Una “moto voladora” que reducirá los accidentes y ayudará en los rescates

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Los automóviles, uno de los más importantes inventos del siglo XX, están experimentando ahora una gran revolución. En la exposición Tokyo Motor Show 2019 se presentó por fin la “moto voladora”. Y no viene de la mano de una gran corporación, sino de una empresa de capital de riesgo.

“No son muchas las empresas que se dedican en el mundo tanto a la infraestructura aérea como a la movilidad. Además de nosotros, parece que existe otra en Israel. Nuestra empresa aspira a lograr una sociedad en la que sea posible la movilidad aérea y donde no haya accidentes de tráfico”. Así explica Katano Daisuke, presidente de A.L.I. Technologies (con sede en el distrito tokiota de Minato) los objetivos con los que se fundó su negocio, en septiembre de 2016, como empresa de capital de riesgo de un grupo de estudiantes de la Universidad de Tokio para fabricar drones.

Más adelante hablaremos de esa “sociedad en la que sea posible la movilidad aérea”; por ahora, concentrémonos en esa movilidad aérea a la que hace referencia la “moto voladora”, del título.

Katano Daisuke, presidente de A.L.I. Technologies
Katano Daisuke, presidente de A.L.I. Technologies

El desarrollo de su tecnología no deja de avanzar, y en marzo de 2019 realizaron para los medios una demostración de uno de sus prototipos capaces de desplazarse por el aire. En la exposición Tokyo Motor Show 2019, celebrada en el recinto Tokyo Big Sight, se mostraron las piezas reales utilizadas para el último modelo. En la exhibición se pudo admirar el Xturismo Limited Edition, un modelo de diseño especial que recuerda a un automóvil deportivo. Sin embargo no se realizó ninguna demostración de vuelo de la máquina.

El vehículo comenzará a entregarse en la segunda mitad de 2020, y se planea que aparezca realmente en las vías públicas japonesas, al amparo de la Ley de Vehículos de Transporte por Carretera, para 2023. Si se puede conseguir una matrícula, se puede utilizar en las vías públicas junto a automóviles y motocicletas normales, y la empresa piensa comenzar a vender sus vehículos en masa ese año. El proyecto cuenta también con modelos eléctricos.

Un vehículo híbrido propulsado por hélices

Veamos, pues, qué tipo de creación es la motocicleta voladora de esta empresa.

“Al igual que un dron o un helicóptero, se sustenta en el aire por medio de hélices”, nos cuenta Katano. No dio detalles más concretos respecto al diseño, como el tamaño, el peso o la velocidad máxima, hasta la exposición.

Lo que se sabía hasta el evento es que se trataba de un vehículo unipersonal.

Las hélices que permiten la elevación se hallan dispuestas en dos extremos, una en la delantera y otra en la trasera del vehículo, de forma más similar a la de una motonieve, más que una motocicleta al uso. Es decir, que son hélices alineadas una tras otra, y no una junto a la otra. El chasis va colocado sobre las dos hélices, y en su parte central se monta a horcajadas el conductor. Cuenta con un protector frontal contra el viento y un tubo de escape, y “se ha optimizado su capacidad de elevación”, comenta Katano.

XTURISMO LIMITED EDITION, vista lateral.
XTURISMO LIMITED EDITION, vista lateral.

Las cuatro hélices de propulsión, dos en cada flanco, capacitan al vehículo para desplazarse hacia delante y maniobrar hacia los lados. La fuerza de propulsión viene proporcionada por un motor híbrido, una combinación de motor de gasolina y batería, según Katano. Como explican los ingenieros de la empresa, un motor de gasolina es capaz de proporcionar la fuerza necesaria incluso a hélices de poca superficie y mantener el empuje suficiente para la duración total del vuelo; las hélices secundarias, de menor tamaño, se colocaron en los laterales para ayudar a controlar el movimiento lateral: al tiempo que se mejoraba la seguridad el vehículo quedaba más compacto, aseguran.

El vehículo, pues, se desplaza en tres dimensiones, flotando sobre el suelo como puede hacerlo un aerodeslizador. “Algunos de nuestros modelos alcanzan una velocidad de 200 km/h, pero aún es pronto para hablar (del modelo final de producción)”, añade Katano, evitando así dar datos precisos. Tampoco se ha desvelado la altura máxima a la que puede llegar a flotar, pero en las carreteras públicas de Japón deberá hacerlo a unos 50 centímetros, y se especula que la altura máxima será, técnicamente, bastante superior.

Como conceptos de producción, Katano mencionó la “fusión entre compactación y diseño”, y explica que la razón por la que el vehículo cuenta con dos hélices de elevación en lugar de cuatro es para poder mantenerlo en un tamaño reducido. También enfatiza el diseño: “De igual modo que Tesla, el fabricante estadounidense de coches eléctricos, la idea es comenzar por modelos de gama alta en los que se dé prioridad al diseño, antes de desarrollar modelos para su producción en masa, cuando el mercado esté preparado”.

En efecto: Tesla comenzó en un principio creando automóviles deportivos y de gama alta para usuarios de alto poder adquisitivo. Este hecho está ligado al uso posterior de vehículos eléctricos en el mundo entero. Los vehículos para consumo masivo de Tesla aparecieron posteriormente. A.L.I. sigue su ejemplo.

