La cascada Nunobiki: una ruta de senderismo a 15 minutos de la estación de Shin-Kōbe
Guíade Japón
Naturaleza Turismo- English
- 日本語
- 简体字
- 繁體字
- Français
- Español
- العربية
- Русский
La naturaleza de la cordillera de Rokkō, uno de los atractivos de Kobe
El puerto de Kobe fue inaugurado en el año 1868 en un enclave que fue próspero desde la era Nara como una las paradas más importantes en la ruta del mar interior de Seto. Esta ciudad portuaria, en la que viven más de 1.500.000 personas, es conocida por su exotismo, aunque otra de sus características es que justo al norte de la misma se extiende la cordillera de Rokkō. A tan solo dos kilómetros del símbolo de la bahía, la Kobe Port Tower, está la entrada a una ruta de senderismo rodeada de naturaleza.
Entre las costumbres que llegaron del extranjero se encuentran el senderismo y el montañismo, es decir, la cultura del disfrute de la naturaleza. En 1874 un grupo de extranjeros subió al monte Rokkō equipado con picos, zapatos y otros artículos necesarios para el alpinismo. Este es el primer registro de una escalada en Japón. Hasta entonces, existía la costumbre de subir a las montañas como parte del culto a las mismas o en entrenamientos religiosos, pero era poco común hacerlo por simple placer. En zonas residenciales como Kitano, donde se permitía la convivencia entre japoneses y extranjeros, había muchas oportunidades para entrar en contacto con la cultura y las costumbres de Europa occidental, por lo que el alpinismo se fue colando en el gusto de los locales.
Un lugar para aprovechar el tiempo mientras se espera al tren
Justo detrás de la estación Shin-Kōbe del tren bala Shinkansen hay un lugar perfecto para disfrutar de la topografía y la cultura de esta ciudad en poco tiempo. A tan solo 15 minutos a pie desde la estación está la cascada Nunobiki, donde se puede practicar el senderismo y deleitarse con el entorno natural de la montaña. Se trata de un sitio muy conocido que muchas personas visitan justo después de bajar del Shinkansen o como última visita antes de partir de Kobe.
El monte Rokkō se yergue a las espaldas de la estación de Shin-Kōbe. Si el visitante sale por la planta baja y se dirige hacie el norte, podrá ver una gran señal que indica “Cascada Nunobiki a 400 metros”, no tendrá dificultades para llegar incluso si no lleva un mapa. Es increíble pensar que a unos metros de la estación se encuentra una corriente de agua prístina que pasa por debajo del edificio.
A dos minutos de la estación, tras cruzar el puente de ladrillos Isago, empieza el sendero. De inmediato el visitante encontrará una bifurcación con unas indicaciones que aclaran que, tomando el camino de la izquierda, llegará hasta la cascada Mentaki a 100 metros, mientras que la cascada Ontaki se encuentra a 270 metros, subiendo por la escalera empinada de la derecha.
“Cascada Nunobiki” es como se conoce comúnmente a las cuatro cascadas que surgen de la corriente Nunobiki y cuyos nombres son: Mentaki, Ontaki, Meotodaki y Tsutsumigadaki. Junto con las cascadas de Kegon, en la ciudad de Nikkō de la prefectura de Ibaraki, y las de Nachi, en la localidad de Nachikatsuura de la prefectura de Wakayama, es una de las tres grandes Cascadas Sagradas de Japón. La cascada Ontaki, que tiene la caída más grande, es especialmente famosa, pero, si no se dispone de tiempo para visitarla, la cascada Mentaki resulta más que suficiente.
La hermosa cascada Mentaki tiene dos plataformas separadas. Parece increíble que a tan solo cinco minutos de la estación de Shin-Kōbe haya un lugar tan repleto de naturaleza. Si se deja embelesar por el sonido del agua al caer, el visitante podría olvidar que hace unos minutos estuvo rodeado de gente en la estación. Para el recorrido completo por la cascada Nunobiki se recomienda hacer rodeo y pasar primero por la cascada Mentaki, y a continuación por la Tsutsumigadaki con destino a la Ontaki y la Meotodaki.
