Los dialectos del japonés
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¿Tienen problemas los japoneses para entender otros dialectos de su idioma?
En el área de Kansai, donde se encuentra la segunda mayor metrópolis de Japón, Osaka, no se dice arigato para decir “gracias”, sino ookini. Dame (está mal) se suele decir akan, y a la carne de pollo le llaman kashiwa en lugar de toriniku.
Aunque el hyōjungo, literalmente “japonés estándar”, es la forma más comunmente usada del lenguaje, Japón también tiene una rica variedad de dialectos. Las culturas locales florecieron y desarrollaron distintas peculiaridades a lo largo de los siglos. En el largo período de gobierno feudal que el país vivió durante unos 150 años también existió una considerable autonomía regional a pesar de que el shogún mantenía el control sobre la nación. El poder relativo que tenían las diferentes regiones ayudó a darle forma al japonés que se habla en cada lugar. Antes de que Tokio alcanzase el poder, la región de Kansai (incluyendo Kioto y Osaka) en el oeste de Japón era el centro político, económico y cultural, y desarrolló su propio lenguaje acorde con esa influencia.
La variación lingüística en el ocaso de la era feudal en la década de 1860 era tal que la gente de Tsugaru en la punta noroeste de la actual prefectura de Aomori, y la de Satsuma que actualmente es la prefectura sureña de Kagoshima habrían tenido serias dificultades incluso para mantener la más básica de las conversaciones.
La expansión del japonés estándar
El kansai-ben es probablemente el dialecto japonés más reconocido. Su entonación es marcadamente diferente al estándar japonés y los verbos se conjugan también de forma distinta. Por ejemplo, wakaranai (No lo sé) se convierte en wakarahen o wakarehen. No obstante, el kansai-ben es una clasificación general que puede subdividirse en otros dialectos como el kyō-kotoba o el kawachi-ben, hablados en Kioto y Osaka respectivamente. El tōhoku-ben, otro dialecto regional popular, es igualmente amplio, abarcando las hablas vernáculas a lo largo del norte de Honshū como el notoriamente impenetrable tsugaru-ben.
El proceso de estandarización comenzó con la Restauración Meiji en 1868, cuando el nuevo Gobierno trató de construir un estado fuerte y centralizado. El dialecto hablado en el distrito de Yamanote en Tokio fue elegido como modelo. Este dialecto hizo avances inicialmente como un lenguaje escrito, impulsado por el establecimiento de un sistema educativo nacionalizado. La llegada de la radio y la televisión más tarde ayudó a llevar ese lenguaje hablado a cada rincón del país. La cadena pública NHK desempeñó un papel principal en la expansión del japonés estándar.
Ahora en todo el país los jóvenes hablan a menudo en el japonés estándar. El más amplio alcance de la televisión y de internet han ayudado a la difusión de una forma dominante del lenguaje, socavando la fuerza de los dialectos locales, por lo que los niños podrían hablar de forma completamente diferente a la que lo hacen sus padres y abuelos. Sin duda que te entiendan allá donde vayas hace la vida más fácil, pero para muchas personas hablar con el dialecto local trae consigo un sentimiento de confort y cercanía que no ofrece el lenguaje estándar.
En internet hay sitios web como Monjirō que traducen automáticamente del japonés estándar a los dialectos locales, incluyendo el osaka-ben y el tsugaru-ben. También se puede cambiar la configuración de idiomas en Facebook para utilizarlo en kansai-ben así como en el japonés estándar. “Me gusta”, que es ii ne en japonés estándar, se convierte en ee yan en este modo.
En el llamado dialecto de Okinawa, reconocido también como un idioma, el uchināguchi, también tenemos expresiones como haisai para preguntar genki? (“¿qué tal?”), mensōre para decir yōkoso (“bienvenido”), y otras palabras como icharibachōdee para decir que “todos somos hermanos cuando nos encontramos”.
Las mismas palabras tienen distinto significado dependiendo del lugar
Japón está compuesto de unas 7.000 islas grandes y pequeñas que componen el archipiélago de noreste a suroeste, y actualmente está ordenado en 47 divisiones administrativas. La acentuación y las expresiones de inflexión difieren según la región, hay casos en los que el propio vocabulario tiene un significado completamente distinto y que muchas palabras peculiares resultan incomprensibles para las personas que no pertenecen al lugar.
Un ejemplo es la expresión erai. En japonés estándar erai significa “destacado” o “distinguido”, pero en el oeste de Japón, en cambio, suele utilizarse para expresar cansancio. Esto ocurre también con la expresión dandan, que significa “poco a poco” en japonés estándar, pero es utilizado para decir “gracias” en la prefectura de Shimane.
En ocasiones la televisión puede poner el foco en los dialectos, como con el amplio número de humoristas que hablan la variante de kansai. Los seriales matinales presentaron al país la expresión de sorpresa de la prefectura de Iwate jejeje, y también kopitto, que significa “rigurosamente” en la prefectura de Yamanashi. La estrella de televisión nacida en los Estados Unidos Daniel Kahl también es conocido por hablar de forma fluida en el dialecto de la prefectura de Yamagata.
A pesar de vivir lejos de su tierra natal y de hacer su vida utilizando el japonés estándar, muchas personas vuelven a utilizar el dialecto de su tierra cuando regresan a ella o hablan con amigos del lugar. Es curioso que al cambiar las palabras que usamos, también cambia la impresión que tenemos de las personas.
Una guía para practicar los dialectos de Japón (en japonés)
Fotografía del encabezado: un cartel en el aeropuerto de Naha da la bienvenida en el idioma de Okinawa con la palabra mensōre. Fotografía por cortesía de Nemo's great uncle)