Una cifra histórica de restaurantes quebró en 2020

Según Tōkyō Shōkō Research, una empresa privada de investigación de crédito con sede en Tokio, el número de quiebras de restaurantes de enero a diciembre de 2020 aumentó un 5,3 % con respecto al año anterior ascendiendo hasta los 842 casos. Este es el número más alto de la historia, puesto que supera los 800 casos de 2011, cuando tuvo lugar el Gran Terremoto del Este de Japón.

La pandemia está entre las principales razones del aumento del número de bancarrotas, ya que muchas personas se abstuvieron de salir por la noche y se pidió a los restaurantes que redujeran sus horarios de apertura con el fin de frenar la propagación de la enfermedad. El 7 de abril de 2020 el Gobierno declaró el estado de emergencia en siete prefecturas, que se extendió a todo el país el 16 de abril. Incluso después de que se levantara la declaración, la idea de que es peligroso comer en un restaurante quitándose la mascarilla permaneció. Muchas personas continuaron evitando comer y beber con otras personas en estos espacios.

Por tipo de negocio, los restaurantes de especialidades, como los de gastronomía japonesa, china y de carne asada, fueron los que registraron el mayor número de quiebras con 201. Las izakayas(*1) o tabernas, donde se sirven principalmente bebidas alcohólicas, registraron 174 quiebras, superando la mayor cifra hasta entonces de 141 bancarrotas en 2012.

La encuesta de Tōkyō Shōkō Research cubre las quiebras con deudas de 10 millones de yenes o más y excluye las pequeñas empresas como las de un solo propietario. Tampoco incluye los casos de empresas, independientemente de su tamaño, que decidieron cerrar por voluntad propia al no poder pagar sus deudas a las instituciones financieras. La realidad de la industria de la restauración es mucho más grave que el número de quiebras. En cuanto al futuro, la Tōkyō Shōkō Research añadió: “Es la segunda vez que se declara el estado de emergencia tras la pérdida de las ventas durante las fiestas de fin de año y Año Nuevo. Existe la posibilidad de que se aceleren las quiebras y los cierres de negocios en el sector de la restauración, donde hay muchas empresas pequeñas y microempresas”.

Fotografía del encabezado: un barrio comercial desierto (PIXTA).