Kiryū Yoshihide: a por el muro de los 10 segundos en los 100 metros
Sociedad- English
- 日本語
- 简体字
- 繁體字
- Français
- Español
- العربية
- Русский
Una capacidad de aceleración nunca vista en Japón
Kiryū Yoshihide es el velocista con más potencial del panorama japonés actual. Con solo 17 años alcanzó una marca de 10,01 segundos en los 100 metros, el segundo mejor tiempo de la historia de Japón, en el Campeonato Internacional de Atletismo Conmemorativo de Oda Mikio celebrado en abril de 2013. Ya en la Universidad de Tōyō, en marzo de 2015 Kiryū se llevó el oro en una competición celebrada en Texas con una marca de 9,87 segundos con viento a favor, derrotando al estadounidense Ryan Bailey, quinto clasificado en las Olimpiadas de Londres 2012.
Lo que diferencia totalmente los 100 metros de Kiryū del resto de los corredores japoneses hasta nuestros días es la forma de acelerar a partir de los 30 metros (lo que en un vehículo correspondería a la parte del cambio de la segunda a la tercera marcha y la aceleración hasta la máxima velocidad). Cuando entra en racha no hay quien le siga el ritmo. Podría competir con corredores tan potentes como los jamaicanos. Y solo tiene 19 años. Podemos albergar la esperanza de verlo correr junto a los mejores del mundo en las Olimpiadas de Tokio 2020 y más adelante.
Principales marcas de Kiryū Yoshihide en los 100 metros
Mejor marca personal | 10,01 s | 2013 | Campeonato Internacional de Atletismo Conmemorativo de Oda Mikio (17 años) |
10,05 s | 2014 | Oro en los Campeonatos de Atletismo Interuniversitarios de Kantō | |
10,22 s | 2014 | Oro en el Campeonato Nacional de Atletismo de Japón | |
Marca no oficial | 9,87 s | 2015 | Oro en los Relevos de Texas (19 años) |
(Referencias)
Récord de Japón | 10,00 s | 1998 | Itō Kōji |
Récord de Asia | 9,91 s | 2015 | Femi Seun Ogunode (Qatar) |
Récord del mundo | 9,58 s | 2009 | Usain Bolt (Jamaica) |
La clave está en la parte superior del cuerpo
Al contrario de los corredores de ascendencia africana, los velocistas japoneses no suelen levantar mucho las piernas al correr a causa de las diferencias en la inclinación pélvica y la musculatura. Ese estilo de carrera hace que la parte superior del cuerpo se balancee. Kiryū tiene una gran técnica de braceo con la que aprovecha la parte superior del cuerpo para lograr una zancada más rápida. El secreto de su velocidad son un torso ancho y fuerte, y un psoas ilíaco —el músculo encargado de hacer avanzar las piernas— muy desarrollado.
En cuanto a la técnica, a Kiryū todavía le faltan muchos puntos por pulir, como el bamboleo de las manos y la desestabilización del cuerpo al final de la carrera. A estas alturas no podemos afirmar que esté aprovechando todo su potencial físico. Normalmente los velocistas se acercan a la marca de los 10 segundos tras alcanzar una técnica más sofisticada. La técnica de Kiryū sugiere una marca de unos 10,20 segundos y, sin embargo, él ya está cerca de los 10. Se nota que todavía corre sirviéndose tan solo de su capacidad innata, por lo que le queda mucho margen para mejorar.
Romper el muro de los 10 segundos es cuestión de tiempo
Aunque la mayoría de los corredores jóvenes bajan el rendimiento cuando entran en la universidad y su entorno de entrenamiento varía, parece ser que Kiryū no ha acusado el cambio, ya que ha mejorado sus capacidades desde la época de secundaria en que registró la marca de 10,01 segundos. Correr por debajo de los 10 segundos es un gran logro incluso con el viento a favor: el empuje desde atrás puede hacer que el corredor alcance una velocidad excesiva para cubrirla con la zancada. Así pues, la marca de 9,87 significa que Kiryū fue capaz de seguir el ritmo que le marcaba el viento. Para mejorar su marca solo tiene que ir afinando la técnica, y será cuestión de tiempo que entre oficialmente en el eslabón de los 9 segundos.
Una lesión lo aleja de Pekín
Kiryū tenía la vista puesta en los mundiales de atletismo que se celebrarán en Pekín en agosto de 2015, pero el 30 de mayo se lesionó el muslo derecho durante un entrenamiento. Al necesitar 6 semanas de reposo, se perdió el Campeonato Nacional de Atletismo de Japón que se celebró en Niigata del 26 al 28 de junio de 2015, y parece difícil que pueda participar en los mundiales.
