La naturaleza y los festivales de las islas Gotō en Nagasaki
Guíade Japón
Turismo Vida- English
- 日本語
- 简体字
- 繁體字
- Français
- Español
- العربية
- Русский
Hetomato, un festival extravagante sin igual en el mundo
Las islas Gotō acogen numerosos festivales extravagantes. Después de varios años visitando islas como parte de mi trabajo como fotógrafo llegué a la conclusión de que la afirmación anterior es una gran verdad. Todos los festivales en estas tierras están llenos de particularidades y esto se debe, tal vez, a la cultura distintiva que surge al estar rodeadas por el mar. He tenido la oportunidad de presenciar muchos festivales que podrían ser denominados extravagantes, desde aquellos en los que los hombres se enfrentan de forma violenta, hasta algunos con una atmósfera surrealista en islas casi desiertas.
Entre los festivales insulares, hay uno que me atrae particularmente. Se trata del festival de Hetomato, que se celebra desde la antigüedad en el distrito de Shimosaki-yama, en la isla de Fukue, que pertenece al archipiélago Gotō (prefectura de Nagasaki). Una de las cosas más sorprendentes de este festival es que ni siquiera los locales conocen los orígenes históricos y del nombre de esta celebración que se lleva a cabo a mediados de enero. Incluso en el sitio web oficial de la ciudad de Gotō se señala que su origen es un misterio. Es todavía más increíble que el festival lleve tanto tiempo celebrándose sin que nadie haya sentido la necesidad de averiguar cómo surgió. Para poder experimentar en carne propia este extravagante festival me dirigí a la isla de Fukue el tercer domingo de enero, fecha en la que se lleva a cabo.
El descontrolado mundo del festival Hetomato
El festival empieza con una lucha estilo sumō en el santuario de Shirahama. Después de eso, dos mujeres ataviadas en kimonos de gala paradas sobre dos barriles de sake juegan al hanetsuki, un tipo de bádminton, para luego dar paso al tamakeri, en el que jóvenes con el cuerpo embarrado de hollín se disputan una pelota de paja. Estos actos se sucedían uno tras otro de forma desordenada, como si se tratara de un caudal lodoso, el cual me esforzaba por capturar en mis fotografías.
Durante el juego de pelota, algunos hombres van ensuciando la cara de los espectadores con un hollín llamado hegura. Las mujeres huyen a su paso y los niños lloran desesperadamente. Yo también recibí el ataque de hollín en la cara mientras fotografiaba. Se cree que el hegura ofrece a los afortunados un año libre de enfermedades.
El clímax del festival llega con la aparición de una enorme sandalia de paja de más de 350 kilogramos. Los jóvenes más fuertes de la isla van desfilando por la villa con la sandalia en sus hombros y las mujeres espectadoras huyen a su paso. Razones no les faltan, pues si son solteras y estos hombres las alcanzan, las subirán a la sandalia para lanzarlas bruscamente al aire mientras desfilan.
Una mujer fue atrapada frente a mis ojos. Por el esfuerzo que hizo para intentar huir y su expresión desesperada al ser subida a la sandalia, estoy seguro de que no todas las mujeres solteras consideran que sea un privilegio participar en el desfile de esta manera. Las mujeres se van alternando una tras otra, en una visión que parece de otro mundo; algo totalmente propio de un festival isleño. No obstante, también es un paisaje histórico que lleva mucho tiempo repitiéndose, lo que le da todavía un toque más misterioso. Es majestuoso, lleno de emociones e hilarante. Originalmente, todos estos actos se celebraban por separado, por lo que no debe extrañarnos que el festival Hetomato, al concentrarlos todos en un mismo día, se haya convertido en una mezcolanza.
Los extraordinarios paisajes de año nuevo en el archipiélago de Gotō
En las mismas fechas del festival Hetomato, el archipiélago de Gotō ofrece paisajes magníficos y exclusivos de esa época. Enero es el mes en el que el aire es más limpio, lo que da un toque fantástico a los amaneceres y atardeceres del lugar. Especialmente impresionante es la vista desde la bahía de Arikawa, en la isla de Nakadōri (Kamigotō), donde se pueden apreciar pequeños islotes dispersos y el movimiento de las embarcaciones en la bahía; un paisaje que nos hace olvidar el paso del tiempo.
Para aprovechar que muchas personas regresan a sus lugares de origen durante este periodo, en la isla de Nakadōri se celebra la ceremonia de mayoría de edad en el santuario de Aokata como parte de las festividades de Año Nuevo. Los jóvenes que acaban de cumplir la mayoría de edad y se integran como nuevos miembros de la sociedad de adultos asisten a la ceremonia ataviados en sus mejores galas. Otro de los atractivos del archipiélago de Gotō es justamente este, que se puede disfrutar en el mismo mes de una ceremonia sumamente formal para los nuevos adultos y al mismo tiempo de un festival extravagante, algo que sería impensable en las grandes ciudades.
Celebraciones de Obon en las que se mezclan tradiciones de Asia continental y de Japón
Cada estación del año tiene su atractivo en el archipiélago de Gotō, pero el verano es especialmente fantástico. Podrán disfrutar de playas hermosas como la de Takahama (isla de Fukue) con sus aguas cristalinas y su costa poco profunda. La arena blanca, el verde de las cordilleras y un mar de diversos tonos turquesa crean un paisaje conjunto excepcional. En las playas del archipiélago de Gotō podrán experimentar en carne propia la magnificencia de la naturaleza. Además del mar, también cuenta con cascadas y bosques, un paraíso natural.
En el verano del archipiélago de Gotō tampoco podemos olvidar las danzas nenbutsu de Obon, particulares de cada región. Su denominación cambia según el lugar, conocidas como chankoko en Fukue, ōmondē en la isla de Sagano, oneonde en Tomie y kakeodori en Tamanoura, pero todas coinciden en el uso de platillos metálicos shō y de tambores taiko. Las vestimentas que se utilizan en estas danzas son también particulares de cada región. Los bailes, el ritmo de los instrumentos y los cantos crean una atmósfera exótica que emociona y nos hace recordar que este archipiélago fue la puerta de entrada de las influencias culturales del continente.
El archipiélago de Gotō es multifacético gracias a la riqueza de su naturaleza y de sus festivales. Cada vez que lo visito corroboro la profundidad de estos y apenas subo al ferri de vuelta a casa ya estoy planeando cuándo regresar. Este archipiélago es un lugar lleno de historia y romanticismo en el que convergen festivales extravagantes exóticos y tesoros de la naturaleza.
Fotos y texto: Kuroiwa Masakazu (96BOX).