El fotógrafo de ‘ukiyo-e’ Kichiya y su versión de las ‘Cien famosas vistas de Edo’
Atagoshita y la calle Yabukōji
Guíade Japón
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Un paisaje nevado y sereno cerca de Toranomon Hills
Atagoshita es la calle que pasa por el lado este del santuario de Atago (Minato, Tokio), conocido desde antiguo por su escalinata de promoción, Shusse no Ishidan. Es el camino que se extiende desde la parte inferior izquierda hasta el fondo en el cuadro y la puerta roja que aparece en el centro es la puerta principal del santuario de Atago y de su templo administrativo Enpukuji. Si avanzamos un poco más, nos encontramos con el templo Zōjōji de Shiba. Girando a la derecha por delante del bosquecillo de bambú, fuera de la escena, estaría la calle Yabukōji, que da nombre a la obra.
En la actualidad, Hiroshige estaría en el acceso a la carretera que enlaza el cruce Nishishinbashi Kōban-mae de la calle Atagoshita (carretera metropolitana 301) con la calle Sakurada (carretera nacional 1), al oeste. Es decir, que Yabukōji es la calle del lado norte de Toranomon Hills Business Tower (Minato, Tokio). A quien haya estado en Toranomon quizás le sonará más por ser la carretera que pasa junto al emblemático restaurante de soba Toranomon Sunaba, situado en un edificio con estética del periodo Edo.
Esta parte de la ciudad albergaba el barrio residencial de militares de Toranogomon-gai. Yabukōji era una calle bastante conocida que también apareció en el Mapa de lugares famosos de Edo publicado veinte años antes. Aunque en el mapa se explica que era la calle del norte de la residencia del señor Katō y que su nombre procedía de un pequeño bosque de bambú que crecía junto a la puerta de acceso trasera, también se indica que el origen del nombre es incierto.
Del bosquecillo de bambú situado al noreste de la residencia, se dice: “Al tratarse de la puerta noreste (dirección que se consideraba de mal agüero), plantaron bambú para conmemorar la subyugación del tigre del antecesor Katō Kiyomasa”. Los biombos con pinturas de tigres y las pinturas de guerreros venciendo a un tigre suelen tener un bosque de bambú de fondo en honor a una leyenda que cuenta que un tigre se metió en un bosque de bambú para escapar de una manada de elefantes. El nombre de Katō Noto que figura en el mapa se refiere a Katō Akinori, gobernador de la provincia de Noto (1858). Era el jefe del dominio de Ōmi Minakuchi, fundado por Katō Samanosuke (Yoshiaki), protegido de Toyotomi Hideyoshi desde la infancia. Es una teoría errónea porque, aunque la familia Katō sirvió a Hideyoshi, Kiyomasa y Samanosuke no eran ni hermanos ni parientes.
En el lado sur de la residencia de Katō Noto se halla Sansai Kōji. Quien construyó el edificio en este enclave a principios del periodo Edo fue Hosokawa Tadaoki —apodado Sansai en su faceta de maestro del té—, señor del dominio de Higo Kumamoto y conocido por haberse casado con la hija de Akechi Mitsuhide. Si la carretera del lado norte también recibió su nombre en la misma época, es posible que allí hubiera un bosquecillo de bambú en tiempos del clan Hosokawa.
Tadaoki fue quien tomó el relevo como líder del dominio de Kumamoto después de que se extinguiera la familia de Katō Kiyomasa. Es bien sabido que, cuando el castillo de Kumamoto se rindió, la tablilla mortuoria de Kiyomasa fue la primera que entró en la fortaleza y que allí se contrató a muchos de los vasallos de los Katō. La lógica dicta que el bosquecillo de bambú que conmemora la subyugación del tigre fue plantado por la familia Hosokawa en la puerta noroeste de la residencia, cerca de Toranogomon, como muestra de respeto a Kiyomasa.
Hiroshige pintó el paisaje que queda hacia el sur en un día nevado, tomando el bambú de la entrada de Yabukōji como marco. El azul oscuro del río Sakuragawa que fluye por Atagoshita y el rojo de la puerta principal del santuario de Atago aportan un contraste llamativo. Una garita de vigilancia se alza sobre el río, junto a la puerta frontal de la residencia Katō. Algunos viandantes, protegidos con paraguas emblanquecidos por la nieve, caminan con cuidado hacia el santuario de Atago. ¿Los gorriones que pasan volando se habrán sorprendido al oír cómo de repente se desplomaba la nieve acumulada en el tejado? Ese es el tipo de serenidad que transmite esta escena rebosante de emotividad.