En 2014 Kiryū se retiró de los Juegos Asiáticos por un dolor en la articulación de la cadera y un desgarro muscular en el muslo derecho. Asimismo tuvo que abandonar la final de los 100 metros en los Campeonatos de Atletismo Interuniversitarios de Kantō de 2015 por un tirón en el muslo izquierdo. Su trayectoria hasta ahora lo define como un atleta propenso a las lesiones.
Su tendencia a lesionarse tiene dos posibles causas. La primera es que tenga la agilidad para alcanzar grandes velocidades pero que su musculatura no aguante la presión; la segunda es que sufra algún tipo de desequilibrio físico que le cargue determinadas partes del cuerpo al correr y le provoque las lesiones. La primera causa puede solucionarse con el entrenamiento, pero la segunda requeriría un análisis detallado y una serie de delicados ajustes. Es decir que, si un atleta tiene una cierta tendencia al correr que hace que se lesione, hay que identificarla y corregirla. Esto supone una tarea harto compleja cuando se trata de atletas que compiten al más alto nivel, ya que movimientos casi imperceptibles de partes inesperadas del cuerpo pueden infligir tensión y dolor a otras partes. En ese caso no queda más remedio que atajar el problema con la ayuda del entrenador.
Competir a nivel mundial requiere acondicionamiento y gestión
El 30 de mayo de 2015, en la tercera ronda de la Diamond League celebrada en Oregón, EE. UU., el atleta chino Su Bingtian se convirtió en el primer hombre asiático en romper el muro de los 10 segundos oficialmente con una marca de 9,99.
Aunque Su superó a Kiryū, en realidad la clasificación de tiempos no significa gran cosa. Lo que de verdad importa para los atletas es si son capaces o no de obtener buenos resultados en los dos grandes escenarios internacionales que son las olimpiadas, que se celebran cada cuatro años, y los campeonatos mundiales, que se tienen lugar cada dos. Estos son los retos en los que quiero que Kiryū dé lo mejor de sí. Creo que ya es consciente de ello, pero superar el muro de los 10 segundos solo será un paso más en su carrera, y espero que su objetivo sea el de llegar a la final de los 100 metros olímpicos.
Hasta la fecha Kiryū solo ha obtenido marcas destacadas en los meses de abril y mayo. En adelante tendrá que aprender a prepararse físicamente para hacer coincidir su pico de forma con las competiciones más importantes.
Otro aspecto que Kiryū debería pulir es su capacidad de autogestionarse en las 48 horas que duran las eliminatorias, la semifinal y la final de cada competición. En las dos primeras carreras hay que correr lo suficiente para no quedar eliminado; basta con sacar el mejor rendimiento en una de las tres. Por más rápido que sea, un atleta no podrá ganar si tiene un rendimiento frágil. La autogestión en las carreras consiste en superar las eliminatorias conservando el máximo de energía posible.
Luego está el tema de la preparación mental para la competición. Kiryū debe sacar todo su potencial bajo la presión enorme que supone estar en el punto de mira de la mayoría de sus compatriotas. Para lograrlo necesitará prepararse mentalmente y enfrentarse a un gran número de competiciones.
Kiryū ya ha demostrado su elevadísimo potencial físico, pero todavía le falta mostrar su potencial en otros aspectos para competir a nivel mundial: eso es en lo que debe trabajar en el futuro.
A Tokio 2020, con 24 años
Kiryū tiene 19 años, por lo que tendrá unas diez oportunidades más de participar en las grandes competiciones sumando las olimpiadas y los mundiales. Visto al revés, sin embargo, sus oportunidades de aprender y adquirir experiencia son limitadas. El evento más oportuno para intentar alcanzar el punto álgido de su carrera serán las Olimpiadas de Tokio 2020, cuando cuente con 24 años. Si para entonces es capaz de correr por debajo de los 10 segundos gracias a su capacidad innata y adquiere algo más de técnica por el camino, le espera un futuro prometedor.
También podría mejorar su marca después de Tokio 2020. Asahara Nobuharu, bronce en los 4 x 100 metros relevos en Pekín 2008, tenía 29 años cuando logró los 10,02 segundos, su mejor marca personal y la tercera de Japón.
Si Kiryū lograse rebasar el muro de los 10 segundos, ese hito haría cambiar la mentalidad de otros corredores. Espero que para 2020 dos o tres atletas japoneses anden por debajo de los 10 segundos y compitan con rivales de todo el mundo en las Olimpiadas de Tokio.
Fotografía del titular: Kiryū Yoshihide, de la Universidad de Tōyō (derecha), corre junto al estadounidense Justin Gatlin en los 100 metros masculinos del Seiko Golden Grand Prix, celebrado en el Estadio Nacional de Tokio el 11 de mayo de 2014 (fotografía cortesía de Jiji Press).
Atletismo Olimpiadas de Tokio carreras de velocidad Kiryū Yoshihide Tamesue Dai