio— estarían abarrotadas casi toda la jornada.
Los atascos simples no son la única fuente de preocupación de las autoridades por lo que respecta al tráfico durante las olimpiadas. En el informe de la tercera reunión oficial para la facilitación del tráfico, que se llevó a cabo el 25 de mayo de 2018, el antiguo jefe del Departamento de Transporte de la Policía Metropolitana y actual consejero de la Oficina de Promoción de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio de la Secretaría del Gabinete, Yamamoto Masashi, expuso lo que sigue: “Cuando los atascos van desde un cruce hasta el siguiente, el tráfico se paraliza totalmente, los semáforos dejan de cumplir su función y la circulación tarda mucho en restablecerse. Es lo que ocurrió después del Gran Terremoto del Este de Japón, en marzo de 2011. Me preocupa mucho que durante las olimpiadas, con el aumento del tráfico y las restricciones especiales, se produzca algo parecido alrededor de las instalaciones donde se celebran las competiciones”.
La concatenación de atascos acaba paralizando el tráfico
Entrevistamos a Ōguchi Takashi, investigador experto en ingeniería del tráfico en el Instituto de Ciencias Industriales de la Universidad de Tokio, para que nos explicase cómo se produce la paralización del tráfico y qué puede hacerse para evitarla.
Según Ōguchi, la congestión empieza con un atasco en uno de los cruces de una manzana de cuatro calles como la que se muestra en el diagrama: “Cuando un atasco se expande hasta llegar al siguiente cruce, la circulación se detiene. La paralización total se produce cuando esa situación se extiende a toda la manzana. Entonces la retención del primer cruce empeora y desencadena un círculo vicioso en que el tráfico termina por detenerse del todo, en un estado que se denomina punto muerto”.
Cabe apuntar que la paralización total del tráfico es un fenómeno que solo se produce en circunstancias muy excepcionales. Habitualmente existen rutas alternativas que los vehículos pueden tomar para escapar de los embotellamientos. Después del gran terremoto de 2011, sin embargo, el tráfico se paralizó por completo: “Tras el terremoto, las calles se llenaron de gente que volvía a casa a pie y el flujo constante de peatones impedía a los vehículos desviarse hacia otras calles. Empezaron a formarse colas de coches cada vez más largas que cubrían todo el recorrido de un cruce a otro. El fenómeno se produjo simultáneamente en varios puntos, con lo que las colas fueron fusionándose unas con otras y agravaron la congestión. Es decir que la paralización total se produjo por una concatenación de atascos”.
Las carreteras de Tokio tienen pocos carriles
Considerando lo que explicaba arriba, Ōguchi prevé que en Tokio suceda lo siguiente durante las olimpiadas: “El enfoque básico de las carreteras en Japón es construir el mínimo número de carriles necesario para circular sin atascos. Se considera que las carreteras que van llenas sin que el tráfico se detenga son eficientes, aunque conducir por ellas resulta muy estresante. La designación de carriles exclusivos para vehículos olímpicos reducirá los carriles disponibles para el tráfico general, con lo que se producirán retenciones. Al aplicar restricciones en los aledaños del Estadio Olímpico, se crearán embotellamientos y, si sucede lo mismo en las carreteras vecinas, podría repetirse un cuadro como el de marzo de 2011”.
¿Qué habría que hacer, entonces, para evitar la paralización del tráfico? “Lo que provoca la mayoría de los atascos en Tokio es la circulación de vehículos de transporte o comerciales. Detener ese tráfico durante las olimpiadas supondría grandes pérdidas a las empresas, por lo que la solución sería limitarlo. Por ejemplo, las empresas que suelen acumular existencias para un solo día podrían hacer pedidos para tres días, o bien cambiar la hora de reparto de la mañana a la noche. Se trataría de pedir a las empresas que colaboren para que el tráfico no se concentre en ciertas franjas horarias”.