Me dirigí al lugar de la escena un día de enero de 2018 en que cayó una gran nevada. El edificio Toranomon Hills Business Tower estaba en construcción y, al colocar la cámara en el punto donde se situó Hiroshige, las vallas de las obras se llevaban todo el protagonismo. Había mala visibilidad a causa de la nieve, por lo que solo se veía la carretera recta. Bajando un poco en dirección al sur, encontré una curva suave en la calle Atagoshita y el semáforo de Atago-jinja-shita. El arco que trazaban los carriles de la calzada coincidía con la imagen del río Sakuragawa, ahora enterrado, por lo que tomé allí la instantánea.
Información sobre el lugar
La calle Atagoshita y Toranomon Hills
En los mapas de la época en que se pintó el cuadro, la zona de Yabukōji estaba repleta de residencias de daimios. En el lado opuesto de la residencia Katō está el clan Kinoshita del dominio de Hiji (provincia de Bungo) y, a su izquierda (oeste), el clan Sagara del dominio de Hitoyoshi (provincia de Higo). La residencia tipo nagaya que aparece en el cuadro, al otro lado de la calle Atagoshita, es del clan Hijikata del dominio de Komono (provincia de Ise). A su derecha (este) se observa el clan Mouri del dominio de Saiki (provincia de Bungo) y el clan Ichiyanagi del dominio de Ono (provincia de Harima).
Todos, incluido el clan Katō, eran daimios externos al clan Tokugawa protegidos por el clan Toyotomi y gestionaban dominios pequeños, de menos de 30.000 koku. El clan Kinoshita fue fundado por Kinoshita Nobutoshi, hermano mayor de la esposa de Toyotomi Hideyoshi, Kōdai-in (también conocida como One o Nene, y con el título de Kita no Mandokoro). El clan Hijikata controlaba un dominio que mantenía profundos vínculos con el clan Toyotomi; se dice que uno de sus miembros, Hijikata Katsuhisa, sirvió a Hideyoshi y Hideyori e intentó asesinar a Ieyasu.
Como la calle Atagoshita conectaba con la puerta Onarimon del Zōjōji, templo familiar del clan shogunal, tenía el mote de Shiba Onaridō. En el cuadro, sin embargo, el Zōjōji no se ve porque lo tapa la residencia Hijikata, un edificio de tipo nagaya. Hiroshige pintó esta escena a finales del año anterior a la Purga de Ansei (1858), cuando la escisión entre los samuráis empezó a hacerse más pronunciada por problemas como la sucesión del shogun.
En aquella época Yoshitora, discípulo de Utagawa Kuniyoshi, fue expulsado como castigo por haber hecho un dibujo satírico titulado Tokugawa come sentado la pasta de arroz glutinoso mochi llamada hegemonía machacada por Oda (Nobunaga) y amasada por Hashiba (Toyotomi Hideyoshi), que levantó mucho revuelo. Como era difícil crear un dibujo que criticara explícitamente el sistema, Hiroshige, que era un samurái del shogun, recurría a circunloquios como “La facción Hitotsubashi, compuesta mayormente por daimios externos, impide ver adónde se dirige un Bakufu liderado por daimios de vasallaje heredado al clan”.
Tras ser expropiado por el nuevo Gobierno Meiji, el barrio residencial de militares de Toranogomon-gai se convirtió en un vecindario del centro de Tokio, con ristras de tiendas y restaurantes en la calle principal y una zona residencial de lujo detrás. Por aquella época fue cuando el restaurante de soba Sunaba abrió en su ubicación actual. Los daños provocados por el Gran Terremoto de Kantō fueron menores que en el shitamachi y quedaron muchos edificios de las eras Meiji y Taishō. En los años 80, cuando yo estudiaba en la universidad, la calle principal era una zona de oficinas, pero un poco más allá había muchas casas grandes.
La zona se transformó por completo con la inauguración de la carretera de circunvalación número 2 en 2014 y la construcción del rascacielos Toranomon Hills Mori Tower. La Business Tower y la estación de Toranomon Hills se finalizaron en 2020, y la zona circundante sigue en pleno desarrollo con otras obras. Los únicos remanentes de finales del periodo Edo que quedan son el santuario de Atago y el restaurante de soba Sunaba. Aprovechando que 2022 es el año del tigre, ¿por qué no van al santuario de Atago para la primera visita del año mientras piensan en el cuadro que acabamos de presentarles?