Una ley ad hoc y un largo camino para hacer posible la abdicación
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Un videomensaje para la historia
El primer paso para dar carácter público a la abdicación del Emperador se dio la tarde del 13 de julio de 2016, cuando los informativos de la cadena pública de radiotelevisión NHK dieron la primicia de que el Emperador había expresado su intención de renunciar al Trono del Crisantemo y que esperaba que su deseo se hiciera realidad en pocos años. La noticia no tardó en monopolizar los principales espacios informativos del país.
El 8 de agosto de ese año se hizo público un videomensaje dirigido al pueblo de Japón bajo el título “Palabras del Emperador sobre su función simbólica”, en el que monarca expresaba su intención. Si bien durante el mismo el Emperador recalcó que carece de cualquier atribución política, indirecta pero claramente dio a entender que consideraba deseable abdicar su cargo, considerado vitalicio.
Al emitirse este mensaje, el Emperador tenía 82 años y hasta entonces había cumplido con sus funciones públicas superando varios percances físicos, entre ellos un cáncer de próstata y una operación para colocarle un baipás en las coronarias. Según él mismo dijo, le asistían una serie de razones para tomar la decisión en ese momento, que pueden resumirse en tres:
- Dificultad para seguir ejerciendo su papel simbólico con plena dedicación, como hasta ahora, debido a su progresivo deterioro físico.
- Temor a que, siendo su cargo de carácter vitalicio, en el caso de que su salud continuase deteriorándose y quedase en una situación delicada, pudiera ocasionar algún tipo de paralización u otros efectos negativos sobre la sociedad y el pueblo japonés.
- La difícil situación en la que quedaría el resto de la Familia Imperial en el caso de que, a su muerte, tuvieran que participar en las honras fúnebres cumpliendo al mismo tiempo con su agenda oficial.
Merece la pena destacar la claridad con la que el Emperador consigna en su mensaje la naturaleza simbólica de su cargo, que adquiere su sentido acompañando activamente al pueblo japonés en su andadura y, consecuentemente, su oposición a permanecer en el cargo hasta el fin de sus días aun estando imposibilitado de cumplir con sus funciones. El mensaje contiene, pues, su negativa a recurrir a la solución de establecer un regente como “sustituto” del Emperador.
Según informaciones difundidas posteriormente, el Emperador comunicó por primera vez a su entorno más cercano su voluntad de abdicar en 2010. Al parecer, su idea inicial era abdicar el año 30 de la era Heisei, es decir, en 2018, y esperaba el momento más oportuno para hacerlo. Después de difundirse el videomensaje, diversas encuestas de opinión reflejaron un apoyo a las intenciones del Emperador de entre el 80 % y el 90 %.
Actividad legislativa impulsada por una opinión pública favorable a la abdicación
El Gobierno encaró el problema estableciendo como órgano consultivo personal del primer ministro, Abe Shinzō, el Consejo de Expertos, presidido por el presidente honorario de la organización patronal Keidanren Imai Takashi. Durante el mes de noviembre de 2016 presentaron sus pareceres 16 entendidos en la materia que se posicionaron como partidarios o detractores de permitir la abdicación a partes iguales.
El poder legislativo comenzó a abordar el tema en enero de 2017 en las dos cámaras de la Dieta (Parlamento). El 17 de marzo, los presidentes y vicepresidentes de ambas cámaras presentaron a Abe un compendio de los debates realizados, que giró en torno a dos puntos: establecer un mecanismo legislativo para permitir la abdicación del actual Emperador y afrontar la reforma legal mediante una ley especial.
Sobre las razones para establecer un mecanismo legislativo para permitir la abdicación del actual Emperador, el documento explicaba que, tras la difusión del videomensaje de agosto de 2016, se había obtenido una amplia comprensión de parte de la ciudadanía.
