Una investigación japonesa revela los efectos a largo plazo de la COVID-19
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Un grupo de investigación liderado por el profesor Fukunaga Kōichi de la Universidad Keio presentó un informe sobre los síntomas de la COVID-19 al panel asesor sobre las medidas contra el coronavirus del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar. El estudio revela que el síntoma más común observado en los pacientes en la fase inicial después de ser diagnosticados con la COVID-19 y hasta su alta hospitalaria fue la fiebre de 37 °C o más (78 % de los pacientes). Seis meses más tarde, ese síntoma se redujo al 5 % de los pacientes diagnosticados, mientras que el 21 % todavía sufría cansancio. Entre otros síntomas prolongados se incluyen dificultades para respirar (13 %), trastorno del sueño (11 %) y una reducción de la capacidad para pensar o concentrarse (11 %).
El grupo de investigación descubrió que incluso un único síntoma prolongado hacía que más pacientes temieran la COVID-19, sufrieran ansiedad o depresión y fueran más conscientes de tener un trastorno del sueño. La encuesta se realizó entre enero de 2020 y febrero de 2021 y en ella se preguntó a 522 pacientes que habían sido hospitalizados tras dar positivo en una prueba PCR o de antígenos. Por edades, el 45 % tenía 60 años o más, mientras que el 55 % era menor de 60 años.
Otro informe, presentado ante el mismo panel asesor por un equipo de investigadores liderado por el profesor Yokoyama Akihito de la Universidad de Kōchi, revela que el 77,3 % de los pacientes críticos aún sufría debilidad muscular tres meses después de ser hospitalizados y que el 50 % tenía dificultades para respirar. Además, un 30,2 % experimentaba cansancio.
El 20 de junio se levantó el tercer estado de emergencia en nueve prefecturas, a excepción de Okinawa. Desde entonces, el número de nuevos casos ha vuelto a aumentar en Tokio. Un panel asesor del Gobierno presidido por Omi Shigeru concluyó que es recomendable que los Juegos Olímpicos se celebren sin espectadores. No obstante, las deliberaciones entre los cinco principales partidos junto al Gobierno y el comité organizador condujeron a la decisión de permitir que haya público hasta el 50 % del aforo de cada lugar de celebración o un total de 10.000 espectadores. Muchos temen que el virus se propague aún más debido al movimiento de personas durante los Juegos Olímpicos.
(Fotografía del encabezado: El presidente del panel asesor del Gobierno sobre la COVID-19 Omi Shigeru (derecha) responde a los periodistas durante una rueda de prensa celebrada en la residencia oficial del primer ministro. © Kyōdō News)