COVID-19: una encuesta sugiere que uno de cada tres contagios se produjo en reuniones sociales o por no llevar mascarilla

La quinta ola de la pandemia de la COVID-19, la peor hasta el momento, afectó a Japón entre julio y agosto. Una encuesta realizada por la reunión de seguimiento del Gobierno Metropolitano de Tokio revela que una de cada tres personas que dieron positivo en el virus había estado comiendo y bebiendo en compañía o hablando con alguien de fuera de su hogar sin llevar mascarilla en las dos semanas que precedieron a la confirmación del contagio.

La encuesta se llevó a cabo entre el 1 de julio y el 31 de agosto entre los pacientes de la COVID-19 que estaban recibiendo tratamiento en instalaciones preparadas para el alojamiento de personas infectadas o en su propia casa. En la encuesta participaron 11.726 hombres y mujeres menores de 60 años. Los resultados muestran que la propagación de los contagios fue más prevalente en los grupos de edad para los que la vacunación comenzó más tarde.  

De acuerdo con la encuesta, el 32,7 % de los que respondieron había participado en reuniones sociales en las que se bebió alcohol, había estado comiendo y bebiendo con muchas personas o con otros durante un largo periodo de tiempo, o había estado hablando con alguien ajeno a su hogar sin llevar mascarilla durante las dos semanas previas a la aparición de los primeros síntomas (o a la fecha de la prueba PCR en el caso de los pacientes asintomáticos). El resto de los pacientes, cerca del 70 % del total, dijo no haber participado en ese tipo de reuniones o encuentros y había cumplido con las medidas preventivas. A pesar de esto, de acuerdo con el Gobierno Metropolitano de Tokio, muchos de los nuevos positivos se produjeron por el contacto cercano con personas en el mismo hogar, por lo que aparentemente no pudieron evitar contagiarse en casa.

Muchos de los que comieron y bebieron junto a otras personas eran jóvenes en la veintena y la treintena. Aunque muchos de los pacientes encuestados solían utilizar mascarilla, uno de cada cuatro habló con alguien ajeno a su hogar sin llevarla puesta, lo que sugiere que podría haberse contagiado al bajar la guardia durante un momento.

Los síntomas más comunes fueron la fiebre, los dolores de cabeza, el cansancio y la tos, todos reportados por la mayoría de las personas encuestadas.

En Tokio, la cifra de nuevos contagios comenzó a aumentar en julio, y el 8 de ese mes se declaró el cuarto estado de emergencia. Las infecciones aumentaron súbitamente en agosto y el número de nuevos casos diarios alcanzó un récord de 5.773 el 13 de agosto. Además de las numerosas camas de hospital en los centros médicos, otros pacientes tuvieron que recuperarse en casa debido a la dificultad para acceder otras instalaciones para el alojamiento de personas infectadas. Esto provocó que algunos de los enfermos fallecieran en su hogar.

Fotografía del encabezado: un área con comida y bebida en el Fuji Rock Festival ’21 celebrado con medidas especiales de prevención contra la COVID-19. (© Jiji)