Al subir la escalera desde la bifurcación el visitante encontrará la cascada Ontaki a unos 10 minutos. A la mitad del camino, tras un sendero rodeado de árboles, hay un punto para admirar la cascada Tsutsumigadaki. Parte del sendero es empinado o resbaladizo, pero las instalaciones cuentan con barandas, por lo que se puede hacer el recorrido incluso con zapatos de vestir.
La máxima caída de la cascada de Ontaki es de 43 metros, lo que la hace bastante impresionante. El agua que parece enredarse al caer luce como una tela blanca en movimiento. Esta es una de las razones por las que se llama “nunobiki”, que se podría traducir como “tela jalada”. La segunda caída es la cascada Meotodaki que cae en dos líneas desde la base de la anterior. Frente a esta hay algunos bancos donde puede el turista puede embelesarse con una perfecta obra de arte hecha por la naturaleza.
Las mañanas en Kobe son un lujo
Si se continúa hasta el mirador que está un poco más adelante, se puede disfrutar de una de las tradiciones que forman parte de la cultura senderista de Kobe. Al subir la escalera de la derecha de la cascada Ontaki hay una cafetería del mismo nombre que tiene más de 100 años de servicio. Y, avanzando unos cinco minutos más por la misma calle, el visitante encontrará un parque desde donde podrá observar toda la ciudad y el mar que se extiende frente a Kobe.
Dentro del parque suele haber carteles pegados en los que se anuncia el lugar en el que se realizará el Radio Taisō (ejercicios de calentamiento que se transmiten por la radio) y también una cabaña con una libreta en la que los miembros de la Asociación de Alpinismo pueden firmar. Quienes viven en las faldas del monte disfrutan cada mañana del senderismo.
El menú de la cafetería Ontaki es parecido al de otros establecimientos en el centro de la ciudad. También cuenta con desayunos de huevos con jamón, una prueba más de que el montañismo se ha convertido en parte de la vida cotidiana de Kobe.
Quienes viven en Kobe suelen tener sus rutas favoritas de senderismo, que no se limitan al área de Nunobiki. En las mañanas que hace buen tiempo se puede madrugar un poco y caminar por la montaña. Después de hacer un poco de ejercicio, tomar un descanso y desayunar rodeado de la naturaleza, uno puede comenzar su jornada laboral. En Japón, es poco común encontrar una ciudad en la que se puede disfrutar de este tipo de vida. El día a día en Kobe es un lujo gracias a la cultura del senderismo que trajeron de los extranjeros que se instalaron ahí y a la cordillera de Rokkō a las espaldas de la ciudad.
A unos 15 minutos más a pie hay algo fabuloso para los amantes de la historia y de la ingeniería: la presa de Nunobiki. Construida en 1900, fue la primera presa de gravedad de Japón fabricada con hormigón. Es el elemento principal de las instalaciones del manantial Nunobiki, un Patrimonio Cultural de Importancia.
El estanque de la presa de Nunobiki alberga unos 600.000 metros cúbicos de agua, un líquido que los tripulantes de barcos extranjeros alabaron y que se hizo popular como el “Kobe water” o “agua de Nunobiki”. Esta agua, filtrada por la capa de granito del monte Rokkō, es rica en minerales y se podía llevar en largos viajes en barco sin que perdiera su buen sabor.
Si el visitante dispone de tiempo suficiente en la estación de Shin-Kōbe, no debe dejar de visitar la cascada Nunobiki y su ruta de senderismo, un lugar donde se concentran los atractivos de Kobe.
Con apoyo de la Dirección de Turismo de Kobe.
Reportaje, texto y fotos: Equipo editorial de nippon.com.