La sucesión imperial costará 16.600 millones de yenes
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Se estima que los gastos para la sucesión imperial ascienden a 16.600 millones de yenes. Esta cantidad incluye el presupuesto del año fiscal 2018 ya ejecutado y el presupuesto del 2020 que se contabilizará en el futuro; el presupuesto individual del año fiscal 2019, período en el que se concentran los actos y ceremonias relacionadas con la sucesión, es de 14.400 millones de yenes.
Esto representa el aumento de un 30 % en comparación con la anterior sucesión imperial. El Gobierno ha explicado que, aunque trabajó para reducir el número de invitados y fiestas, el aumento es debido al encarecimiento de los costos laborales y materiales.
El presupuesto de la ceremonia de la Oficina del Gabinete es de 3.600 millones y el de la Agencia de la Casa Imperial 3.200 millones de yenes
Hay muchos eventos y ceremonias relacionados con la sucesión imperial. Hay planeados nueve actos desde abril y durante un año solo con las ceremonias nacionales y eventos del Gabinete. La Oficina del Gabinete, que es la encargada de gestionar estos actos, ha contabilizado los presupuestos para las ceremonias de la sucesión imperial, y la suma total para los años fiscales 2018 y 2019 asciende a 3.600 millones de yenes.
Las ceremonias tendrán lugar mayoritariamente en la Sala del Pino del Palacio Imperial. Las más importantes son la ceremonia de abdicación del Emperador Akihito, que será su última aparición pública como emperador de la era Heisei (30 de abril); la ceremonia de sucesión del nuevo Emperador, donde se le hace la entrega simbólica de los tres tesoros nacionales (1 de mayo) y la ceremonia de ascensión al Trono del Crisantemo (22 de octubre).
Para la ceremonia central de ascensión al trono imperial se han dedicado 1.000 millones de yenes del presupuesto del año fiscal 2019. En dicha ceremonia el nuevo Emperador declarará públicamente nuevo estatus ante la sociedad subiendo a la plataforma del trono imperial, llamada takamikura. Este trono se almacena y conserva en el Palacio imperial de Kioto y es desmontado y transportado a Tokio para tal fin. Los costos del transporte y reparaciones del takamikura y el michōdai, el trono de la Emperatriz, también se incluyen en dicho presupuesto.
El presupuesto para las otras 43 ceremonias planificadas de la Agencia de la Casa Imperial es de 3.200 millones de yenes en los años fiscales 2018 y 2019.
Los 2.400 millones de yenes estimados para levantar el santuario Daijōkyū despiertan dudas sobre el gasto público
Dentro de esta serie de rituales vinculados entre sí, el coste y la fuente de financiación del festival imperial de Daijōsai han sido objeto de controversia.
El festival de Daijōsai es un ritual en el que el Emperador que acaba de ascender al trono ofrenda por primera vez grano de la nueva cosecha a sus ancestros y a las otras divinidades de Japón para rezar por la paz y prosperidad de la nación y su pueblo. En esta ocasión ha sido programado para los días 14 y 15 de noviembre.
Los costos para celebrar el festival Daijōsai, incluyendo su preparación y los rituales relacionados, alcanzan los 1.866 millones de yenes en el año fiscal 2019. El monto total estimado, con los gastos necesarios de otros años fiscales, es de 2.719 millones de yenes (la última vez fueron 2.249 millones de yenes). La celebración de este festival requiere la construcción del santuario Daijōkyū en los Jardines del Este del Palacio Imperial, algo que tiene un coste muy elevado (el santuario se desmantela tras la ceremonia). Únicamente para el año fiscal 2019 los gastos suman ya 1.598 millones de yenes y el total estimado es de 2.392 millones de yenes.
Se está trabajando para reducir costos tomando varias medias, tanto disminuyendo la escala de la ceremonia en el santuario Daijōkyū, que es el punto culminante del festival Daijōsai, como en la reducción del número de asistentes al banquete que celebra el Emperador tras esta ceremonia en el que ofrece sake blanco y refrigerios. El acto se ha limitado en 300 personas respecto a la última vez quedando un total de 700 invitados. También se ha pasado de hacer dos banquetes de la corte en vez de los tres de la última vez, entre otras medidas. Destaca especialmente la disminución de los gastos relacionados con la construcción del santuario Daijōkyū, ya que se ha logrado reducir en 600 millones de yenes respecto al total al cambiar el estilo de construcción del techado de los tres palacetes principales: se ha sustituido el techo de paja anteriormente adoptado por el de tablas de madera.
El príncipe Akishino comentó al respecto de los gastos del festival de Daijōsai que su “fuerte componente religioso” le hacía cuestionarse la necesidad de financiarlo con fondos públicos.
El 11 de mayo de 2018, en una conferencia de prensa celebrada antes de cumplir los 53 años, el príncipe Akishino planteó abiertamente si no sería necesario “ajustar la ceremonia a la envergadura adecuada”, y opinó que dichos gastos no debían ser financiados públicamente y que más bien correspondería contabilizarlos como gastos privados de la familia imperial. También afirmó que era muy lamentable que el director de la Agencia de la Casa Imperial y otras personas no hubieran prestado atención a estas opiniones.
En la edición anterior del festival de Daijōsai también fueron utilizados los presupuestos asignados a las actividades públicas de la familia imperial y se alzaron voces criticando que se violaba el principio de separación entre la política y la religión. La declaración del príncipe Akishino es una forma de mostrar una mirada crítica sobre la política del Gobierno de costear con fondos públicos una ceremonia que es hoy más costosa aun en presencia de tales críticas. El mensaje inédito de parte de la familia imperial, que suele esquivar comentarios políticos, generó una cierta polémica.
Avanzan las reformas del antiguo Palacio Imperial y se refuerza el sistema de apoyo
El presupuesto necesario para la sucesión no se limita a las ceremonias y eventos relacionados. Entre los gastos relacionados con la sucesión de la familia imperial por parte de la Agencia de la Casa Imperial para el año fiscal 2019 también se incluyen ayudas para su vivienda, sistemas de apoyo y mantenimiento del entorno.
Para la vivienda se han calculado 1.284 millones de yenes. Los gastos principales son para la restauración del palacio de la familia del nuevo Emperador y la renovación de la residencia de Akishino no Miya.
Con respecto al sistema de apoyo y mantenimiento del entorno, la cifra ha llegado a 2.980 millones de yenes, principalmente por el aumento en el número de miembros del personal de apoyo. El número total de empleados que sirven a la familia de la pareja imperial, al Emperador y Emperatriz Eméritos y a la familia de Akishino no Miya pasará de los 159 actuales a un total de 191 empleados.
Los ayudantes cercanos de la nueva familia del Emperador pasarán de ser funcionarios de la Agencia de la Casa Imperial a convertirse chambelanes, y su número aumentará de 56 a 75 personas. Y los ayudantes del Príncipe Heredero Akishino, de 24 a 51 personas. Por otro lado, los ayudantes de la pareja imperial emérita dejarán de llamarse chambelanes para ser designados como ayudantes de los mismos y su número se reducirá de 79 a 65 personas.
Fotografía del encabezado: ceremonia de ascensión al trono imperial de la era Heisei (1989-2019). En la esquina izquierda el primer ministro Kaifu Toshiki lanzando el típico banzai, la forma japonesa de gritar tres hurras alzando al mismo tiempo los brazos. En la ceremonia el Emperador está situado en el trono imperial o takamikura, y la Emperatriz en su equivalente femenino, el michōdai. La ascensión se celebró el 12 de noviembre de 1990 en la Sala del Pino del Palacio Imperial. (Fuente: Jiji Press)