Solo el 10 % de los comedores infantiles siguen abiertos a raíz de la crisis del coronavirus

Musubie, una organización sin ánimo de lucro con sede en Tokio, realizó una encuesta sobre el estado de los comedores infantiles a la que respondieron 334 organizaciones de 33 prefecturas de Japón. El 6,1 % de las organizaciones dijo que hoy “siguen gestionando comedores infantiles donde todos comen juntos como antes”, mientras que el 5,8 % “organizan los comedores infantiles de forma diferente, ya sea introduciendo un límite en el número de niños o celebrándolos al aire libre”. Es decir, solo un 10 % de las organizaciones continúan sus operaciones centrándose en los comedores.

Además, el 23,3 % de los comedores infantiles participaban en la “distribución de comida preparada para llevar (pidiendo a los niños que vayan a recogerlas)”, el 35,9 % se dedicaba a “actividades múltiples (como gestionar comedores y distribuir ingredientes, repartir comidas preparadas para llevar, etc.)” y el 10 % se veía obligado a “suspender o posponer sus actividades”.

En cuanto al momento en el que se reanudarán los comedores infantiles como lugares de encuentro de todos los menores, el 50,7 % de las 343 organizaciones respondieron que no tenían una fecha prevista.

El porcentaje de encuestados que respondieron que no podían planificar la reanudación aumentó con cada encuesta, desde el 38,7 % en la de junio de 2020, hasta el 48,0 % en la de septiembre de 2020. En cuanto a la razón principal para no poder abrir el comedor, más de la mitad de los encuestados, el 55,4 %, contestó que “es difícil tomar medidas para prevenir los contagios”.

Los comedores infantiles son gestionados principalmente por organizaciones voluntarias de residentes locales, organizaciones sin ánimo de lucro y particulares, y se realizan en una gran variedad de lugares, como instalaciones públicas, casas particulares, restaurantes y tiendas vacías.

Cuando se les preguntó por los problemas a los que se enfrentan los comedores infantiles (con múltiples respuestas), la respuesta más común (56 %) fue la “ansiedad por la propagación de los contagios y las medidas para prevenirlos”, seguida de “prestar ayuda a los necesitados (familias pobres, etc.)” (51,9 %), “falta de fondos para su funcionamiento” (42,0 %) y “falta de personal para su funcionamiento” (24,2 %).

Musubie puntualiza que “Resulta muy difícil crear lugares de reunión tratando de evitar las concentraciones de personas. Ahora también es complicado que los voluntarios de edad avanzada, que se consideran de alto riesgo de infección, interactúen directamente con los niños. La situación seguirá siendo complicada, pero los lugares de acogida para los menores son absolutamente necesarios”. En el futuro seguirán esforzándose por conseguir lugares como los salones comunitarios en cooperación con las administraciones locales y las asociaciones de vecinos, y también tienen previsto producir un vídeo en el que se expliquen las medidas de prevención de las infecciones como parte de su apoyo a los grupos de gestión.

Fotografía del encabezado: Voluntarios preparan la cena en “Mainichi Kodomo Shokudō Takashimadaira” en el distrito de Itabashi, Tokio, el 27 de febrero de 2020 (Jiji Press).