Bienvenidos al ‘haikai’ clásico
Es el brillo del relámpago / festoneado de olas / el país de Akitsushima (Buson)
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稲づまや浪(なみ)もてゆへる秋津しま 蕪村
Inazuma ya
nami moteyueru
Akitsushima(Poema escrito en 1768 e incluido en la “Colección de poemas autógrafos de Buson”)
¡Es el brillo del relámpago!
Festoneado de olas
el país de Akitsushima.
El relámpago, con su súbito resplandor, y el resonante trueno son fenómenos que hacen sentir la tremenda energía de la naturaleza. Buson se sirvió del primero para crear este grandioso “poema imaginativo” lleno de dinamismo.
“En ese instante en que el relámpago ilumina las tinieblas, se perfila y manifiesta nuestro país, Japón, festoneado de blancas olas”. Algo así sería.
Este poema se basa en un waka aparecido en el Kokin wakashū (“Colección de poemas de antaño y hogaño”, principios del siglo X), primera antología poética imperial. En el waka, es la isla de Awaji (Awajishima) la que aparece rodeada por las blancas olas que Watatsumi, dios del mar, usa para adornar su cabeza. Pero el poema de Buson sustituye Awajishima por Akitsushima, una de las denominaciones poéticas de Japón, e introduce en los versos el relámpago, elevándonos por las alturas y mostrándonos Japón desde el espacio exterior. Es, pues, un poema hecho a otra escala mucho más grandiosa. Buson, que tenía muy buena mano para la pintura de tema naturalista, parece aprovechar muy bien en este poema su experiencia como pintor.
Akitsushima es un nombre muy antiguo. La imagen de unas islas surgiendo de las espumosas aguas del mar evoca el relato mitológico de cómo los dioses Izanagi e Izanami utilizaron una especie de pica o alabarda llamada Amanonuhoko para remover las aguas marinas y hacer surgir el país. Vienen también a la mente japonesa otros poemas de glorificación nacional, como ese recogido en la antología poética del siglo VIII Man’yōshū que exalta las bellezas del país de Yamato (Japón), de cuyas llanuras se eleva el humo de los hogares y en cuyas costas revolotean bandadas de gaviotas.
Según cierta interpretación, la palabra inazuma (relámpago) procede de ine o ina (planta del arroz) y tsuma (cónyuge), pues se entendía que este fenómeno atmosférico fecundaba los campos y hacía surgir la gramínea. Cabe pensar que Buson introdujera aquí el relámpago como promesa de otoñal fecundidad, condensando así en estos versos su esperanza de una buena cosecha.
(Traducido al español del original en japonés. Fotografía del encabezado: PIXTA)