Posibles usos en labores de rescate

Las “motos que vuelan” están pasando de un plano puramente tecnológico a una serie de aplicaciones prácticas. Sin embargo, es necesario que se produzca un reconocimiento legal y social de estos vehículos, en lo que a seguridad y otros temas se refiere. En junio de 2019 el Gobierno japonés hizo público su “Plan de implementación de estrategias para el crecimiento”, en el que se menciona la intención de promover el desarrollo de la industria para la creación de vehículos voladores de cara a su implementación desde 2023.

A.L.I., que cuenta con Yasutomo Masafumi, ex viceministro administrativo del Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo, como asesor especial, se plantea como objetivo colocar su vehículo en las carreteras para 2023, pero hasta que reciba el debido reconocimiento legal para circular por vías públicas, la “moto voladora” solo podrá usarse fuera de las mismas. Se podrá utilizar, por tanto, en lugares tan diversos como áreas silvestres, lagos, desiertos y pantanos, e incluso en campos minados. No se trata del disfrute personal de cada uno, sino de dar prioridad a las necesidades de la sociedad.

Especialmente en Japón, donde ocurren con tanta frecuencia desastres naturales, se espera que también pueda usarse este vehículo para labores de rescate. Como en el caso del tifón número 19, que recientemente azotó el este del país, con los grandes tifones los ríos suelen desbordarse uno tras otro. Se considera que esos grandes tifones son en parte consecuencia del calentamiento global, y se suele señalar que los daños por inundaciones están directamente relacionados con los muchos años en los que se ha venido descuidando la gestión de los recursos forestales, y que en el futuro pueden ocurrir desastres de aún mayor envergadura.

Por estas razones es menester aprovechar las características que separan a este vehículo volador de los helicópteros: su capacidad para moverse con velocidad y precisión por áreas sumergidas. Puede ser utilizada para recopilar información, hasta que se pueda eliminar el agua de la zona, así como para transportar agua y alimentos a los residentes de las casas temporalmente aisladas; incluso puede utilizarse como fuente móvil de energía para esas áreas afectadas.

Con la venta en grandes cantidades de modelos eléctricos que se planea comenzar en 2023 dejarán de utilizarse combustibles fósiles en los vehículos voladores, con lo cual se mejorará el desempeño medioambiental del parque móvil. El porcentaje que vaya dejando atrás los motores de combustión también constituirá una gran reducción en el nivel de ruido. Se podrán usar este tipo de vehículos en cualquier parte del planeta, simplemente con tener un panel solar y la fuente de alimentación del convertidor, incluso en desiertos o campos de minas. El combustible líquido ya no creará restricciones al uso.

El cuello de botella en este sistema será la cantidad de baterías de iones de litio instaladas. Con una carga completa se podrá realizar, de momento, un viaje de dos horas, nos dice Katano. Se trata de baterías de iones de litio, desarrolladas a un ritmo vertiginoso a partir del diseño original de Yoshino Akira, receptor del premio Nóbel de Química y miembro de la empresa de productos químicos Asahi Kasei. Si se logra mejorar la capacidad y reducir el peso se ampliarán tanto el tiempo de funcionamiento como la autonomía de la máquina, con lo que también aumentará la libertad en el diseño.

Un futuro sin accidentes

Una de las características de A.L.I. como empresa son sus avances en la infraestructura del transporte aéreo al mismo tiempo que el desarrollo de la movilidad aérea. Trabajan en la construcción de sistemas de control tridimensionales y en el diseño de rutas aéreas.

Como rezan las siglas “CASE” (connected, autonomous, shared, electric vehicles: vehículos conectados, autónomos, compartidos y eléctricos, en inglés), los automóviles se encuentran ahora en un momento de cambio que se produce una vez cada cien años. El tema consiste, principalmente, en la reducción de accidentes de tráfico mediante la conducción automática de vehículos eléctricos de alto control.

“La conducción autónoma resulta más fácil en tres dimensiones que en dos. Dado que hay menos obstáculos, es más fácil de controlar”, dice Katano, y enfatiza que su misión consiste en erradicar los accidentes de tráfico que ocurren en nuestra sociedad, basada en patrones de movimiento bidimensionales, mediante la consecución de una sociedad capaz de movilidad aérea.

En febrero de 2017 el puesto de presidente de la empresa pasó a ocuparlo el señor Komatsu, un hombre con un plan de negocios para la “moto voladora”, y ahora es el presidente de la junta directiva. Por su parte Katano, mediante su experiencia en la empresa de capital de riesgo y su trabajo como asesor para grandes asesorías y corporaciones, tras graduarse en el Departamento de Creación de Sistemas de la Universidad de Tokio, pasó a ser presidente de la empresa en julio de 2018. Komatsu y Katano sostienen entre los dos el timón de la empresa.

Komatsu desempeña un papel crucial en el desarrollo técnico, mientras que Katano es responsable de la gestión de la empresa entera. Es, en otras palabras, como la relación entre Honda Soichirō y Fujisawa Takeo en los primeros tiempos de la famosa empresa Honda.

Katano admite que es una persona muy casera, y que prefiere los videojuegos al golf. Según cuentan es un fanático de la serie Dragon Quest, pero a pesar de ello le queda tiempo para planear, en la línea de la “moto voladora”, un coche que también volará.

(Artículo traducido al español del original en japonés. Imagen del encabezado: XTURISMO LIMITED EDITION, la “moto voladora”, que se presentó en la exposición Tokyo Motor Show 2019)

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