Editorial 1
Política Sociedad- English
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Este es el primer número de Nippon.com y quisiera empezar con un breve repaso de las peripecias que han conducido al lanzamiento de esta nueva publicación online.
Por un periodo de tres años, de 2007 a 2010, fui jefe de redacción de Japan Echo y durante un año, de 2010 a 2011, también lo fui de Japan Echo Web. Como recordarán sus lectores, esa publicación bimestral fue eliminada por el Gobierno formado en septiembre de 2009, tras la derrota del Partido Liberal Democrático (PLD), que se había mantenido en el poder durante muchos años, por el Partido Democrático de Japón (PDJ) en las elecciones general del mes anterior. El Gobierno del PDJ, presidido por el primer ministro Hatoyama Yukio, aplicó una revisión radical de los programas gubernamentales y, como parte de este proceso, los fondos destinados a Japan Echo fueron suprimidos sin apenas debate. Así, el Ministerio de Relaciones Exteriores dejó de adquirir la publicación impresa y se puso en contacto con Japan Echo Inc. para crear una revista online titulada Japan Echo Web, pero el contrato se basaba en una puja competitiva y sólo era aplicable al año fiscal 2010 (del 1 de abril de 2010 al 31 marzo de 2011).
En mi cargo de redactor jefe no participé en la gestión interna de Japan Echo Inc., pero me resultaba evidente que la empresa no podía esperar demasiada estabilidad como editora de una publicación online si su gestión iba a salir a subasta cada año, y tampoco podía mantener su plantilla de competentes empleados cuyo apoyo permite al comité editorial operar sin problemas. Llegué a la conclusión de que depender del presupuesto anual para relaciones públicas del Ministerio de Relaciones Exteriores no era un modelo de negocio sostenible y que era necesario pasar a depender de fondos públicos en lugar de fondos gubernamentales. Por suerte, Nippon Foundation aceptó dar su apoyo a la creación de una revista online a largo plazo. Por ese motivo se decidió que Japan Echo Inc. no pujaría por el contrato de Japan Echo Web para el año fiscal 2011, sino que se crearía una nueva organización, Japan Echo Foundation, que sería la encargada de publicar esta nueva revista con el apoyo de Nippon Foundation.
Este año fiscal, el Ministerio de Relaciones Exteriores continúa publicando Japan Echo Web con la producción subcontratada a otra empresa. No tenemos intención de competir con ella. La misión de Japan Echo Web es “presentar, a través de la página web, una visión de amplio alcance de opiniones nacionales sobre las condiciones y el panorama político de Japón en campos como la diplomacia, la política, la economía, la sociedad, la cultura, la ciencia y la tecnología”. Para este fin se seleccionan artículos específicos como ensayos, análisis, artículos de opinión, diálogos y entrevistas de publicaciones japonesas como Chūō Kōron y Voice, y se traducen al inglés y al chino. Nuestra nueva revista online no puede seguir ni seguirá este modelo, sino que vamos a iniciar una nueva publicación que de hecho será similar a la revista mensual Chūō Kōron, pero como una revista online en japonés, inglés y otros idiomas. Nuestra intención es ofrecer a los lectores una muestra de los debates que se están realizando actualmente en Japón sobre una amplia variedad de temas como los asuntos de ámbito global y asiáticosy la política exterior, política interior, economía, sociedad y cultura de Japón. Nos proponemos hacerlo de una forma equilibrada, cuidando especialmente la divulgación de opiniones de los jóvenes. Y le hemos puesto el nombre de Nippon.com.
Hemos formado un comité editorial con esta misión en mente. El director en jefe es el ex viceministro de Relaciones Exteriores Yachi Shōtarō. Dos ex jefes de redacción de Chūō Kōron también han aceptado prestar sus servicios en nuestro comité: Miya Kazuho como jefe de redacción adjunto para la nueva publicación y Mamiya Jun. Además, con vistas al eventual cambio de guardia de la próxima generación, hemos incluido a cuatro estrellas emergentes: Hosoya Yūichi (de la Universidad de Keiō), Kawashima Shin (de la Universidad de Tokio), Takenaka Harukata (del Instituto Nacional de Doctorados en Ciencias Políticas: en inglés GRIPS, National Graduate Institute for Policy Studies), y Taniguchi Tomohiko (de la Universidad de Keiō).
La publicación Nippon.com tendrá oficialmente un carácter mensual, pero nuestra idea es aprovechar la flexibilidad que ofrece el formato online para presentar perspicaces ensayos, entrevistas, diálogos y otros artículos que hablen de las novedades en la política interna y exterior y de las cuestiones económicas en Japón cuando resulte oportuno. También queremos presentar contenidos que traten de una amplia variedad de otros temas, como las últimas tendencias en el estudio de la historia japonesa, la historia asiática y la política y diplomacia niponas, junto con otros diversos aspectos del Japón actual, como la comida, la moda, los juegos, el manga, el anime, el cine, los deportes, la ciencia y la tecnología. Esperamos que esta nueva publicación gane el apoyo de todos ustedes.