Por otra parte, no fue admitida la pretensión de reformar el articulado principal de la Ley de la Casa Imperial para que incluyese la posibilidad de la abdicación, optándose por permitir a la Dieta, bajo su responsabilidad, pronunciarse ante cada caso concreto. En cuanto al sentido de canalizar la abdicación por la vía de una ley especial, se concluía que la abdicación debía tomarse como un mecanismo de excepción pero, al mismo tiempo, se decía también que era lógico pensar que sentase precedente.
Recibido este documento de la Dieta, el Gobierno puso manos a la obra en la elaboración de un proyecto de ley, que fue aprobado en mayo por el Consejo de Ministros y el 9 de junio por la Dieta.
Pasos hacia la abdicación
2016 | 13 de julio | La cadena pública NHK da la primicia sobre la intención del Emperador de abdicar |
8 de agosto | Difusión del videomensaje | |
23 de septiembre | Establecimiento del Consejo de Expertos | |
17 de octubre | Primera reunión del Consejo de Expertos | |
2017 | 17 de marzo | Las dos cámaras de la Dieta se posicionan a favor de impulsar una ley especial que dé vía a la abdicación del actual Emperador |
21 de abril | El Consejo de Expertos hace público su informe final | |
19 de mayo | El Consejo de Ministros aprueba el proyecto de ley especial de abdicación | |
9 de junio | La ley queda aprobada por el pleno de la Cámara de Consejeros (Alta) | |
8 de diciembre | El Consejo de Ministros aprueba fijar por decreto ley la fecha de abdicación en el día 30 de abril de 2019 | |
2018 | enero | El Gobierno establece una comisión para hacer los preparativos de las ceremonias de abdicación y entronización |
2019 | 24 de febrero | Ceremonia oficial por los 30 años de reinado del actual Emperador |
1 de abril | El Gobierno hace público el nombre de la nueva era: Reiwa |
Nuevo nombre de era: un mes de plazo para reimprimir materiales fechados
En diciembre de 2017 el Gobierno fijó la fecha de abdicación: el 30 de abril de 2019. Hasta este punto, el asunto había sido llevado sin contratiempos, pero las cosas se complicaron más de lo previsto cuando se pasó a discutir con qué antelación se haría público el nombre de la nueva era, que cambia con cada Emperador.
Considerando el tiempo necesario para adaptar los sistemas informáticos y permitir que el sector de la impresión preparase nuevos calendarios, agendas y otros materiales en los que aparecen fechas, el Gobierno pensó en un primer momento adelantar el anuncio oficial al verano de 2018. Esta intención estaba ya consignada en una resolución adicional añadida a la ley especial, en la que se decía que se procedería de forma que del cambio de nombre de era no se derivasen inconvenientes para la vida ciudadana. Sin embargo, entre los políticos más conservadores se elevaron voces de queja por el agravio que se le hacía al Emperador con esa provisión. Ante esta actitud, se llegó a un cierto consenso para posponer la difusión del nuevo nombre de era hasta las celebraciones por los 30 años de reinado, que deberían celebrarse en febrero de 2019. Pero los conservadores insistieron en que el aviso anticipado era contrario a la tradición japonesa, pues entendían que la difusión del nuevo nombre debía hacerse siempre simultáneamente a la sucesión en el trono. En círculos cercanos a la oficina del primer ministro siguieron moviéndose discretamente los hilos para establecer una fecha de difusión, y en la primera rueda de prensa de 2019, celebrada el día 4 de enero, Abe anunció oficialmente que el nuevo nombre de era se haría público el día 1 de abril, un mes antes de la entronización del nuevo Emperador, lo cual se justificó por entenderse que para reformar los sistemas informáticos y hacer el resto de las adaptaciones necesarias sería necesario al menos ese periodo.
Texto: Ishii Masato (Redacción de nippon.com)
Fotografía del encabezado: reparto callejero de una edición especial con motivo del videomensaje del Emperador en el que expresaba su intención de abdicar. Fotografía tomada el 8 de agosto de 2016 junto a la estación ferroviaria de Shinbashi en Minato-ku (Tokio). (Jiji Press)