Las medidas para evitar los embotellamientos durante Tokio 2020 incluyen necesariamente la gestión de la demanda del tráfico, y las autoridades barajan alterar las rutas y los horarios de reparto de las empresas, así como el horario de entrega de paquetes de los consumidores. Existe la propuesta de ofrecer un descuento del 50 % en las tarifas de las autopistas metropolitanas entre las 12 y las 4 de la noche y aplicar un sobrecargo de 1.000 yenes a vehículos privados entre las 6 y las 10 de la mañana.
Por otro lado, en una encuesta realizada en marzo de 2019 a los miembros de la Cámara de Comercio e Industria de Tokio, el 5 % de los encuestados declararon que su empresa ya estaba considerando medidas para el transporte durante las olimpiadas, mientras que otro 44,3 % confesaron que aún no habían comenzado, pero que eran conscientes de su necesidad.
El legado de las olimpiadas
Como quedó demostrado tras el Gran Terremoto del Este de Japón, cuando hordas de personas intentan volver a casa a la vez, se produce el caos: “Por lo general, existen dos formas de mejorar la situación de la red de carreteras: una es que el tráfico se desvíe por vías menos transitadas y la otra, cambiar los horarios de circulación. En cuanto a la primera, las rutas alternativas no siempre están despejadas y, aun si lo están, la desviación prolonga el tiempo de desplazamiento y, con ello, aumentan las posibilidades de que surjan otros problemas. La segunda solución resulta mucho más efectiva para reducir la congestión. Así pues, las retenciones podrían evitarse distribuyendo el tránsito adecuadamente para que no se concentre en las horas de inicio y fin de las competiciones”.
Otra medida de gestión de la demanda del tráfico durante las olimpiadas sería la promoción del teletrabajo, una modalidad laboral que permite la flexibilidad espaciotemporal de los empleados, que pueden trabajar desde sus casas, sirviéndose de las tecnologías de la información. “Además de fomentar el teletrabajo, también se puede aprovechar la oportunidad para revertir la tendencia a la sobreconcentración empresarial en Tokio potenciando el papel de las sucursales de otras ciudades del país, como Osaka. Incluso se podrían cerrar las oficinas de la capital durante los juegos, a modo de simulación de lo que sucedería si Tokio sufriera un terremoto de gran escala. Si las empresas comprueban que las ventas no descienden al cerrar la oficina central, demostrarían la robustez de la economía japonesa al mundo y elevarán su valor”, explica Ōguchi.
En Tokio los accidentes y las condiciones meteorológicas a menudo provocan problemas en los servicios ferroviarios, lo cual origina largas colas en las paradas de taxis y autobuses. Es muy probable que este tipo de situaciones tengan lugar durante la celebración de los juegos: “Lo primero que hay que hacer cuando se produce un accidente ferroviario o por carretera es identificar qué ocurre exactamente. Desarrollar un sistema que permita captar—con sensores y otros mecanismos— información sobre los hechos y la situación del tráfico y difundirla podría ser el legado tecnológico de Tokio 2020. En el caso de que no hubiera suficientes transportes alternativos para todos los pasajeros del servicio perjudicado, se podría posponer el traslado del exceso de pasajeros y luego distribuirlo gradualmente. También podría ofrecerse una emisión pública de las competiciones para amenizar la espera a los afectados, por ejemplo”.
Durante las olimpiadas, será importante mantenerse al día de las informaciones del tráfico para abstenerse de circular en los horarios de mayor densidad. Para escapar de los atascos, lo mejor será evitar desplazarse por la capital o incluso optar por quedarse en casa y ver el acontecimiento por televisión.
Reportaje y redacción: Kuwahara Rika (editorial de Power News)
Fotografía del encabezado: Tras el Gran Terremoto del Este de Japón, la paralización de los servicios de transporte hizo que las calles se inundasen de viandantes que intentaban regresar a sus casas. Fotografía tomada el 11 de marzo de 2011 en Yotsuya. (Jiji Press)
Tokio 2020 Transporte Tráfico Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020