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Como he señalado anteriormente, el PDJ se hizo con las riendas del poder del PLD en septiembre de 2009. Durante los dos años que han pasado desde entonces hemos tenido dos primer ministros, Hatoyama Yukio y Kan Naoto, y justo antes de empezar a escribir esta columna, Noda Yoshihiko fue elegido sucesor de Kan. Hasta ahora, la actuación del PDJ ha sido nefasta. Hatoyama tomó el acuerdo entre Japón y los Estados Unidos de América (EE.UU.) sobre la reubicación de la Base Aérea de los Marines de EE.UU. en Futenma, que había sido logrado con el máximo esmero después de repetidas rondas de negociaciones bilaterales, y lo destrozó con la facilidad con que un niño pequeño derriba un castillo de arena. Y Kan salió con la declaración de que Japón debía abandonar la energía nuclear; y aunque luego la etiquetó de “opinión personal”, con esta declaración pública intentó orientar la política energética de Japón hacia una nueva dirección cuando el proceso de revisión de la política básica ya existente no había ni siquiera comenzado.
A resultas del cambio de opinión de Kan, la escasez de electricidad, que había afectado inicialmente al este de Japón tras el desastre del 11 de marzo(terremoto y tsunami, seguido por una cadena de accidentes en la Central Nuclear de Fukushima Daiichi) , ahora ya afecta a la región de Kansai (en ciudades como Osaka, Kioto y Kobe, en el oeste de Japón) incluso más gravemente. La empresa Kansai Electric Power Co., Inc. (KEPCO) dispone de once reactores nucleares, seis de los cuales han sido parados para llevar a cabo inspecciones regulares. Conforme a las pertinentes disposiciones legales, estos reactores deberían volver a ser puestos en servicio una vez finalizadas las inspecciones, en cuyo caso no habría ningún problema con el suministro eléctrico en Kansai. No obstante, Kan detuvo la reanudación de las operaciones de éste y otros reactores de diversas zonas del país por decreto. Esta es la causa de la necesidad actual, la cual, y esto quiero resaltarlo, no es el resultado directo del desastre de marzo.
Kan, supuestamente ejerciendo una “toma de decisiones guiada por los políticos” (uno de los principales temas de debate del PDJ), archivó una política gubernamental existente basándose en su “opinión personal”. En consecuencia, el suministro eléctrico escasea, y el Gobierno hace llamamientos a la población para que ahorre electricidad. Dicho de otro modo, se está pidiendo a la gente que sufra lo peor de los efectos de la marca de liderazgo político de Kan. Y de hecho, la gente, en su gran mayoría, está respondiendo a los llamamientos de ahorro energético “por el país”. Este verano incluso se han producido víctimas mortales entre la población anciana, como infartos por haber mantenido los aparatos de aire acondicionado apagados en respuesta a este llamamiento. Tras el desastre del 11 de marzo, los medios de información internacionales han loado la capacidad de resistencia de la sociedad japonesa y la paciencia y firmeza de sus ciudadanos. Pero cuando observo el comportamiento de nuestros líderes políticos, debo sacar la conlusión a regañadientes de que este aspecto positivo ha servido, contra toda lógíca, para que los políticos hayan podido salir indemnes de su funesta actuación.
Estos últimos años la gente se ha ido lamentado constantemente de la falta de liderazgo político en Japón. Es cierto que esta falta existe, pero lo que hemos aprendido de la actuación de los gobiernos del PDJ durante los dos últimos años es que cuando personas no versadas en el arte de la política se hacen cargo del timón y confunden la búsqueda de sus caprichos personales con el ejercicio del liderazgo político, sus actos impulsivos pueden llegar a arruinar todo el mecanismo de creación de políticas. Ahora mismo nos encontramos en una situaciónsin perspectivas a largo plazo. El yen se ha ido revalorizando hasta llegar en algún momento a un tipo de cambio sin precedentes de menos de 75 yenes por dólar. Mientras tanto, las perspectivas de suministro de energía eléctrica a largo plazo resultan imposibles de calcular. Según un informe del Nikkei del 8 de agosto, las empresas que respondieron a un sondeo del rotativo sobre planes de inversión de capital para el año fiscal actual, afirmaron que sus planes iniciales preveían un aumento del 16,3% en relación con el año pasado (promedio de todas las industrias), con la previsión de un aumento del 35,7% en inversiones en el extranjero. Esta tendencia a invertir fuera del país es un comportamiento empresarial bastante lógico: las compañías que no vean ningún futuro para ellas en Japón recogerán los bártulos y se marcharán al extranjero. Y volverán a ser los ciudadanos los que más lo sufrirán de nuevo.
(Originalmente escrito en japonés y traducido al español de su versión inglesa)Shiraishi Takashi Nippon.com Nippon Foundation Noda Yoshihiko Central Nuclear de Fukushima Daiichi Kan Naoto