El 64 % de los japoneses no sabe cómo inspeccionar las alarmas contra incendios de su hogar
Prevención de desastres Vida- English
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La instalación obligatoria de alarmas contra incendios en las viviendas nuevas comenzó en 2006. Las alarmas instaladas en aquel momento pueden encontrarse en un estado en el que no es de extrañar que las baterías se hayan agotado o funcionen mal debido al deterioro por el paso de tiempo. La Asociación Japonesa de Fabricantes de Alarmas contra Incendios realizó una encuesta entre 536 personas que residían en viviendas particulares de entre 10 y 15 años de antigüedad, con al menos tres alarmas contra incendios instaladas, para averiguar la situación, incluido cómo se llevaban a cabo las inspecciones.
El correcto funcionamiento de las alarmas de incendios residenciales puede comprobarse pulsando un botón situado en la superficie o tirando de una cuerda. El 35,4 % de los encuestados “sabe” cómo comprobarlo, mientras que el 64,0 % afirmó no saberlo.
Cuando se preguntó a los que “lo saben” con qué frecuencia inspeccionaban sus sistemas, solo el 18,9 % respondió que al menos una vez al año, mientras que cerca de la mitad (49,5 %) dijo que unas veces después de la instalación. El 17,4 % de los encuestados “nunca las ha inspeccionado”. Aunque sepan cómo inspeccionar, muchos parecen aplazar esta tarea.
La Agencia de Gestión de Incendios y Catástrofes recomienda que las alarmas de incendios residenciales se sustituyan aproximadamente diez años después de su instalación. El 70,1 % de los encuestados no conocía esta información.
Respecto al momento de sustituir una alarma residencial, el 67,9 % de los encuestados dijo que la sustituiría si se estropeaba o se quedaba sin batería, lo que indica que mucha gente carece de la sensación de la urgencia.
La Agencia de Gestión de Incendios y Catástrofes analizó los incendios residenciales causados por error en 2018-2020 y descubrió que el número de víctimas mortales por cada 100 incendios se reducía a 5,5 personas cuando había instaladas alarmas, casi la mitad en comparación con las 11,5 de los casos en los que no se contaba con el dispositivo. La cuantía de los daños provocados por el fuego también se reducía de 3,29 millones de yenes sin alarmas a 1,98 millones con ellas, lo que supone solo un 60 %.
La Asociación Japonesa de Fabricantes de Alarmas contra Incendios afirma que “una alarma contra incendios residencial que funcione correctamente puede reducir significativamente el riesgo de muerte y disminuir el riesgo de pérdidas materiales en caso de incendio. Es esencial para la protección de vidas y bienes”.
Fotografía del encabezado: PIXTA.