Comer ‘nattō’ ayuda a reducir el riesgo de mortalidad
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El equipo del Centro Nacional del Cáncer ha investigado la relación entre la cantidad de ingesta de alimentos de soja y de soja fermentada (nattō, miso) y el riesgo de mortalidad. En un artículo publicado en la revista académica BMJ (versión en línea, 29 de enero de 2020) ha sugerido que “una alta ingesta de alimentos de soja fermentada puede reducir el riesgo de mortalidad”.
Según el equipo de investigación, la soja contiene nutrientes como proteínas, fibra alimentaria e isoflavonas minerales, y en particular, los alimentos de soja fermentada tienen menos probabilidades de perder estos componentes durante el procesamiento. Aunque todavía son pocos los estudios realizados, ya se han demostrado sus efectos positivos para la salud.
El estudio se basó en una encuesta a unos 90.000 hombres y mujeres de entre 45 y 74 años de edad, seguidos durante aproximadamente 15 años. La ingesta de alimentos generales de soja y alimentos fermentados de soja se calculó en base a un cuestionario dietético, se dividió en cinco grupos iguales y se examinó su relación con la mortalidad.
Como resultado, si bien el consumo de alimentos generales de soja no tuvo una asociación clara con la muerte, cuanto mayor es el consumo de alimentos de soja fermentada tanto para hombres como para mujeres, menor es el riesgo de muerte general. En particular, el grupo del consumo más alto (aproximadamente 50 gramos/día) fue aproximadamente un 10 % más bajo para hombres y mujeres que el grupo del menor consumo (aproximadamente 13 gramos/día). 50 gramos representan aproximadamente un paquete de nattō.
Al examinar la relación con la causa de la muerte, no hubo una asociación significativa entre el riesgo de mortalidad por cáncer y la ingesta de productos de soja, pero para enfermedades cardiovasculares como el accidente cerebrovascular y el infarto de miocardio, cuanto mayor fue la ingesta de nattō tanto en hombres como en mujeres, el riesgo de mortalidad tendía a disminuir.
El grupo de investigación había informado previamente que “cuanto mayor es la proporción de proteína vegetal sobre la energía, menor es el riesgo de mortalidad general y cardiovascular”. Según los resultados de este estudio, “entre los productos de soja, que también son la principal fuente de proteína vegetal, se ha demostrado que la disminución del riesgo de muerte puede estar particularmente implicado en los alimentos de soja fermentada”. Estos son alimentos propios de Japón y pueden ser uno de los factores detrás de la longevidad de los japoneses.
Fotografía del encabezado: (Nishihama/PIXTA)